Capítulo 10: No pinches si no quieres que te piquen

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Después de despedirse del líder de la clase, Yan Wei estaba a punto de llamar a un taxi. Un coche negro se detuvo y el conductor salió, colocando los libros de Yan Wei en el maletero. Luego abrió la puerta trasera y vio a Qin Yan sentado en el asiento trasero. Yan Wei instintivamente quiso huir, pero antes de que pudiera dar un paso, la voz indiferente de Qin Yan resonó: "Entra al coche".

El hombre tenía un rostro apuesto y severo, vestido con un traje bien ajustado y el botón superior de su camisa abrochado, lo que le daba una presencia contenida y fría. Con la mano apoyada en su larga pierna, irradiaba una presencia regia solo con estar sentado allí. Yan Wei entró al coche a regañadientes sin mucha dignidad. Debido a que estaba sentada demasiado cerca de Qin Yan, se movió hacia un lado.

"Tío Qin", Yan Wei sonrió dulcemente, sus dedos ligeramente entrelazados, mostrando cierta incomodidad.

Qin Yan notó la incomodidad de Yan Wei y su insatisfacción creció más fuerte.

"Así que ahora me llamas Tío Qin", dijo Qin Yan indiferente, su mirada fría parpadeando. Yan Wei se ruborizó en silencio, sus labios temblaban ligeramente, pero no pudo decir nada.

"¿Todavía te duele?" Después de un breve silencio, el hombre habló de repente y Yan Wei tuvo un momento de comprensión sobre lo que estaba preguntando. Yan Wei instintivamente apretó las piernas, maldición, Qin Yan era demasiado atrevido.

La partición en el asiento trasero se bajó y Qin Yan se inclinó hacia adelante, sosteniendo a Yan Wei en su regazo. Hoy, Yan Wei llevaba una falda corta de color rojo intenso con un cuello alto que cubría las marcas rojas en su cuello y pecho. Se veían sus piernas delgadas y claras.

Ser sostenida en el regazo de Qin Yan de esta manera, deslizándose en el camino, su cueva floreciente presionada contra algo caliente y duro. Yan Wei tembló por el calor y quiso escapar, pero Qin Yan la sujetó más fuerte.

"¿Olvidas tan rápido? Creo que necesito ayudarte a recordar", los dedos de Qin Yan se aventuraron hacia abajo, agarrando firmemente la cabeza tierna de Yan Wei, acariciando y deslizándose hacia arriba y hacia abajo, estimulando suavemente sus nervios. Yan Wei se volvió lánguida y se desplomó contra Qin Yan, todo su cuerpo suave.

"Me estás intimidando", Yan Wei mordió el labio inferior de Qin Yan frustrada, pero él tomó el control y chupó sus labios y lengua, convirtiendo un sabor superficial en un beso profundo e intenso. Yan Wei soltó un gemido suave y apagado, y el hombre se volvió más implacable. Apartó la ropa interior de Yan Wei y sus largos dedos penetraron en su entrada suave y apretada, moviéndose dentro y fuera rítmicamente.

En el espacio reducido, el sonido del agua era particularmente nítido. Yan Wei gimió avergonzada. Debido a su falta de fuerza en la cintura, intentó evitarlo, pero solo empujó los dedos de Qin Yan más profundamente, acariciando ligeramente la carne tierna en el interior, dándole a Yan Wei un placer interminable.

"Wei Wei, estás tan mojada", Qin Yan sacó su dedo, que estaba húmedo, y lo lamió. Lo metió en su boca y Yan Wei nunca había imaginado que el reservado y frío Qin Yan haría un gesto tan lujurioso. Se quedó allí en blanco por un momento.

"Después de unos días separados, Wei Wei sabe aún más dulce", Qin Yan se lamió los labios, agarró la parte posterior de la cabeza de Yan Wei y la besó. Sus labios y lenguas se entrelazaron con elsabor de los fluidos lujuriosos. La mente de Yan Wei se volvía más caótica. Sus pechos eran amasados por Qin Yan como panecillos. Sin lugar a dudas, Yan Wei sabía que sus pechos debían haberse puesto rojos por el manoseo.

De repente, su pecho sintió un frescor, y sus dos pechos sobresalieron. Qin Yan agarró uno con una mano y el otro con la otra, alternando entre chuparlos. Los sonidos ambiguos de lamer y chupar llenaron el aire. Yan Wei débilmente se aferró al cuello de Qin Yan, permitiéndole chupar más profundamente.

Esa sensación de cosquilleo se extendió por todo su cuerpo mientras él mordisqueaba, y ella no sabía cuánto tiempo Qin Yan había estado chupando. El rostro de Yan Wei estaba tan rojo como un durazno, lleno de expresiones primaverales. Qin Yan ayudó a Yan Wei a arreglar su ropa.

El coche se detuvo en algún momento, y Yan Wei cubrió su rostro y se arrojó contra los brazos de Qin Yan. Mordió su pezón con frustración, mientras Qin Yan sonreía ligeramente y la consolaba. Cuando Yan Wei lo miró, su sonrisa se profundizó.

"Todavía estás sonriendo", dijo Yan Wei con enojo, fulminando a Qin Yan con la mirada.

"Sé buena, Wei Wei, no te enfades". Qin Yan acarició el cabello de Yan Wei y cuando ella intentó incorporarse, su mano accidentalmente tocó la protuberancia que se formaba en la parte baja del cuerpo de Qin Yan. Yan Wei juguetonamente lo pellizcó una vez y, al intentar hacerlo de nuevo, Qin Yan agarró su mano y dijo: "Si no quieres hacerlo en el coche, no me importa".

Yan Wei rápidamente retiró la mano y frunció los labios en un lugar donde Qin Yan no pudiera verlo.

"No lo tocaré si no quieres que lo toque", pensó, con muchas ganas de hacerlo.

La protagonista secundaria desfavorecida quiere ser la única consentida (H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora