Helluva Boss: Saltos del corazón (Ozzie (Asmodeus)x Fizzarolli)

Capítulo 23

Si bien, ya habían resuelto un gran enigma, ya podrían encontrar una cura para esa copia de la poción de amor. Ahora... Era momento de que Asmodeus usará sus medios para ir al gran círculo del orgullo. Dónde la verdad, era una gran mierda, debía decirse que, el círculo del orgullo si podría ser que estuviera el gran Lucifer, el "gran jefe", pero, su ciudad era un asco, tanto como su situación emocional; pues sí, cabe destacar que estar viendo pecadores morir en cada momento, lugares que estaban completamente en guerra,  destruidos, pecadores que caían del "cielo" y que sobrevivían (si es que podían) corriendo por doquier, sin mencionar los accidentes que estos "sufrían" o... El tal conocido exterminio, que si bien, las noticias del 666, ya mencionaban que se había evitado el exterminio de ese año gracias al gran capataz Lucifer.

Pasando de eso, Asmodeus estando en la habitación del pecado de la pereza con Fizzarolli quién seguía dormido, este tomaba su pequeña mano y la besaba suavemente.

— Mi amor... Espera aquí ¿Sí?... Pronto volveré. Promento no tardar. —

Este ponía su pequeña mano en su mejilla, esperando... ¿Algo?. Fizzarolli no estaba consciente y la manera en la que se encontraba le rompía totalmente el corazón.

— O... Zz...—

Dijo el pequeño diablillo entre sueños y eso hizo abrir los ojos esmeraldas de Asmodeus y en ese momento flaquear, y sin querer salir un pequeño sollozo, liberando una pequeña lágrima.

—Ranita...—

Era un momento íntimo entre ambos, nunca había llorado o sentir tristeza por alguien y menos por un pequeño IMP, pero, para Asmodeus... Fizz lo era todo para él.

Pasó el rato y tras ese momento de vulnerabilidad, Asmodeus ya estaba un poco más tranquilo, Belphegor estaba a su lado.

— Bien, Bel... Te dejó  a cargo de cuidar de Fizz... —

—Tranquilo, Ozzie, si sabes bien con quién tratas ¿No?. —

Le respondió de forma aletargada y tras un bostezo, se sentó en aquella nube rosada.

— Lo sé, pero, él... Es muy delicado, así qué... Por favor. —

Belphegor rodó un poco los ojos que estaban a la vista y sonrió.

—Tranquilo, sí él ahorita en sus sueños ha de estar sintiendo el paraíso... Duerme en la cama de la reina de la pereza. ¿Por qué crees que evitó tocarla?. —

Eso hizo que Asmodeus abriera un poco los ojos, pues de cierta manera, le sorprendía que incluso ese pecado evitaba dormir, ya que podía perderse siglos durmiendo y para ella serían como 15 minutos.

—B-Bien... —

Respondió algo incómodo, para abrir un portal hacia el círculo del orgullo.

— Saludas a Lucifer de mi parte...—

Sacudía su mano suavemente. Asmodeus entro en el portal y al entrar se daba cuenta del horrible lugar que era el orgullo.

— Mierda... Este lugar se sigue viendo horrible...—

Aunque su vista se dirigió a ese hotel, era brillante, hermoso y muy colorido, parecía un casino a decir verdad. Esté quería pasar desapercibido, por lo qué, tronó los dedos y cambió a su forma más... "Pocket", aunque no tanto, su altura era fácil unos 2 metros. Era más delgado, pero, conservando una altura. Nuevamente, tronó los dedos haciéndose una flama azulada y con corazones a su alrededor para aparecer en el interior del hotel, en la zona alta.

— ¿No crees que eso es algo patético?...—

Era una voz un tanto juvenil y que se escuchaba sensual. Eso llamó su atención y se dirigió a ver por las escaleras y ahí estaban en una reunión de grupo para redimir a los pecadores. Estaba el demonio del porno, Angel...