Capítulo 26

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Fizzarolli al escuchar aquello, sus ojos se hicieron algo saltones, su cara se ponía roja a más no poder y de un momento a otro este, quién miraba a los ojos a ese pecado, sintió una tremenda pena y un deseo ocultarse con cualquier cosa a la mano.

—¡¿Q-Q-Qué somos q-que?!...—

Tomó con su mano una almohada en forma de corazones y se cubría su cabeza.

—N-N-No juegue así conmigo...—

Asmodeus ante ese comentario, no pudo evitar enojarse y de forma repentina tomarle quitarle la almohada  y acorralarlo contra la cama.

— Fizz, nunca te haría una broma de mal gusto. —

Tenerlo encima suyo y estando cara a cara los dos, que lo viera de esa manera le hizo quedarse viéndolo un tanto hiponotizado, pero, no aguanto verlo directamente, por lo que comenzaba a buscar una especie de "escape" a su mirada. Mierda, era un jodido rey, un ser imponente que podía hacer con él lo que quisiera.

—A-Ah... Y-Yo... N-No es posible, d-digo... Es el demonio de la lujuria, el rey... Un pecado... U-Usted mismo lo ha dicho en sus entrevistas, que no cree en el am-

Asmodeus no le permitió continuar, por lo que, le tomo de las mejillas y lo obligó a verlo. Fizzarolli al sentirlo encima suyo le hacía sentirse aún más pequeño e intimidado.

—  Fizz, puedes o no creerme, pero, tu me enseñaste lo que es amar a alguien y... Yo te amo. —

Eso hizo que este abriera los ojos y por la mayor vergüenza que estaba en su ser al escucharlo decir aquello, sus pupilas  se encogieron un poco y Asmodeus pudo notarlo. Lo vió y en eso, se preguntaba así mismo... "¿Qué estaba haciendo?".

—Lo siento, Fizz... Yo. Lamento haberte... Empujado así. —

Comentaba mientras le soltaba y se levantaba de la cama. Este se fue incorporando lentamente.

— Tengo... Tengo cosas que hacer, puedes disponer de todas las instalaciones, le pediré a alguien que te prepare algo de comer. Descansa ¿Sí?. Nos veremos... Después.—

Le dolía verlo así, eran muchos sentimientos encontrados y notar que Fizzarolli estaba con pensamientos que le daban golpe a su autoestima, le daba aún más preocupación y tristeza verlo así.

Lo mejor sería tomar distancia, Asmodeus llevaba días sin dormir, estaba cansado, pero, no quería incomodar a su amante.

—S-Se... Señor Asmodeus...—

Le habló bajito y  solo se quedó en la cama observando como el mayor de los dos se disponía a irse, ya era demasiado lo que tenía que pasar Asmodeus por recuperar a Fizz y ahora, que este no recordará todos esos hermosos momentos que vivieron y superaron juntos.  Era demasiado.

Tras Asmodeus dejar la habitación, Fizzarolli veía todo a su alrededor, había objetos de dos tamaños... Uno enorme que definitivamente algún IMP o ser que no fuera similar al tamaño de Asmodeus pudiera si quiera utilizarlo... Y había otro justo a su lado del tamaño de él. Eso era algo tierno... Asmodeus trabajaba y obviamente era un rey, tenía todo a su disposición y no había nada que no pudiera conseguir por tener a su pequeño amante satisfecho, no lo hacía por comprarlo, sino... Le nacía comprarle cosas que el pequeño payasito ocupará o que simplemente sería lindo que él lo tuviera.

«E-Esta todo a mi medida...»

Fizzarolli pensaba aquello, mientras veía un pequeño tocador con muchos artículos de maquillaje y también estaban varios maniquís de cabeza con diversos gorros similares al suyo y en uno de ellos tenía aquella mordaza con una bola rojiza y moños al lado, eso hizo que se pusiera totalmente rojo de la vergüenza, alejándose un poco de esa sección.

Helluva Boss: Saltos del corazón (Ozzie (Asmodeus)x Fizzarolli)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora