Arlene abrió los ojos y tuvo que cerrarlos de nuevo. Todo se veía demasiado iluminado y la luz la lastimaba. En su afán por reconocer dónde estaba, lo único que pudo ver fue dos figuras blancas frente a ella. Por un momento pensó que había muerto y que quizá las figuras blancas ante ella eran ángeles, pero después se regañó a sí misma por pensar estupideces. Era obvio que no estaba muerta—mucho menos porque tenía algo conectado a su brazo.
-¿En dónde estoy? ¿Qué pasó? ¿Qué tengo en el brazo?- interrogó la chica con urgencia.
Una de las figuras blancas se acercó a ella. Era la doctora Mila, enfundada en su inmaculada bata, con el cabello cubierto con una mascada igualmente impoluta.
-Tranquila... tuviste un desmayo, y justamente estamos intentando averiguar qué te pasó. Los desmayos pueden ser causados por muchas cosas, y una de ellas es la deshidratación. Eso que tienes en el brazo es suero rehidratante- explicó la doctora, mientras estiraba la mano para acariciar un poco el cabello de Arlene intentado calmarla.
-Quiero irme de aquí- fue la única respuesta de la chica, mientras intentaba levantarse de la cama donde estaba acostada.
-Intenta tranquilizarte, por favor- insistió la doctora-. Aún tienes el suero conectado; además, te acabamos de hacer una química sanguínea, por lo que es muy probable que te sientas débil. Mejor quédate aquí y descansa un poco. ¿Has comido algo el día de hoy?
-No he comido nada- respondió Arlene, algo malhumorada-. Además, lo más seguro es que mi desmayo sea algo normal. Ha sido un día terrible. Digo, seguramente ya lo saben, pero un estudiante de esta escuela acaba de morir, y ese muchacho era mi amigo y novio de mi mejor amiga. Y, ¿cómo que una química sanguínea?
-Te sacamos sangre- en ese momento respondió la enfermera, con un tono de voz tan claro y sereno que parecía un robot.
-Sí sé qué es una química sanguínea- el malhumor de la heredera McLauren iba creciendo-. Lo que no me explico es por qué me la tienen que sacar ustedes si yo tengo a mi médico de cabecera.
-Bueno, pues tenemos que cerciorarnos que no tengas ninguna condición subyacente que haya causado el desmayo- insistió la doctora Mila, aún amable y comprensiva-. Además, Arlene, debes recordar que tanto la enfermera Amandine y yo somos nuevas en la escuela y pues pensamos que esto fue una buena oportunidad para actualizar tu expediente médico aquí en Delia High. No te sientas mal; tus compañeros tarde o temprano también padecerán sus análisis de sangre. Pero por lo pronto, sigo pensando que sería mejor que descansaras. Ha sido un día pesado para ti.
La doctora y la enfermera salieron de la habitación; la primera le sonrió cálidamente a Arlene antes de retirarse. La joven, por su parte, se dejó caer en la cama. No había mucho qué hacer, así que miró a su alrededor. Con las hermanas Cameron, la enfermería era básicamente un cuarto desierto, pero ahora había unas repisas las cuales estaban llenas de muñecas de diferentes tamaños. Eran esas muñecas de porcelana de ojos de vidrio las cuales parecían sacadas de alguna tienda de antigüedades o de alguna película de terror. Sobre el escritorio de la doctora también había tres de ellas. Verse rodeada por los ojos sin vida de las muñecas hizo que Arlene se sintiera un poco inquieta, por lo que mejor apartó la vista. Después de la visión que había tenido, lo que menos quería era pensar en cosas raras...
Aunque después de todo, ¿qué mierda había sido esa visión? Había visto una criatura demoníaca devorando las entrañas de Jamie y cómo ésta había sido la causante de la muerte del muchacho. Si eso era real... ¿qué era esa bestia? La había "sentido", por decirlo de alguna manera, cuando había tenido la visión de Jake disparándose, pero no había visto su forma física hasta esta nueva... ¿pesadilla? Tan sólo recordar lo que había visto aterrorizaba y confundía a la chica cada vez más. Si ese monstruo era real... ¿acaso estaba tras ella? ¿Acaso Jake y Jamie habían sido tan sólo una especie de escalones para alcanzarla? Pero si esa criatura estaba dañando a aquellos que la conocían... eso podría significar que Jolene, Freddy y Peter también estarían en peligro... La idea de sus amigos, pero sobre todo de su novio muriendo de forma horrible, le empezó a dar mareos. No. Eso no podía pasar... todo eran tonterías. Sólo eso: ¡pesadillas tontas!
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Arlene Mania
ParanormalEl dinero, el poder, el legado del apellido más importante de la ciudad... todo eso suena a un sueño hecho realidad... pero, algunas veces, los sueños se convierten en pesadillas... Para Arlene McLauren, la "It girl", de Delia Harbor, esto no es l...