Game maker

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Pov: Coriolanus

Los juegos del año pasado habían sido más exitosos que nunca, inclusive que la edición en que participó Lucy Gray. Los tributos fueron promocionados siendo expuestos en distintos desfiles antes de entrar en la arena. Y la gente estaba enloquecida. Elegían su preferido como si fuera un avatar de videojuego.
Los amaban, los odiaban, el furor por los juegos del hambre era indescriptible.
La doctora Gaul me había derivado por completo la tarea de "game maker" para poder enfocarse en sus experimentos genéticos.
Por más de que mi trabajo no me gustaba demasiado ya que no estaba completamente convencido del fundamento de los juegos, estuve acostumbrado a vivir los juegos del hambre desde una corta edad y era imposible que un ciudadano del Capitolio no los tuviera normalizados. Además de el gran poder y popularidad que había ganado gracias a mi labor, tenía la confianza de las personas más influyentes de panem.
Había vuelto a mi camino original con más fuerza que nunca. La vida era buena, el sueldo pagaba nuestras cuentas y más, haciendo posible que provea un mejor estilo de vida para mi abuela y mi prima.

Por otro lado la relación con Tigris era complicada, se había vuelto fría y distante, me miraba con ojos diferentes desde que comencé a trabajar para la doctora Gaul en un puesto permanente. Según ella me estaba trasformando en un auténtico "tirano".
Notaba su desaprobación, pero igualmente se aprovechaba de mi dinero, algo que me resultaba bastante hipócrita.

El verano había sido bastante entretenido, comencé a entablar una relación más cercana con una de mis compañeras Livia Cardew, hermosa mujer. Pelo castaño claro, linda figura y un rostro angelical. Una chica insulsa, pero exactamente lo que necesitaba. No sentía nada por ella pero era un buen pasatiempo . Además nos vemos increíbles juntos, los dos de familias importantes. Desprendíamos aroma a dinero.
Por supuesto no había compartido nada con ella sobre mis pasados incidentes, aunque Livia había escuchado algunos rumores, era dócil y no me intimidaba con preguntas estupidas.

Hoy era un día de mucho trabajo, tenía que ir a la central para controlar las presentaciones de los tributos de cada distrito, el nuevo año había comenzado oficialmente.
La ubicación de las cámaras, etc... era un trabajo engorroso, pero había que ser estratégico, a quien enfocar, donde, todo para crear el espectáculo más dramático posible.

Llegue y tome posición en el centro del panel.
— Acción. — dije dando órdenes para que las imágenes del distrito 1 comiencen a correr.
El adolecente de distrito 1 Nolan, era alto, parecía bien formado y tenía una extraña mirada vengativa en su rostro. Apuesto que el estudiante de la academia para el que quede sorteado estará muy entusiasmado ante semejante potencial.
Al igual que el año pasado cada vez que nos acercábamos al distrito 12 algo en mi se revolvía de una manera extraña. Habían pasado casi 2 años pero ella seguía teniendo ese efecto en mi. Completamente desagradable.
— Corran distrito 12. — ordene.

🤍
Pov: Lucy.

Todo el Covey se ponía nervioso en el día de la cosecha. Era muy complicado tranquilizar a los chicos, más que nada a los más jóvenes. La idea de ser cosechados los atacaba por las noches dándoles pesadillas horripilantes. Yo también las tenía todavía.
— Charly debes vestirte, si no asistes estarás en un gran problema. — le dijo Maude Ivory a uno de los más pequeños.
— de acuerdo. — dijo el pequeño bajando la cabeza, generándome una enorme pena por el. Era su primer año siendo cosechado.

Una vez preparados acompañe a los niños a las formaciones. Esta edición el elegido se seleccionaba por sorteo. Era doloroso ver a los niños del covey aterrorizados cada año, preocupados por llegar a la edad de la cosecha, me dejaba completamente devastada.
Esta época del año me traía tantos malos recuerdos, que antes de la cosecha no podía dormir por una semana entera. Fue una etapa de mi vida extremadamente confusa y complicada. Más que nada por el...
Maude tomo mi mano con fuerza cuando por el parlante se escucho el cántico de inicio ceremonial.
— Bienvenidos amigos míos, felices juegos del hambre. Y que la suerte esté siempre de su lado. — dijo el alcalde haciéndome enferma del estómago, ¿felices juegos del hambre? Eso decían ahora los hipócritas, cada año se ponía peor.
— Previo al comienzo, tenemos una filmación enviada desde las inmediaciones del Capitolio.

Comenzaron a pasar una propaganda desagradable con una voz de fondo narrando la importancia de los juegos. Tantas cosas habían cambiado, todo se había vuelto mucho más comercial desde que yo fui cosechada. Estaba observando el video cuando en un clip vi una cara conocida. Era Coriolanus, estaba completamente diferente, el pelo le había vuelto a crecer pero se lo peinaba de otra manera, parecía estar dando indicaciones en algo que parecía un centro de control. Sin darme cuenta una lagrima se deslizó por mi mejilla, mientras una punzada me pellizcaba con fuerza. El rencor que había estado dormido este último tiempo resurgió como fuego en mi interior. Lo odiaba, y me odiaba a mi misma por haber tenido una relación con el. Por haber creído en el. Me recordaba que había sido débil , que me había dejado llevar.

Llegó el momento de escuchar el sorteo. El primer chico seleccionado fue el hermano de Billy Taupe. Algo inesperado, aunque no soportaba al hombre no le deseaba a nadie ese dolor. El chico intentó resistirse pero los agentes lo cargaron como si fuera una pluma y lo llevaron hasta el escenario.
Maude estaba básicamente cortándome la circulación de la mano de los nervios. Cuando el alcalde desdobló el pequeño papelito y leyó el contenido algo en mi se desestabilizó por completo.
— ¡MAUDE IVORY! — mi prima comenzó a gritar desesperadamente. Yo estaba en estado de shock. No podía reaccionar. Era su último año, su última oportunidad para ser cosechada y había sido elegida. Algo dentro de mi se revolucionó por completo y sin pensarlo me abrí entre la multitud con desesperación.
— ¡ME OFREZCO COMO VOLUNTARIA! — vocifere sin terminar de asimilar lo que había salido de mi boca.
Todo el mundo comenzó a alterarse ante mi declaración. Al alcalde se le abrieron los ojos como platos.
— Me temo que eso no es posible usted ya ha participado de los juegos del hambre, y los ha ganado señorita Baird. — dijo el hombre desconcertado.
— ¿Hay alguna ley oficial que impida que me ofrezca como voluntaria? — vocifere. El alcalde se metió dentro de su despacho, los minutos de espera se sintieron como horas. No entendía que estaba haciendo, era una pesadilla hecha realidad. El hombre salió consternado y se volvió hacia mi.
— Según lo que determinamos no hay ninguna ley que impida que Lucy Gray Baird se ofrezca como voluntaria para estos juegos del hambre. Bajen a la otra jovencita del escenario.
— ¡¡LUCY NO, NO PUEDES HACER ESTO, LUCY PORFAVOR.!! — los gritos desgarradores de Maude me hirieron por dentro. Comencé a llorar desconsoladamente, todo el covey lo estaba haciendo. Otra vez, Lucy Gray en el mismo escenario, con el mismo propósito, distintas circunstancias.
Los agentes me tomaron por los brazos bruscamente y me subieron al escenario. A diferencia de la última vez no dije nada, me quede parada en silencio. No iba a regalarles ni una sola palabra esta vez.

Estamos entrando a una nueva era de este fanfic , mucho más intensa, y más conflictiva. La relación entre los personajes se rebuscará mucho más de lo que estamos acostumbrados. Ojalá lo disfruten!!

Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora