Capítulo 9: Fingir

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Pensaba que su padre se habría olvidado, que se habría librado de tener que hacer esta mierda, pero no tiene tanta buena suerte. Eso de la suerte no va con él.

Hace quince minutos que le han avisado de que su coche está esperándolo en la entrada y que tenía permiso para salir entre semana ya que su padre había llamado para avisar de sus tareas.

¿Tareas? Ahora intentar amargarle la vida a su hijo e intentar volverlo hetero era "tarea". Cómo odia que le hagan esto, puede aguantar que le critiquen, que lo ignoren o que piensen que no es bueno en nada de lo que hace, pero ¿qué no le acepten por ser gay? oh vamos, estamos en una sociedad avanzada, ya no es un puñetero tabú, vale que todavía hay gente retrograda que no entiende que el amor es amor, pero son ellos los que están equivocados.

Se viste simple, unos pantalones vaqueros, una camisa lisa y un jersey de punto encima. No se va a llevar chaqueta porque no quiere tener la obligación de si refresca tener que ofrecérsela a la chica. Sabe de esos trucos y no va a caer, al menos no otra vez.

Sale del colegio como si fuese un delincuente, no quiere tener que explicarle a sus amigos a donde va y mucho menos tener que decírselo a Harry. Obviamente todavía no son nada, solo sabe que se besaron mucho anoche y durmieron juntos, pero no hay nada...

¿Quería que fuesen algo? no ha parado de darle vueltas, y esta mañana cuando lo ha visto de nuevo en la cafetería ha tenido su respuesta. Sí. Sí quiere algo más con el hermoso camarero de ojos verdes. Nunca se había sentido así por nadie.

Tan solo con verlo se vuelve un flan, siente mil sensaciones en su cuerpo, sobretodo en el estómago, le arden las manos de querer tocarlo, le hormiguean los labios deseando volver a besarlo, se desespera por estar a su lado.

Pero como ya ha comentado antes, la suerte y él no se llevan demasiado bien, así que al salir por la puerta del colegio y justo antes de poder subirse al coche escucha una voz gruesa y sexy llamándolo.

- Ey Louis, ¿te marchas?- Ahí está Harry, tan hermoso como hace unas horas, todavía con el uniforme y una caja en las manos, así que sigue trabajando aunque ya debería de estar descansando, lleva todo el día aquí dentro trabajando.

- Sí, mi padre quiere verme.- sabe que no está bien mentir, pero como le va a decir al chico que le gusta y que le gustaría llegar a algo más que donde realmente va es a una cita con una chica que su padre le obliga a ser hetero.

- Espero que no sea muy intenso. Entonces... ¿nos vemos mañana?- pregunta poniendo ojos de cachorrito.

- Sí vienes a trabajar sí, lumbreras.- sonríe el castaño con verdadero cariño.

- Olvidaba que hablo con miss simpatía.- le dice con burla a lo que Louis rueda los ojos pero le sonríe.

- Hasta mañana, Hazz. Descansa, te lo mereces.- quiere acercarse y besarlo, pero primero no sabe si el rizado estaría conforme con eso, y segundo está el chófer delante, normalmente nunca le han delatado con su padre pero no quiere arriesgarse a ello.

- Hasta mañana, Lou.- Se acerca a su rostro, lo roza y llega hasta su oído. - No dormiré tan bien sin ti en mi cama.- le susurra y nota como su cara arde.

Le guiña un ojo y se marcha hacía dentro de la instalación. Ahora mismo está odiando a su padre por privarle de poder pasar un rato con ese precioso chico, está odiando a la chica con la que se tiene que encontrar, está odiando al chofer por llegar a su hora y sobretodo, se está odiando a si mismo por ceder a hacer esto y por mentirle.

—-

Por fin está de vuelta en el colegio, es la hora de la cena así que espera que sus amigos ya estén en el comedor. Va a seguir con la mentira de que dónde ha ido ha sido con su padre, no quiere escuchar también los sermones de ellos.

La chica ha sido agradable, aunque la verdad que es demasiado snob y muy elitista, más o menos como las chicas con las que estudia y también las que suele ver en el club, seguro que encaja perfectamente allí.

Han paseado un rato por el centro comercial, se han tomado un café en una bonita cafetería y la ha acompañado a un par de tiendas para después por fin dejarla ya en su casa prometiendo que se verían otro día. Espera con todas sus fuerzas que no sea así.

Recoge en su bandeja la cena de ese día sin mirar ni si quiera lo que le ponen, se sienta en la mesa que acostumbran a sentarse, ahí están sus dos mejores amigos y algunos otros compañeros de clase con los que tienen buena relación.

Se acopla rápido a la conversación que se mantiene en la mesa para evitar preguntas directas, al bajar la mirada a su bandeja ve que le han puesto un trozo de tortilla de patatas.

Cree que se ha vuelto loco, ver ese trozo de comida le recuerda a la noche que cenó junto a Harry, más bien cuando le robó la mitad de su cena. Pensar en él le hace sonreír, le provoca mariposas en su barriga y tan solo han pasado unas horas pero tiene ganas de verle.

Nunca le había pasado algo así, está algo emocionado por el asunto aunque muerto de miedo también. ¿Sentirá Harry lo mismo? ¿Tendrá ganas de verlo? Tiene que pedirle su número de móvil para poder hablar con él cuando no se vean.

Recibe un codazo por parte de Liam que está a su izquierda, levanta su mirada de la tortilla y le mira con cara de indignado.

- Te estoy hablando. - le recrimina. - ¿Por qué le sonríes a la tortilla de patata? -

- No le sonrío a la tortilla, solo pensaba. -

- Parece que la tarde con tu padre no ha estado tan mal, normalmente vienes de muy mal humor, hoy te veo diferente. -

- Digamos que he encontrado un pensamiento que combate bastante con lo negativo de estar cerca de él. -

- ¿Me vas a decir cuál? -

- De momento no. Todo a su debido tiempo. - se mete un gran trozo de comida en la boca para no tener que seguir con esa conversación.

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Holiiiiis, capítulo cortito, lo sé, pero son necesarios para la historia. 🙏🏼🙏🏼

Gracias por leer!! 😘

💚💙

I.^^

I just need youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora