𝗜𝗡𝗗𝗘𝗟𝗘𝗕𝗟𝗘 | Hanagaki Hyeon pensó que sabía lo que sintió su hermano cuando vio a su novia morir frente a él, sin embargo, supo que estuvo completamente equivocada cuando le tocó a ella ver morir al amor de su vida sobre sus brazos.
Su ment...
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capítulo seis; una visita al futuro
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❪ pov's Hye ❫
LAS MEJORES DECISIONES SE DANCUANDO PIENSAS CON cabeza fría, ya que cuando actúas por imprudencia, las cosas no siempre salen como en verdad quieres.
Ahora estaba yo, una adulta dentro del cuerpo de una adolescente sin escrúpulos y madurez suficiente como para hacerle caso a refranes en medio de una guerra contra el tiempo, literalmente.
Sin embargo, deseché todas las ideas negativas con el hecho de ir yo misma al futuro. ¿Que más daba? No iba a encontrarme con alguna anomalía nueva porque no habíamos cambiado absolutamente nada. Es más, estaba segurísima de que Takemichi iría detrás de mi en cuanto se diera cuenta de que yo no estaba.
Kurosawa Izana, un chico de Tenjiku. ¿Peligroso? podría ser, sus métodos de pelea me lo confirmaban. ¿Importante? estaba por verse. No tenía más tiempo que perder.
Llegué hasta la residencia Tachibana, dónde pensé en simplemente llamar a Hina para que me hiciera ver a su hermano, pero recordé que el idiota llamado Izana me lo había destruido.
Mira que hasta tenía la suficiente fuerza para destruir un teléfono con solo una de sus manos. Una sola.
Así que me tocó llamar a la puerta.
Y para mi gran alivio y misericordia, el que me abrió la puerta fue el menor de la familia, Tachibana Naoto. Traía una expresión adormilada, como si se acabara de levantar, pero al parpadear varias veces se puso recto y comenzó a peinarse el cabello con sus dedos.
—Hy-Hyeon... hola. —aclaró su garganta,— ¿Buscas a mi hermana? Pasa, está en su-...
—No, de hecho, vine a verte a ti. —susurré, lo menos que quería era que Hina se diera cuenta de que estaba ahí. Adopté una pose más relajada y le sonreí.
Sus ojos brillaron y parecía contener una sonrisa.
—¿Querías verme... a mí?
—Sí. —asentí y respiré hondo, ojeando mi mano algo sudada por los nervios. Sin más, se la tendí como solía hacer mi hermano al querer viajar en el tiempo, supongo que con solo eso era posible,— ¿Te va todo bien, Naoto?
Miró mi mano, luego a mi y me empecé a impacientar. ¿Por qué tardaba tanto?
Hasta que, finalmente, correspondió a mi saludo.
—Me va grandioso, mejor ahora que estás aquí. —y fue lo último que escuché.
Mi visión se tornó borrosa de repente junto con una pequeña electricidad por todo mi cuerpo, incluso más potente que las que solía tener al viajar en el tiempo. Dejé de sentir mis extremidades y como todo a mi alrededor se quedaba completamente callado, dejándome en una completa inconsciencia.
