La protagonista secundaria desfavorecida quiere ser la única consentida (H)

Capítulo 7: La Familia Yan

"Hahaha, solo pensar en Qin Heng tan frustrado que quiere llamarte 'tía' me hace sentir aliviada. Qin Heng es un perdedor. Sabe cómo te sientes, pero ni acepta ni rechaza. Realmente cree que es ilimitado en el amor y que todas las chicas quieren darle un hogar".

"Pfft".

Yan Wei luchó por contener la risa, pero no pudo evitarlo. Esta broma era demasiado divertida, recordándole a cierto famoso masculino con múltiples parejas, y estaba llena de energía.

"No esperaba que tuvieras una lengua tan afilada", Yan Wei sonrió entrecerrando los ojos. Ning Qiqi se acercó cautelosamente y dijo: "Wei Wei, sobre Qin Heng..."

"No le gusto, y he decidido dejarlo ir".

"Una vez que has tomado una decisión, está bien". Ning Qiqi enderezó su espalda y golpeó el hombro de Yan Wei. "Ya que dijiste que lo dejarás ir, no te ocultaré más. Ayer vi a Qin Heng llevando a una chica a un hotel. Estuve esperando afuera durante varias horas y no lo vi salir. Parece que tiene una novia".

"Hmm". Yan Wei sonrió levemente, y Ning Qiqi le acarició la cabeza. "Wei Wei, a partir de ahora, no escuches a Zhou Ning cuando te diga que te maquilles mucho. Te ves hermosa así, incluso si llevas ropa vieja".

"No deberías alabarme tanto".

"No es así". La sonrisa de Ning Qiqi se desvaneció, y tiró suavemente de la manga de Yan Wei. "Wei Wei, ¿podemos hacer las paces ahora?"

"Sí". Yan Wei asintió con la cabeza, y las dos chicas se miraron y sonrieron.

Ning Qiqi no se quedó mucho tiempo. Cuando Yan Wei la acompañó a bajar las escaleras, los padres de Yan y Yan Zhi ya habían regresado.

Tan pronto como Yan Zhi vio a Yan Wei, se acercó rápidamente para disculparse. Yan Wei miró a su padre, su madre y a Yan Zhi indemnes y se le llenaron los ojos de lágrimas. Su corazón se contrajo de dolor, y le costaba respirar. Quería contenerse, pero las lágrimas no se detenían.

"Wei Wei, no llores, no llores. ¿Ese mocoso de Qin Heng te ha vuelto a molestar? Iré a ayudarte a recuperar tu dignidad. Si se atreve a molestar a nuestra Wei Wei, prometo que no reconocerá a su propio padre después de que le dé una paliza", dijo Yan Zhi mientras se preparaba para correr, pero Yan Wei lo detuvo.

"Hermano, Qin Heng no me ha molestado".

"Estás mintiendo de nuevo. Mira cómo estás llorando. ¿Cuándo no has llorado por Qin Heng?" Yan Zhi se soltó como un caballo desbocado, y Yan Wei tuvo que abrazar sus piernas. "Esta vez no es por Qin Heng".

Yan Wei pensó que su estado emocional estaba fuera de control, tal vez debido al subconsciente del huésped original que estaba interfiriendo. Después de todo, en la historia original, los padres de Yan y Yan Zhi tuvieron un final trágico. El huésped original fue violado hasta la muerte, el padre de Yan no pudo pagar sus deudas y se suicidó saltando de un edificio, y la madre de Yan le siguió poco después. En medio de todo esto, Yan Zhi fue el que sufrió más. Secuestró a Wen Ruolian para vengar a su hermana y fue asesinado a tiros.

Al pensar en esa escena, el estado de ánimo de Yan Wei también se volvió sombrío. En el libro, todo eso eran personajes de papel, pero ahora, ella había entrado en este mundo y los padres de Yan y Yan Zhi eran personas reales.

"Solo siento que oponerme a ti en todo por Qin Heng no está bien". Yan Wei se secó los ojos. "En el futuro, no me gustará Qin Heng".

"Yan Zhi, toca la cabeza de tu hermana, ¿está un poco caliente? ¿Por qué estás diciendo tonterías?", Yan Mamá señaló a Yan Zhi, y Yan Zhi inmediatamente lo hizo, tocando la frente de Yan Wei y luego la suya propia repetidamente. Yan Zhi miró perplejo a Mamá Yan y dijo: "Mamá, Weiwei no tiene fiebre".

"No estoy enferma, seguro que no tengo fiebre", Yan Wei se levantó y enderezó la espalda. "Sé que no creen lo que estoy diciendo, pero lo creerán en el futuro".

Yan Wei fue a la nevera y tomó un plato de cerezas antes de subir las escaleras, dejando perplejos a Papá Yan, Mamá Yan y Yan Zhi.

"Mamá, parece que mi hermana se ha vuelto tonta".

"Tú eres el tonto", Yan Mamá abofeteó a Yan Zhi en la cabeza, y Yan Zhi se cubrió rápidamente y huyó.

Yan Wei se lavó la cara, sus ojos aún mostraban señales de haber llorado. Afortunadamente, su pijama era lo suficientemente grueso como para ocultar las marcas de besos en su cuerpo y cuello. Al pensar en las marcas de besos, las mejillas de Yan Wei se calentaron un poco. Aunque había pasado mucho tiempo, el aliento cálido y lascivo de aquel hombre parecía estar grabado en Yan Wei, haciéndola sonrojar y latir el corazón cada vez que lo recordaba.

Siendo una gigante en pensamiento pero una enana en acción, la inocente tía Yan Wei no podía hacerlo como un tren en todo momento.

No era una experta, definitivamente no lo era.