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23 - El mejor regalo

Las vacaciones estaban a punto de finalizar. Faltaba una semana para que el castaño ingresara en la empresa familiar y aún ni dos para el inicio de las clases.

La casa Xiao se vestía de fiesta. Era el cumpleaños de Yibo. El primero que pasarían juntos y Zhan estaba emocionado. Haikuan se lo había llevado a la oficina con la excusa de preparar los papeles para su ingreso. El resto de la familia y amigos, estaban decorando el jardín trasero. El azabache se había encargado del pastel y de la comida. Faltaba poco para la llegada de los Wang.

El sonido del todoterreno de Yibo los alertó. Se escondieron en el jardín y esperaron la llegada de los alfas. Zhan estaba nervioso y feliz, con el pastel en la mano.

- Espero que le guste. Ya quiero comerlo.

- Zhany, di más bien que quieres comerlo. El resto te importa bien poco - apuntó Ziyi.

Los alfas entraron en el domicilio. Yibo se extrañó de no ver a su omega corriendo y abalanzándose sobre él.

- ¡Qué raro! No escucho los pasos de Zhan.

- Habrá salido.

- No creo. Me lo habría dicho. ¿Habrá pasado algo?

- Igual están disfrutando del día tan bonito en el jardín y por eso no se han enterado de nuestra llegada.

- Puede ser. Iré a ver.

Los dos hermanos cruzaron la vivienda hasta llegar a la puerta trasera. Al abrirla, Yibo pudo ver el jardín decorado con globos y guirnaldas. En el centro había una mesa con flores, globos en las esquinas y comida. Mucha comida. Se adentró maravillado por lo que estaban viendo sus ojos. Se le había olvidado que ese día era su cumpleaños.

- 🎶🎶Cumpleaños feliz. Cumpleaños feliz...🎶🎶

Yibo se dio la vuelta y vio a Zhan con un lindo pastel sobre sus manos. Al verlo, tan hermoso y radiante, cantándole el cumpleaños feliz, Yibo se emocionó y unas lágrimas asomaron por sus ojos. Era la mejor fiesta de su vida. El azabache se acercaba a él y él sólo deseaba abrazarlo. Ya no le cabía ninguna duda de que estaba profundamente enamorado de aquel joven.

- Pide un deseo y sopla.

"Vivir una vida feliz a tu lado."

Yibo sopló y apagó las velas. Unos ruidos ensordecedores lo sacaron de su mundo. Confetis de colores volaban sobre ellos. Los demás salieron de sus escondites y felicitaron al alfa entre alegres sonrisas.

- ¡Feliz cumpleaños!

- Venga, vamos. Es hora de comer.

A mayores de sus cuñados y su hermano, los amigos de Zhan, su primo, Wenhan y Bowen estaban ahí también. Todos habían planificado la fiesta sorpresa. Juntos, alrededor de la mesa, comían, reían, contaban chistes, anécdotas graciosas... Era un momento feliz para el alfa. Estaba rodeado de su gente querida, en especial, su omega. No le extrañó verlo comer desordenadamente un gran trozo de pastel.

- ¡Hora de los regalos! - dijo Haoxuan.

Empezaron a darle los paquetes y Yibo a abrirlos. El último fue Zhan. Era un colgante con la cabeza de un buey. Un día en el que había ido de compras con Zhan, se quedó mirando ese colgante. Le recordaba a su equipo de baloncesto, tal vez sería eso lo que tanto le gustó. Recordar la última liga universitaria era también, recordar la primera vez que vio a su destinado. Zhan lo apuró para marchar y cuando volvió, ya no estaba.

- ¡Zhan! ¡Te has acordado!

- Claro que sí. Lo compré ese mismo día. Cuando salí con mi hermana al super, en realidad fue para comprarlo. Tuve suerte, porque sólo quedaba este.