Capítulo 11: Novios

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El ojiazul está en un taxi camino a casa de Harry, ya le ha enviado un mensaje que llegaría para la hora de la cena y el rizado le ha dicho que harían unas hamburguesas especiales de la familia Styles. 

Ha sido una tarde difícil, Hannah no paraba de insinuarse, de tocarle el brazo, de decir que tenía un poco de frío para que la abrazase o de intentar darle alguna caricia en su mejilla. Y sí, intentar porque se ha apartado todas las veces que lo ha intentado. No sabe como hacer que la chica pare, no le ríe las bromas, no es precisamente agradable ni habla mucho. Simplemente la recoge, van a dar una vuelta, ella habla y él se distrae mirando a otra gente y cuando han pasado un par de horas se marcha.

Eso debería de ser suficiente para que alguien se de cuenta de que no está interesado en ella, que está ahí por obligación. Se desespera siempre que le toca pasar por esa situación.

Encima hoy le ha propuesto que en su próxima salida podrían ir al cine, y ha especificado "como una cita de verdad", no son citas, para él no lo son, él quiere ir a una cita en el cine con Harry. Solo y exclusivamente con Harry.

Por suerte ahora ya está a tan solo unos minutos de llegar a casa del rizado, de poder ver y sentirse seguro entre los brazos fuertes del chico más guapo del mundo. Todavía le cuesta creerse que incluso después de haber sido un completo idiota con él estén como están ahora, todavía no son nada oficial, todavía no han hablado exactamente del tema, pero es que no le hace falta para estar feliz.

El taxi se estaciona justo en la puerta del edificio del rizado, la calle está oscura, solo se ve gente medio escondida entre los callejones fumando, la verdad que da un poco de miedo salir, así que no le sorprende la pregunta del taxista.

- Chico, ¿estás seguro de bajarte aquí?-

- Sí, no se preocupe. - le da el dinero correspondiente y se baja decidido, lo mejor es aparentar que no tienes miedo, así nadie te ve como una presa fácil, aunque es muy fácil decirlo y muy difícil hacerlo.

Corre hasta el portal del rizado y llama al timbre dos veces seguidas, necesitan que se den prisa.

Por suerte pronto una voz gruesa y perfecta le atiende y le abre la puerta en cuestión de segundos.

Al subir los dos pisos que hay de escaleras encuentra a su paraíso hecho humano. Sonríe en grande y se lanza al cuerpo del mayor, saltando y enrollando sus piernas en las caderas para sujetarse.

- Hola Hazz, estás guapísimo. - le dice con la cara escondida en su cuello. Le fascina su olor. Harry ríe ante eso, normalmente Louis es muy tímido a la hora de decir algún piropo.

- Gracias, bonito, pero voy con el pantalón del pijama, no creo que guapísimo describa bien como estoy. - El mayor comienza a andar con él todavía en brazos y eso alarma al pequeño.

- Harry, no. Bajame, nos van a ver todos, qué vergüenza. No puedo entrar en tu casa con tus manos en mi trasero. - El ojiverde suelta una carcajada y da un beso en la mejilla inflada del ojiazul.

- Están en los cuadriceps, no en el trasero. -

- Tocan nalga, atrevido, no creas que no lo noto. -

- ¿Y eso te molesta? -

- No. Pero no quiero que tu madre me vea así. Bájame. - ordena. El rizado niega y sigue hacía el comedor cerrando la puerta de entrada a sus espaldas. Intenta con todas sus fuerzas bajarse pero no lo consigue.

Al llegar al comedor mira para todos lados asustado, pero no hay nadie, la casa está muy tranquila, todo está en su sitio y la mesa del comedor está preparada y adornada con flores y velas. Abre la boca asombrado.

I just need youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora