I just need you

Capítulo 5: Desmadre

Lo que veían los ojos de Louis era algo que no había visto en su vida. Para él decir que aquello era una fiesta no era correcto. Tampoco sabría que nombre ponerle ¿desmadre? No estaba seguro.

Hace un rato que han llegado a unas carreteras alejadas de la ciudad que da la sensación que no están acabadas y las han dejado abandonadas. Hay una pequeña tarima o escenario donde está el DJ o chico que pone la música con unos enormes altavoces.

Está oscuro, solo iluminado por las pocas farolas que hay a los alrededores y algún que otro faro de coche. La gente está distribuida por todos lados en grupos, algunos bailan en el centro y casi todos los demás beben y fuman.

Visten de manera casual, ropas desgastadas, apretadas, sobre todo las chicas con vestidos o tops cortísimos, si su madre los viera seguro diría que le entraba jaqueca. Él con su elegante camisa y pantalón de vestir destaca entre todos ellos como un faro en la oscuridad.

Stan, que por cierto es el nombre del chico con el que viene, lo ha descubierto en el coche, le acaba de dejar su chaqueta de cuero para al menos poder disimular un poco la diferente vestimenta.

El muchacho moreno lo va guiando por el lugar, sus ojos no dan abasto de intentar verlo todo. Puede que se esté arrepintiendo un poco de haber venido, ahora lo ve como una estupidez, se siente bastante inseguro y no porque sea cobarde, es porque no conoce absolutamente a nadie, ni siquiera a este tal Stan y la gente le está mirando de forma poco amable.

- ¿Quieres una cerveza? –  la voz de su nuevo conocido se escucha cerca de su oído.

- Oh, eso sería genial, sí gracias. –

- Voy a por ellas, quédate aquí. –

Y lo deja solo en medio de toda esa gente que no conoce y que ya van un poco perjudicados. Intenta no mirar a nadie fijamente para que no se sientan juzgados, no es su intención, solo es curiosidad, nunca había estado en esta parte de la ciudad ni viendo a tanta gente gritando, bebiendo y fumando de tal manera. Sin que a nadie les importe que les vean de esa manera. Debe de ser genial sentir eso.

Un par de borrachos provoca que tenga que dar varios pasos para atrás hasta que choca con alguien. Apenado por la situación se da la vuelta rápido para pedir disculpas hasta que ve con quién se ha topado y se queda congelado.

- ¿Qué narices haces tú aquí? – la voz más ronca que de normal, un escalofrío recorre la espalda del castaño.

No sabe bien qué contestar, se ha quedado helado por encontrarse con Harry aquí, pero más helado por lo jodidamente caliente que se ve. Lleva unos pantalones negros ajustados con la rodilla rasgada, unas botas marrones y una camisa medio abierta y suelta de color azul que le queda increíble. El pelo sin peinar, en plan rebelde y meciéndose un poco al viento.

El chico que estaba al lado del ojiverde se gira también, entonces el castaño consigue desviar un momento la mirada de los ojos verdes que se clavan en los suyos. El joven es moreno, alto y esbelto, la verdad que tiene un rostro muy bello.

Mira varias veces entre los dos y sonríe pícaro. Se cruza de brazos mirando también hacía el ojiazul.

- ¿Y bien? Te he hecho una pregunta. – Baja durante un momento la mirada y después la vuelve a subir. Se envalentona, claro que le va a contestar, qué más le da a él qué hace aquí, pero justo cuando va a abrir la boca aparece Stan.

- Ey dulzura, aquí tienes. - Harry levanta la ceja mirando primero a Stan y luego a Louis. No sabe bien si es por la cerveza o por el muchacho.

- Muchas gracias. - pero cuando va a coger la cerveza la mano de Harry se adelanta y la coge.