De ninguna manera

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Pov: Lucy

Anastacia hablaba sin parar, y cada vez que alguien quería elaborar una frase interrumpía. Con Coryo cada tanto nos echábamos miradas cómplices.
Nathan en el otro extremo estaba tangiblemente serio. Cada tanto sentía su mirada fija en mi y me intimidaba.
Coriolanus se dio cuenta y me tomo la mano por debajo de la mesa para tranquilizarme.
De postre trajeron una gran fuente de peras endulzadas con miel y azafrán, el típico platillo que solo podías encontrar en casa de un hombre como Ciprayth. Su proveniencia aun era un misterio pero se notaba por su porte que no era un cualquiera.
— ¿Lucy has disfrutado las peras? — Me pregunto Ciprayth con curiosidad, luego de verme luchar con la cuchara para intentar cortarlas.
— Por supuesto estaban exquisitas. — respondí educadamente.
— No si están al tanto pero el señor aqui  presente es uno de los empresarios del espectáculo más importantes del panem. Se dedica a todo lo relacionado organización detrás de cámaras, el trato con los patrocinadores, etc... — dijo Anastacia intentando animar la conversación.
— ¿Y porque reside en el distrito 6 y no en el Capitolio? — pregunté curiosa.
—  Resido en los dos lugares, pero la campiña del distrito 6 es mucho más pacífica, por lo tanto cuando es posible paso mi tiempo aquí. Especialmente luego de los juegos. Se podría decir que soy un poco ermitaño. Las grandes multitudes no son de mi agrado.
— Mire que interesante. — dijo Coriolanus con desconfianza— ¿Y ahora que terminaron los juegos a que se dedica?
— Me encargo de que la gente siga interesada, sin inversores no se puede continuar el negocio. — dijo el hombre secamente .
Sin darme cuenta estaba aplastando la mano de Coryo a causa del enojo.
— Que extraño yo pensé que los ciudadanos del Capitolio habían apoyado la creación de los juegos para concientizar sobre los días oscuros, es peculiar que lo describa como un negocio. — dije irónicamente.
Nathan esbozó una risa superficial.
— Señorita Baird, una chica inteligente como usted sabe que en el mundo de hoy en día todo es un negocio, incluso la vida de las personas.

Nunca había conocido a una persona que sea tan frontal, Ciprayth era un psicopata de libro pero tenía razon.
— Anastacia con tu permiso me gustaría llevarme a la señorita unos momentos luego de la cena para discutir una propuesta.
— Por supuesto, con Lucy estaremos más que encantadas. — dijo sin siquiera buscar mi aprobación.
Por la expresión de Coriolanus me di cuenta que no le gustaba nada lo que estaba pasando.

Minutos después me encontraba con mi manager en el despacho del hombre. Las paredes estaban cubiertas por madera de roble excelentemente tallada y barnizada. Así como también los muebles que ocupaban la habitación.
— Lucy, seré rápido porque no quiero sacarte tiempo de sueño. Tu participación en los juegos despertó el interés de múltiples personas importantes, que están dispuestas a darte múltiples oportunidades, pero para eso debes dejar el distrito 12.
La idea de dejar el 12 no me gustaba nada, menos la idea de dejar el covey. Era una gran oportunidad para ayudar a mi familia. Pero no confiaba en el viejo, y mis principios valían más que la popularidad y el dinero.
— Lucy esta es una gran oportunidad para comenzar tu carrera.— dijo Anastacia entusiasmada. Iré por algo para brindar.
— El champagne se encuentra en la cocina, el ama de llaves te indicará. — indicó el hombre a Anastacia.
— Mire señor yo aprecio mucho su propuesta pero no puedo dejar a mi Banda del distrito 12, el covey es prácticamente mi familia. — dije convencida de mi respuesta.
Ciprayth me ojeo lentamente, y corrió el mechón de mi rostro deslizándolo detrás de mi oreja, su acción me produjo escalofríos, y no de los buenos.
— Si en tu Banda todas las niñas son tan hermosas como tu, seran más que bienvenidas en el Capitolio. Los inversores estarán muy felices con ellas también— susurró el viejo dejándome helada por completo.
— No, de ninguna manera, no permitiré que se acerque ni a 20 km de mi familia. — dije quitando su mano de mi cara agresivamente, lo que hizo que me tome por el cuello firmemente.
— Mira niña, no se quien te piensas que eres pero en el Capitolio las cosas son así para las perras sobrevivientes como tu.
— O trabajas para nosotros, o te hacemos la vida imposible a ti y a tu familia, tú decides. — tenía los ojos injectados en sangre, como si le diera placer saber que me estaba lastimando.
Ante un repentino portazo el viejo me soltó, y por fin pude recuperar el aliento.

🤍

Pov: Coriolanus.
Me abalancé sobre la puerta con una agresividad incontrolable.
— ¡De ninguna manera permitiré esta aberración! — estaba furioso, como podía ser que le hagan esto a una muchacha como Lucy Gray, tenía tan solo 16 años.
— Antes de tocar a Lucy van a tener que pasar sobre mi.
— Tu no eres nadie chico— me dijo el viejo asqueroso con una risa siniestra.
— Soy Coriolanus Snow, hijo del general Crassus Snow, ganador del premio Plinth y mentor vencedor de los juegos del hambre.
— Está mujer es mi protegida desde que me la asignaron como tributo, y nadie le tocará un pelo sin mi consentimiento. — vocifere inundado por la rabia.
— Coriolanus cálmate por favor. — susurró Lucy asustada por mi reacción.
— Vamos niño, hazle caso a tu pajarito cantor, parece que entiende el asunto mejor que tu. — dijo Ciprayth riéndose.
En ese instante me prendí fuego completamente, tome una estatuilla de bronce que se encontraba sobre el escritorio y le di un golpe seco en el rostro cortando su frente. La sangre brotó a montones dejando su rostro completamente cubierto, parecía una película de terror.
El hombre poseído se lanzó sobre mi dándome un puñetazo tras otro en la mandíbula.
Estaba tirando en el suelo,  mi vista se había comenzado a nublar cuando de repente se escucho un grito desgarrador. Lucy se había abalanzado sobre el mordiéndole el cuello cual vampiro.
— Aghhhhhggh, perra imbecil lo lamentaras. — dijo agonizando de dolor. 
Se dio vuelta y tomó a Lucy por el cabello alzándola en el aire.
Me arrastre con todas mis fuerzas intentando levantarme, pero al ver que era imposible decidí imitar a mi chica. Con fuerza mordí el tobillo del hombre. Soltó a Lucy y tropezó del dolor, abriéndose la cabeza contra el escritorio. El ruido de su craneo contra el mueble evidenció que el golpe había sido mortal.
Me quede paralizado por el shock, era un asesino, ya había matado a un tributo y ahora esto. Lo peor, es que no me arrepentía en lo absoluto.
No terminaba de asimilar la situación, habíamos asesinado a uno de los hombres más influyentes del Capitolio. Teníamos una mira en la espalda.
Segundos después Anastacia abre la puerta, al presenciar la escena cae desmayada dejando caer con ella la botella de champagne.
En ese momento salí del transe en el que me encontraba.
— Lucy tenemos que salir de esta casa, o nos matarán en cualquier momento. — dije determinadamente.
— No tenemos a donde ir, además estás herido Coryo — dijo preocupada.
— Eso es lo de menos, preferible no perder nuestras vidas, que es lo que pasará si permanecemos un minuto más aquí.
Corrimos por las escaleras como pudimos y luego escapamos por el jardín trasero, adentrándonos en el bosque.
Estábamos a la deriva, no sabíamos a donde ir, lo que si sabíamos era a donde definitivamente no podíamos volver. Toda la situación parecía completamente irreal.

Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora