𝗜𝗡𝗗𝗘𝗟𝗘𝗕𝗟𝗘 | Hanagaki Hyeon pensó que sabía lo que sintió su hermano cuando vio a su novia morir frente a él, sin embargo, supo que estuvo completamente equivocada cuando le tocó a ella ver morir al amor de su vida sobre sus brazos.
Su ment...
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capítulo cinco; el chico de cabello blanco
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❪ pov's omnisciente ❫
—¡¿PERO COMO ESPERAS QUE ME QUEDE QUIETA si me estás aplastando las costillas que me quedan?! ¡Aaaah aay!
Takemichi miró la puerta de la pequeña habitación improvisada que tenía el templo donde la ToMan solía reunirse. Los muchachos solían usarlo para guardar cosas y piezas de motos, pero en ese momento, era usado por la hermosa Sano Emma como consultorio médico personal.
Estaba más que claro que el vendaje que la Hanagaki mayor se había hecho no había quedado del todo bien, añadiendo el hecho de que los efectos de las pastillas para el dolor habían pasado hacía un buen rato y sentía su cuerpo extremadamente tieso. Mikey no tardó en llamar a su hermana para que se la llevara a su casa y la pudiera atender ahí, pero Hyeon se empeñó que quedarse en el templo porque quería estar presente en la reunión de emergencia que la ToMan iba a convocar si o si, así tuviese que estar acostada sobre una roca para no moverse tanto.
—Creo que mejor voy a dar un vistazo. —propusó el Hanagaki, levantándose del suelo.
—Quieto, hombre, que todo está bien. —Draken lo detuvo poniendo una mano en su hombro,— Emma es buena en eso de los vendajes, tomó clases de primeros auxilios.
Respingó cuando un nuevo grito de Hye se escuchó de ahí hasta probablemente la frontera de Japón. En un intento de conseguir algo de apoyo, miró a Mikey, quien seguía sentado en el suelo jugueteando con una pequeña pelota de hule.
—¿Qué?
—¿Cómo no te preocupa escuchar a tu novia gritar de esa forma?
—Hyeon no es mi novia.
Takemichi dejó su boca abierta con la palabra a medio salir, intercambiándo miradas con Draken que también se sintió un poco incómodo por la forma tan natural en la que Mikey había dicho eso último. El más bajo seguía lanzado su pelota de hule hacia la pared sin prestarle atención al ambiente que se formó gracias a él.
—Bueno-... —el comandante lo interrumpió.
—Emma sabe lo que hace, ¿o quien crees que nos curaba las heridas en los ataques que ha recibido ToMan? —dijo, volviendo al tema principal como si nada, sin verlo, solo jugando con su pelota pequeña.
