PD : TE ECHO DE MENOS | TAYNICK | Taylor Zakhar & Nicholas Galitzine

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[NICHOLAS]

Miraba mi reflejo frente al espejo del baño del hotel. Iba vestido con camisa blanca, pantalones ajustados negros y una cazadora negra.

Estaba nervioso por qué Taylor vendría a por mi en menos de diez minutos. Lo había desbloqueado de mi teléfono para que pudiera avisarme de cuando llegara a la puerta del hotel y para que engañarme, estaba muerto de los nervios por que cada vez que estábamos a solas la tensión la podía notar hasta el país mas cercano.

"En cinco estoy allí"

Leí el mensaje que me acababa de mandar Taylor.

Cogí la tarjeta del hotel, mis pertenencias, me miré por última vez al espejo y salí.

- Hola - saludé a Taylor que se encontraba apoyado en el coche con sus brazos cruzados.

¿Podia ir mas guapo joder?
Llevaba un pantalón verde demasiado ajustado, mucho mas que el mio y una camiseta blanca sin mangas que dejaba sus brazos al descubierto.

- Hola Nick - sonrió - ¿vamos? - me señaló el coche.

Rodeé el coche y me monté. Me puse el cinturón de seguridad y me quedé esperando a que Taylor entrara en el coche. Una vez dentro lo miré mucho mejor.

Maldita sea ¿cómo quería que me controlara si estaba tan guapo?

- Me cago en la puta... - lo escuché murmurar.

¿Qué coño había sido eso?

- ¿Pasa...algo? - pregunté confundido. Lo miré de nuevo y noté como agarraba con fuerza el volante del coche.

- Tu perfume - contestó sin mirarme. ¿Qué le pasaba a mi perfume?

- ¿No...huele bien...? - seguía apretando el volante y lo único que conseguía con eso era que se le notarán todas las venas de sus brazos.

- Joder Nick - me miró - tu perfume me va a volver loco. Dios ¿has visto como vas? - recorrió con sus ojos todo mi cuerpo - vas perfecto.

- Taylor...

- Lo siento Nick. Yo no...perdón...

- Quedamos en algo - me removí incómodo en el asiento.

- Esto está siendo muy complicado - me quitó la mirada y miró al frente - ¿de esta manera te sentias cuando yo me estaba comportando como un total capullo contigo?

- No se a que te refieres.

- A esto - nos señaló - a esta tensión que hay entre los dos. A querer tocarte y no poder. A querer besarte y no poder hacerlo - bajó sus ojos a mis labios - a querer decirte tantas cosas y guardarlas para mí, por que si las digo puede que las cosas cambien. ¿Asi te sentias?

- Todo el tiempo - admití - cada vez que te veía. Hasta aquella noche en...ya sabes.

- En el jacuzzi - terminé la frase por él - esa noche fuí un completo gilipollas.

- Uno de los grandes. Pero prefiero no hablar de eso ahora Taylor.

Nos quedamos en silencio mirandonos a los ojos.

- ¿Vamos? Llegaremos tarde - pregunté y miré por la ventanilla.

- Sí - lo escuché suspirar y como arrancaba el motor del coche.