Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.

Mystery of love

(Narrador omnisciente)

No había podido pegar un ojo en toda la noche, los incidentes del día anterior la habían confundido demasiado. No podía pensar en ello sin tener un revoloteo permanente en el estómago. Todo se le revolvía. Estaba completamente pérdida por el, pero el miedo que sentía de volver a salir lastimada no era poco.
Coriolanus estaba aún dormido, aprovecho para ir al lago a asearse y lavar algunas prendas.
Recorrió la hierba con sus pies desnudos, el día estaba demasiado húmedo y caluroso, pero las nubes cubrían el cielo como si fuese a llover en cualquier momento. Era raro pero casi siempre que su periodo llegaba llovía. Una extraña coincidencia.

Dejo su vestido en el borde del muelle y se sumergió en el lago . Con una pequeña esponja fregó su cuerpo bajo el agua. Amaba la vida en la naturaleza. A pesar de que extrañaba compartir todos los dudas con su familia por lo menos podía refugiarse en un lugar tan hermoso como aquel.

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Coriolanus se levanto con el sonido de los sinsajos revoloteando en los techos, eran su despertador de cada mañana a esta altura. El acontecimiento de anoche lo había dejado completamente eufórico. Lucy Gray lo había besado, su conexión era igual o mejor que hace 2 años. Estaban hechos el uno para el otro pensó para sus adentros. No sabía cómo ni porque pero era algo inexplicable. A pesar de todas las dificultades aquí estaban, juntos otra vez.

Salió de la cabaña y la vio a lo lejos al borde del lago. Decidió ir a su encuentro. Camino por el verde sólo vistiendo sus pantalones.  Su cabello estaba creciendo demasiado, y se le había vuelto a ondular como antes sus rizos casi le llegaban a los ojos, podía distinguir pequeños mechones rubios cayéndole a los costados del rostro. El castaño se le habia lavado bastante y tenía una mezcla entre rubio oscuro y reflejos claros que parecían hechos por el sol naturalmente.

— Buen día. — dijo sentándose al lado de Lucy mientras la observaba fregar una camiseta.

La muchacha se puso nerviosa al verlo tan sonriente y sereno. Ella había estado comiéndose la cabeza toda la noche y al parecer el todo lo contrario.

— ¿Has descansado bien? — pregunto con la mirada puesta en la ropa.

— Demasiado bien. — dijo el rubio estirándose hacia atrás mientras daba un bostezo.

— ¿Tu? — preguntó animado.

— Fue una noche extraña. — dijo aún sin quitar la mirada de la ropa.

— ¿Sigues muy dolorida? — preguntó el muchacho pensando que eso era lo que la tenía tan inhibida y tímida.

— No es eso Coriolanus. — lo miro a los ojos con una expresión de confusión. — Nos besamos ayer, no se que pensar y mi cabeza no para de dar vueltas.

— Me besaste ayer, querrás decir... — dijo el algo presumido generando que Lucy Gray se moleste.

— Oye eso no es verdad. — dijo intentando zafarse del comentario de el aunque sabía que tenía razón, pero era difícil de admitir que no había podido aguantar las ganas de probar sus labios otra vez.

— Como digas cariño. — dijo el rubio deslizando uno de los mechones de Lucy y ubicándolo detrás de su oreja.  Se estremeció por dentro ante el contacto del rubio. Dios, con un solo toque lograba revolucionar su cuerpo. Además tenía las hormonas por los cielos.

— Deja de hacer eso. — dijo molesta.

— No se de que estás hablando... — bromeó Coriolanus.

Lucy le dio un pequeño empujón pero al estar al borde del muelle el muchacho cayó al lago. 

— Perdona no fue mi intension. — dijo ofreciéndole la mano para ayudarlo a salir. A lo que el la tomo con fuerza sumergiéndola de golpe en el agua.