𝟙𝟟.

356 14 2
                                    

Luna dejó que pasara un día desde el último mensaje de Changuito. El chico estaba desesperado por hablar sobre lo que había pasado, pero ella necesitaba descansar su mente un día más.

Finalmente, acordó con él un punto de encuentro para poder hablar sobre las cosas. Luna ya no confiaba en Changuito como para verse solos. Así que opto por la cafetería, en donde estaría Lucas vigilándolos.

Luna le había contado todo a su hermano, quien no reacciono muy bien ante eso. Incluso llegó a enojarse con su padre, quien se había puesto muy insistente en que Luna y Exequiel se arreglaran. Para él, eso ya no era posible, se habían cruzado límites y de eso no había vuelta atrás.

Changuito llegó a la cafetería y Luna lo esperaba sentada en una esquina tomando su café favorito: un capuchino de vainilla. Él le sonrió amistosamente y ella le devolvió la sonrisa, invitándolo a sentarse.

— ¿Cómo estás? —preguntó él, sentándose enfrente de Luna.

— Estoy bien, ¿vos?

— No tan bien, si te soy sincero. Me siento muy mal por lo que hice —dijo Exequiel, mirándose las manos.

— ¿Por qué me hiciste eso?

— Porque soy celoso y pierdo el control, estaba tan enojado que no me controlé, estuve muy mal Luna y te pido perdón —Exequiel se notaba totalmente arrepentido.

Luna simplemente lo miró con piedad, podía notar que él realmente se sentía mal por lo que había hecho, pero no iba a tenerle lástima. Exequiel no lo había tenido con ella.

— Tu papá me dijo que estabas en casa de un amigo, fui a buscarte y no estabas —ahí estaba, el control de nuevo— ¿Estabas con Nico, no?

— Sí, estaba con él —contestó Luna, esperando cualquier tipo de reacción.

Exequiel se puso completamente celoso, pero tenía que controlarse. Ya no podía actuar de la misma manera, menos en un lugar público. Toda su carrera corría riesgo si llegaba a ponerse como loco de nuevo.

— ¿Y qué hicieron?

— Hablamos, mucho. Él es como mi mejor amigo y...

— "Como tu mejor amigo" —repitió Changuito— Pero entre ustedes pasa algo más...

— Sí, Nico y yo tuvimos algo hace un par de años.

A Exequiel le costaba mucho mantener la calma, pero agradecía la sinceridad de Luna. Al menos ahora las cosas empezaban a cerrar.

— ¿Por qué no me lo contaste antes? —indagó Changuito.

— Porque era un asunto mío, no tuyo.

— Igual me lo imaginaba... ¿Por qué no me contarías que fue tu amigo?

— Él fue muy importante en mi vida y no iba a dejar que vos me arruinaras eso, ya suficiente tuve con mi viejo —Luna era cortante, seca, sin sentimientos.

— ¿Ya no tenemos chances de volver a estar juntos? —preguntó Changuito, su voz era un murmullo de tristeza.

— No Exe, perdón, pero ya no.

Changuito se quedó mirando al vacío, pensando en todo. Él también había proyectado a futuro con Luna, a pesar de los pocos meses que habían estado juntos. Se imaginaba la boda, los hijos, la casa, el perro... las vacaciones en familia, que lo vieran en cada partido y dedicarles un gol. Se sintió realmente triste.

— Perdón, en serio... no sé qué más decirte.

— Ya está Exe, yo te quiero mucho y...

— ¿Podemos seguir siendo amigos? —dijo él, casi desesperado— Sos la única persona en la que confío acá, estoy lejos de mi familia y de verdad que a veces creo que solo vos sos la que me entiende.

𝒰𝓃𝒶 𝒷𝒶𝓁𝒶 | Nico Figal (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora