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[NICHOLAS]

Dejé a Taylor durmiendo y me metí a darme una ducha. Anoche fué una locura y aún después de tantas horas seguía exhausto, pero también encendido, muy encendido desde que Taylor y yo estuvimos juntos.

No podía dejar de pensar en su boca, en su cuerpo contra el mío y sus manos acariciando cada parte de mi piel y de mi cuerpo. Aún sentía su boca en cada rincón de mi piel, y su olor que ha había mezclado junto al mío. Y nunca pensé que esto llegara a suceder, obviamente quería que sucediera desde hacía mucho tiempo así que dejé atrás todos los miedos y dudas que tenía respecto a Taylor.

Todo había ido a mejor con Taylor

El agua seguía cayendo por mi cuerpo y yo lo único que quería era que Taylor estuviera aquí y que fuera él, el que pasara las manos por todo mi cuerpo. Que me hiciera recordar lo de anoche una y otra vez.

- Buenos días - me giré para ver qué Taylor se encontraba totalmente desnudo y apoyado en el marco de la puerta. Corté el agua, me giré y lo miré con una sonrisa - bonitas vistas desde tan temprano - recorrió con su mirada todo mi cuerpo.

- Puedo decir lo mismo - le mostré una sonrisa pícara - ¿a qué se debe tu visita?

- Escuché el agua correr y no pude evitar venir corriendo hasta aquí - se metió en la ducha y se quedó a un palmo de distancia de mí - y también pensé que podíamos ahorrar agua juntos, pero te has adelantado.

- ¿Solo has venido a eso? - apoyé mi espalda en la pared fría de la ducha mientras recorría con mi mirada todo el cuerpo de Taylor.

Era un puto dios griego. Cabello negro y rizado. Ojos marrones con aquellas pestañas que me volvían loco. Torso bien definido en donde en algunas zonas de su cuerpo se marcaban esas venas que hacían que perdiera la cabeza por completo.

Taylor estaba buenísimo y yo al lado de él me sentía insignificante con mi cuerpo.

Pero él me miraba siempre de aquella manera que hacia que perdiera todas las inseguridades con mi cuerpo.

- Sabía que te iba a encontrar desnudo de nuevo, por eso vine - dió un paso más cerca de mí - y verte desnudo y mojado me está poniendo realmente mal - otro paso más mientras no despega sus ojos de los míos.

- ¿Y qué tienes pensado hacer? - lo provoqué - por que quedarte ahí quieto no creo que sea una opción.

- Me faltarían horas para hacer lo que tengo pensado hacerte - en una zancada acabó frente a mi - y tus padres nos esperan para desayunar.

- Una lástima entonces - me encogí de hombros. Quería provocarlo un poco más, así que me giré de espaldas a él y abrí de nuevo el grifo del agua.

Sentí la respiración de Taylor en mi cuello y como terminaba de acercarse a mi cuerpo. Pasó sus dedos por mi cintura para luego poner sus manos en mi vientre, acercandome del todo a él. Ahora tenía mi espalda pegada a su pecho mientras nos caía el agua por todo el cuerpo.

- ¿Está intentando provocarme cariño? - me habló al oído.

- ¿Lo estoy haciendo? - eché mi cabeza un poco para atrás y giré un poco la cabeza, dejandole mi cuello a toda su disposición.

- Me provocas siempre Nick, siempre los has hecho.

Taylor bajó y subió sus manos por todo mi pecho a una velocidad que me estaba matando y volviendo loco. Quería más, que tocara más partes de mi cuerpo, pero lo estaba haciendo todo demasiado lento y eso, era una tortura para mi.

De un momento a otro, y sin darme cuenta cortó el agua y volvió con sus manos a mi cuerpo.

- Tú cuerpo me vuelve loco ¿sabes? - me habló al oído - siempre me ha vuelto loco - mordió el lóbulo de mi oreja y yo en respuesta solté un gemido - sé que a veces te sientes inseguro con él, pero te puedo asegurar que es perfecto.

Tenía sus grandes manos por todo mi cuerpo. Lo iba tocando lento y eso me estaba torturando.
Tocaba mi pecho, mis caderas, mis muslos, para luego subir mas arriba y olvidarse de mi zona que era la que más necesitada estaba en este momento.

Me estaba tentando y me estaba provocando y llevando al límite.

Puso sus labios en mi cuello. Comenzó dejando pequeños besos y luego pasó a dejar besos y mordiscos y cuando yo creía que no podía más, pasó su lengua desde el cuello hasta el oído. Todo eso acompañado de sus manos acariciando cada centímetro de mi cuerpo.

- Tay... - no podía dejar de gemir - joder amor... - volvió a pasar sus labios por todo mi cuello - por favor...

- ¿Por favor qué cariño? - llevó su mano a mi notable ya erección, solo rozandola con sus dedos.

Todo era tan caliente y sensual que sentía morir de placer.

- Ya lo sabes - contesté con la respiración acelerada - sabes lo que quiero.

Taylor me giró, puso sus dos manos en mi pecho e hizo que apoyara mi espalda en la pared de la ducha. En sus ojos se podía ver la pasión y el deseo, y todo eso era por mi, solamente por mi.

- Quiero que me lo pidas - me provocó - que me lo ruegues - rozó nuestros labios.

Juntó nuestros cuerpos. Los dos mojados y excitados. Puso sus manos en mi cadera y luego las bajó a mi culo para apretarlo y juntar nuestras caderas. Yo en respuesta seguí gimiendo y arqueé la espalda buscando más contacto.

- Tocame Taylor...necesito que me toques joder - llevé mis manos a su nuca y lo acerqué a mí boca - tocame amor, necesito tus manos por todo mi cuerpo.

- ¿Sientes esto cariño? - cogió mi mano y la llevó a su erección.

- Sí - gemí en respuesta.

- Es todo por ti Nick. Haces que consiga estar así con solo una mirada o una caricia...

- Tú causas lo mismo en mi.

Taylor toma todo de mi y yo hago lo mismo con él. Los dos dándonos placer el uno al otro. Gimiendo nuestros nombres cada vez que movíamos nuestras manos.

- Esto se siente tan bien cariño - dijo Taylor antes de atacar mi boca.

- Demasiado bien - seguí gimiendo. No podía dejar de hacerlo con las manos de Taylor puestas en mi.

- Tus gemidos van a ser mi sonido preferido a partir de ahora - siguió moviendo su mano más rápido y yo ya sentía que iba a perder la cabeza o a desmayarme de placer en cualquier momento.

- Joder Taylor...

- Mierda Nick...si sigues tocándome así voy a enloquecer.

Los dos seguíamos dándonos placer. En este baño solo se escuchan nuestros gemidos y respiraciones agitadas. Si seguíamos mucho tiempo aquí metidos mis padres seguramente no tardarían en venir a buscarnos.

- Cariño...voy a...joder...

- Mírame Tay, mírame amor.

Y los dos mirandonos y diciéndonos con la mirada todo lo que no podía salir de nuestras bocas acabamos terminando uno en la mano del otro.

No había sido sexo como el del anoche, pero joder, hacer esto se sentía jodidamente bien.

- Dios Nick... - apoyó nuestras frentes - ¿esto siempre va a ser así?

- Espero que si - me separé de él y reí - espero que sea siempre así - dejé un beso en sus labios.

PD : TE ECHO DE MENOS | TAYNICK | Taylor Zakhar & Nicholas GalitzineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora