Ese sábado, Zhan se encontraba en el salón amamantando a su bebé. Era el primer día de vacaciones. Había aprobado todas las asignaturas con buena nota. Ya podía relajarse y disfrutar de su familia.
Fan Xing se había levantado ese día inquieto. Incluso se quejaba mientras comía. Zhan estaba preocupado. Algo estaba raro y el pequeño también lo notaba. Yibo había tenido una noche revuelta y en más de una ocasión, el azabache despertó por los bruscos movimientos de su alfa. Arrulló a su bebé para tranquilizarlo nuevamente.
Unos pasos lo alertaron.
Yibo había amanecido con mucho calor y un intenso dolor de cabeza. Sabía lo que eso significaba. Maldijo entre dientes. Esa noche era su primer aniversario y tenía preparada una sorpresa para Zhan. Mal momento. Buscó entre sus cosas la caja de pastillas que tenía olvidada y se tomó dos. Unos minutos después, bajó.
Se encontró a su omega alimentando a su cachorro. Zhan volteó la cabeza y lo vio apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa sincera.
- Buenos días, dormilón. ¿Qué tal te despertaste? Tienes mala cara. Esta noche no parabas quieto. ¿Sueños revueltos?
- Puede ser - contestó Yibo desviando la mirada.
Zhan lo conocía perfectamente y sabía que esa era una costumbre que tenía cuando mentía o ocultaba cosas. Yibo entró en la sala.
- Sé que me estás ocultando algo. Conozco esa mirada.
La conversación se interrumpió cuando Fan Xing empezó a llorar y revolverse en los brazos del omega. Zhan lo miró con preocupación.
- ¿Qué le pasa?
- No sé, está raro. Desde que se despertó no he sido capaz de calmarlo. Ni cuando lo puse al pecho. Se queja mucho. Yiyi, ¿le pasa algo a nuestro bebé?
- No lo sé, conejito. Déjame a mí, a ver si soy capaz.
Sin embargo, en el momento en el que sintió que su padre lo alzaba, sus llantos fueron más fuertes y pedía volver con Zhan. Sin segundas intenciones el azabache tomó nuevamente al bebé y empezó a pasear por la sala y a mecerlo entre sus brazos. Se tranquilizó un poco. Yibo se acercó nuevamente preocupado y el pequeño empezó a llorar.
- ¿Qué tienes, pequeño? ¿Te encuentras mal? ¿Te duele algo? No me asustes así.
Zhan estaba a punto de llorar. Algo le estaba pasando. Aunque para Yibo las piezas empezaban a encajar. Cuando se alejaba, parecía que se calmaba y al acercarse, lloraba de nuevo. Zhan, en su último intento por calmarlo, empezó a desprender sus feromonas. Desde el segundo trimestre del embarazo, su olor se fue volviendo más dulce. Dulce y atrayente.
Al captar el olor, Yibo se empezó a marear. Sentía a su lobo aullar y desgarrarlo por dentro. Empezó la batalla por el control.
- Zhan, no... Para...
No era capaz de hablar. Intentaba mantener el control desesperadamente. Zhan, preocupado por Yibo se acercó a él, pero por cada paso que daba en su dirección, el alfa daba dos.
- Mi amor, ¿qué te pasa? ¿Te encuentras mal?
- Zhan, no... - le estaba resultando difícil mantener la cordura - Aléjate de mí.
Los veía lejanos y las palabras de Zhan apenas eran comprensibles para él. Las dulces feromonas de Zhan estaban alterando a su lobo. En su interior se desataba una guerra entre lobo y humano por tomar el control. Meneo su cabeza intentando despejarse, pero nada funcionaba.
- Omega. Mío. Zhan, vete. Quiero a mi omega.
Los ojos de Yibo cambiaban de color y el llanto de Fan Xing se hizo más fuerte. Por fin Zhan se dio cuenta de lo que estaba pasando y de lo que Yibo le había ocultado.
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RomanceUna noche puede cambiar el destino de dos jóvenes, aunque al despertar ninguno recuerde lo sucedido. Avisos: Historia omegaverse. Yizhan Por las nuevas normas, cambié la edad de Zhan, ya que originalmente, era menor de edad (14 años). 🔞 + 18. Esce...