La mañana siguiente, Luna se levantó más temprano de lo normal y le armo el desayuno a Exequiel, este se despertó con cara de dormido, pero con una sonrisa, al ver que su novia le había dedicado su tiempo para cocinarle.
— Gracias por el desayuno amor, está muy rico —dijo él, dándole un sorbo al café y agarrando una tostada con huevos revueltos.
Exequiel tenía una dieta estricta, estaba preparándose físicamente para ganar masa muscular y para eso debía cuidarse con lo que comía. Luna lo acompañaba como podía, aunque no le gustaba desayunar lo mismo que a él.
— Nada que agradecer —sonrió ella— Ahora apurate que vas a llegar tarde.
— Si señora.
El jugador se vistió rápidamente y salió disparado al predio.
— Te amo —dijo Exequiel, acercándose a Luna por la espalda y dándole un beso en el cuello.
— Yo más, dale, anda.
Los dos se despidieron con otro beso y un abrazo, y Exequiel finalmente se fue.
Luna había heredado de su padre una pequeña cafetería en el centro de la ciudad, de la que se encargaban su hermano y ella. Ese día le tocaba a él, por lo que se quedó en su casa, ordenando y haciendo quehaceres del hogar.
Una vez que termino, ahora con tiempo libre, se quedó mirando su celular. Tenía un mensaje en Instagram. No sabía si contestar o no, pero sin pensarlo demasiado decidió hacerlo.
Luna se quedó mirando atentamente el celular, para ver qué le contestaba Nico, pero por más que actualizaba la página, no obtenía respuesta. Finalmente se dio por vencida, dejando el aparato a un costado.
Se recostó en el sillón y empezó nuevamente con las preguntas... ¿Y si?
Dio vueltas y vueltas, hasta que finalmente se quedó dormida. Se despertó una hora más tarde, cuando el Changuito golpeó a la puerta. Rápidamente se levantó y se dirigió a abrirle.
— Hola amor, no te esperaba —le dijo ella.
— Quería verte.
Exe tomo a Luna por la nuca y le dio un beso en los labios, ella lo rodeó con los brazos y se quedaron unos minutos besándose.
— ¿Qué tal el entrenamiento? —preguntó Luna, separándose del jugador.
Los dos pasaron a la casa, se sentaron en el sillón pegados uno al otro.
— Bien, agotador como siempre, Nico está re loco, no sabes lo que corre.
Luna puso sus piernas encima de las de Exe y este comenzó a acariciarle el muslo, mientras seguía hablando del entrenamiento. Ella no quería ignorarlo, pero al nombrar a Nico la cabeza se le fue para otro lado.
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𝒰𝓃𝒶 𝒷𝒶𝓁𝒶 | Nico Figal (+18)
FanfictionSe conocieron cuando ella era menor, los separaban seis años. Luna prometió esperarlo, pero él nunca volvió. Hasta ahora.