Helluva Boss: Saltos del corazón (Ozzie (Asmodeus)x Fizzarolli)

Capítulo 9

Si bien, tras esa interrupción de esa misma noche, eso no les impidió disfrutar del resto de la misma. Ambos estaban dormidos uno arriba del otro.

Pasando hasta el próximo día, ambos continuaban con su vida diaria, desayunando y pasando la mayor parte del tiempo juntos, pero, había algo que le molestaba a Fizzarolli, y era... Saber más sobre esa relación con ese otro pecado.

—O-Oye, Ozz...—

Habló el mismo payasito colocandose otro traje suyo, y Ozzie usando su traje típico.

— ¿Si, amor~?...—

Este con sus ojos saltones y el sudor chorreando a más no poder de su frente giraba sus ojos de un lado a otro.

—¿N-No crees que sería bueno tener más ropa nueva?... Y-Ya sabes... Eres todo un papasito con tu traje, pero, me preguntaba si no usarías algo... ¡A-Algo m-más sensual!...—

—¿Hmm?~...—

Se giraba al verlo un tanto extraño, cuando se ponía nervioso solía hablar aún más rápido.

—¡Ya sabes ropa nueva y con otro diseño~!... —

— Si siempre suelo usar esto, Fizzy-...Oh-... Oh~.—

Hizo una pequeña mueca erótica y  pervertida, acorraló al pequeño contra la pared y sonreía, mientras colocaba su mano en el mentón de Fizzarolli, quién tenía miedo de que lo descubriera realmente su "plan", pues sí, deseaba volver a hablar con ese otro pecado, pero, no podía hacerlo, se sentía mal preguntándole a Ozzie sobre su pasado, pero, ese demonio de la envidia se veía... ¿Dolida? Cuando se enteró de su relación...

—¿Acaso... Tienes "hambre" otra vez, Fizzy~?. Mi pequeña ranita tienenun gran apetito~...—

—¿Qué?...—

Se refería a su apetito sexual, si bien, siempre estaban insinuandose sexualmente y les gustaba coger por donde fuera, siempre y cuando estuvieran juntos, descubrir nuevas perversiones y no solo contarse sus fantasías más eróticas y sucias, sino... Hacerlas. 

—A-Ah... C-Claro siempre tengo ánimos de-...—

De un corto o muy largo lapso de tiempo en dónde ocurrieron una gran cantidad de situaciones sexuales intensas, fuertes, eróticas, desgastantes, excitantes, "duras" y con la inclusión de varios fetiches... Había un Fizzarolli totalmente satisfecho, sin mencionar agotado, por supuesto, pues a pesar de tener gran resistencia a la lujuria de su cuerpo, este se encontraba arriba en el pecho  de un dormido Asmodeus. Pues sí, no se negaba para nada el tener sexo con él, era maravilloso, un ser poderoso, que tenía una resistencia increíble en el sexo, no solamente por los grandes orgasmos que pudieran surgir durante el encuentro sexual, sino el arte de la excitación y del erotismo, explorar cada centímetro del cuerpo ajeno y provocar un placer con tan solo un soplido... La lujuria era sin duda el pecado indicado para él, un trasero grande y rebotante, un miembro increíblemente grande, un pecho fuerte y muy prominente junto a unos brazos fuertes, además de claro, una voz única y que encantaría a cualquiera.

—Coger...—

Dijo después de todo aquello. Se levantaba reincorporandose, por un momento, su trasero estaba totalmente adolorido y podía decirse, que estaba la escencia del más grande en todo su interior, sin mencionar que estaba un tanto pegajoso, se movió de forma sigilosa estirando sus extremidades, logrando  llegar a una gran tina. En repisas de ese baño, Fizz tenía sales, jabones, aceites y artículos de belleza, sin duda todos proporcionados y elaborados por el mismo pecado de la envidia, porque como decía su "slogan" comercial: "Para ser siempre la envidia de los demás". Le gustaba estar limpió y muy bien perfumado.