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La familia de Exequiel no quería a Luna, no lo habían hecho desde que la conocieron por primera vez. Ella no entendía el porqué, ellos decían que estaba con el Chango solo por plata y fama, pero la realidad es que los dos no siquiera se mostraban por redes. Nadie sabía que los dos eran pareja.

Luna no hacía muchas preguntas sobre la familia de su novio, no les deseaba el mal, pero simplemente le costaba entender el porqué de su resentimiento.

Así que cuando Exequiel decidió irse unos días a su pueblo, ella se quedó. Se encargó de la cafetería durante una semana entera, ya que su hermano había decidido tomarse unos días libres para pasarlos con su hijo.

Entonces, una tarde, a Luna le llegaron mensajes a su Instagram. Era Nico.

Ella no sabía si estaba haciendo algo malo al juntarse con Nico, después de todo Exe no sabía de su amistad y juntarse con él podría ser algo polémico, pero decidió hacerlo de cualquier manera

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Ella no sabía si estaba haciendo algo malo al juntarse con Nico, después de todo Exe no sabía de su amistad y juntarse con él podría ser algo polémico, pero decidió hacerlo de cualquier manera.

El jugador llegó a su casa unos minutos más tarde.

— Llegué rápido porque estaba por la zona —mintió él, había dado vueltas hasta decidirse si preguntarle de hacer algo o no.

La realidad es que Nico quería ver a Luna después de la última conversación que habían tenido. Sabía que las cosas habían quedado raro y odiaba eso. Quería ser su amigo, como antes.

— ¿Estabas aburrido? —preguntó ella con una sonrisa.

— Algo así, quería verte.

Luna se sorprendió ante eso, saber que quería verla. Ella también había pensado en él, pero no encontraba motivos para verlo. Quizás simplemente tendría que habérselo dicho.

— ¿Changuito dónde está? —preguntó Nico.

— Se fue a ver a sus viejos, vuelve en unos días.

Nico lo sabía, pero no dijo nada.

— Igual seguro vos ya lo sabías, que Chango no está —dijo Luna, mirándolo de reojo.

Nico asintió, sonriendo.

— Sí, por eso te dije de vernos —dijo Nico, muy seguro de sí mismo— En algún momento vas a tener que decirle que nos conocemos.

— Lo sé, estoy pensando en cómo decírselo porque ya pasó un tiempo desde que llegaste.

Luna preparó mates y lo dejó encima de una mesa ratona, a un lado había un sillón en donde Nico estaba sentado.

— ¿Por qué no le hablaste de mí antes? —indagó Nico, agarrando el termo y cebando un mate.

Era una costumbre que ellos habían tenido, Luna preparaba el mate y él se encargaba de pasarlo.

— ¿Cuándo querías que se lo diga? Nunca hubo oportunidad.

— ¿Todavía no han hablado de otras parejas?

𝒰𝓃𝒶 𝒷𝒶𝓁𝒶 | Nico Figal (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora