La realidad de lo que había pasado golpeó a Nico, que fue el primero en despertarse. Miro a Luna abrazada a él descansando tranquilamente. No quiso moverse ni un milímetro, se quedó ahí, quieto, mirando al techo.
Después de un rato, se le empezó a dormir el brazo, por lo que se movió un poco para acomodarse. Pensó que Luna lo notaría, pero ella simplemente suspiró y se dio la vuelta, todavía durmiendo.
Nico aprovechó para poder levantarse, todavía estaba desnudo. Se dirigió al baño, dónde se dio una larga ducha, repasando en su cabeza la noche de ayer.
Sonreía debajo del agua, todavía sorprendido de lo que había pasado. Es que jamás se hubiera imaginado que podría pasar algo entre ellos dos, no después de tanto tiempo, no con Luna en pareja. Pero pasó y ahora había que hacerse cargo de las consecuencias.
Nico terminó de bañarse y se dirigió a la habitación envuelto en una toalla por la cintura. Comenzó a buscar ropa, cuando sintió que Luna se movía inquieta, buscándolo.
— ¿Hace mucho que estás despierto? —murmuró ella, frotándose los ojos.
— Hace un ratito —le contestó él, acercándose a la cama con la ropa en la mano.
Luna se desperezó, volvió a frotarse los ojos y entonces la realidad la golpeo a ella también. Miro a Nico con los ojos bien abiertos, luego se fijó si llevaba puesta ropa y volvió a mirarlo al darse cuenta de que estaba en ropa interior.
— Nico.
— Luna —contestó él, sonriendo.
— ¿Pasó de verdad?
Ella miraba alrededor, por algún motivo le costaba creer todo lo que había pasado la noche anterior. Changuito casi que rompiendo la puerta, la policía, el drama... el beso y lo que siguió después.
— Sí, ¿estás bien? —preguntó Nico, preocupado.
Se sentó a su lado en la cama, dejando la ropa a un lado. Luna recorría con la mirada la habitación, sin entender nada. Todavía estaba muy dormida, le costaba creer que estaba con Nico y que todo lo que le caía ahora había pasado.
— Luna —Nico la sacó de sus pensamientos— ¿Qué pasa?
— Es que no lo puedo creer.
Se miraron en silencio unos segundos y entonces empezaron a sonreír, lo que lentamente se fue convirtiendo en una risa cómplice. Luna se estiró hasta donde estaba Nico y le dio un abrazo, feliz. Él se lo devolvió, apretujándola contra su cuerpo.
— Al fin Nico, al fin —dijo ella, besando su cuello.
Se separaron y Luna se dispuso a buscar su ropa, Nico la miraba de reojo mientras se vestía. Observó descuidado su cuerpo, como si pudiera volver a probar de él. Ella se dio cuenta, por lo que, haciéndose la tonta, se acercó a él y le dio un beso en los labios.
Nico la sostuvo por la parte de atrás de la cabeza, cerrando los ojos ante la profundidad del beso. Sin darse cuenta, llevo una de sus manos a la cintura desnuda de ella y un escalofrío recorrió el cuerpo de los dos.
Luna se acercó más, al punto de quedar encima de él, sentada. El jugador le agarró los glúteos sin pensarlo, acercándola más hacia él. El beso era profundo, sus lenguas rozándose lentamente. Nico acarició la espalda de ella con delicadeza, dibujando círculos sobre su piel.
Los dos empezaban a respirar agitadamente mientras buscaban la forma de tenerse más, pero no alcanzaba. Ni los besos ni los abrazos eran suficientes ahora.
— No me hagas esto —dijo Luna, sobre los labios de Nico.
— ¿Esto qué? —contestó él, fingiendo demencia.
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𝒰𝓃𝒶 𝒷𝒶𝓁𝒶 | Nico Figal (+18)
FanfictionSe conocieron cuando ella era menor, los separaban seis años. Luna prometió esperarlo, pero él nunca volvió. Hasta ahora.