Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.

Rojo Sangre

Pov: Coriolanus

Con Lucy llevábamos andando hace 1 hora sin rumbo, nuestra prioridad había sido escondernos bosque adentro lo mejor posible para evitar que nos encontraran. Pero sabíamos que teníamos que idear un plan, nos moriríamos de hambre sino, además en unas horas comenzaría a amanecer y debíamos evitar ser vistos.
Ninguno de los dos había emitido palabra alguna durante el camino. Estábamos completamente descolocados.
"Coriolanus Snow"de poder ser el futuro presidente de panem a ser un fugitivo, todo por defender a Lucy Gray Baird.
Si tan solo hubiera cerrado la boca, pero no, y ahora estaba arruinado. Mi yo de hace unas semanas nunca se hubiera imaginado terminar en semejante tragedia con una muchacha de vestido arcoiris.
Nunca me había preocupado por nadie, pero ella había logrado que en tan solo un mes mandara toda mi vida a la mierda con tal de protegerla. El pensar en que le pase algo a Lucy Gray, pensar el que alguien le pusiera las manos encima, era algo que no me podía permitir, simplemente no podía vivir con eso.
La amaba, y eso era un problema que ya no tenía solución. Lo supe bien en el momento en el que salvo mi vida. Creo que en parte por eso no le correspondí el beso en el zoológico, no estaba dispuesto a permitir que nuestro primer beso sea el último.
Ella es la razón por la que sobreviví el ataque rebelde, y no hubiera podido perdonarme a mi mismo si ella no sobrevivía los juegos. Comenzamos debiéndonos la vida el uno al otro desde el primer día, y aquí estábamos una vez más...

Atravesando unas piedras nos encontramos con una pequeña cascada. Me acerqué a probar el agua, estaba sediento. Le hice una seña a Lucy para que me imite, pero cuando se intentó inclinar para tomar agua se desvaneció en el suelo.
— ¡Lucy!, Dios mío no puede ser. — La levante del suelo y la acosté sobre mi regazo mientras la sacudía.
De un momento a otro note mis manos ensangrentadas, estaba herida. Tenía un corte profundo en el costado del estómago, probablemente a causa de la botella de champagne que le explotó encima.
La pobre había estado desangrándose todo este tiempo pero no me di cuenta porque su vestido era exactamente del mismo color que la sangre. Una sensación de terror recorrió mi interior. La idea de perder a Lucy era insoportable.
Recogí agua de la cascada en una hoja y limpie su herida. Lucy reaccionó ante la fría temperatura del agua.
— Lucy te desmayaste, estás herida debemos salir de aquí, encontrar un médico. — dije desesperadamente.
— Ya lo se, me di cuenta unos minutos después de que escapamos , pero no pensé que era tan importante.
— Lucy estás perdiendo sangre hace una hora, como puede ser.
— Probablemente la adrenalina fue lo que me mantuvo de pie.— dijo agonizante.
— Necesito sacarte de aquí ya mismo.
— Coryo olvídalo no tenemos a donde ir, somos fugitivos. Por favor, quedémonos aquí necesito descansar. — dijo antes de entrecerrar los ojos.
— No, no, no, no.... — murmure desesperado.
Rápidamente se me vino una idea a la cabeza, pero para eso debíamos separarnos. Dejaría a Lucy en el bosque, buscaría el teléfono más cercano y llamaría a Sejanus, era muy arriesgado pero el era el único que nos podía ayudar. Me debía la vida por salvarlo dentro de la arena, no se podía negar ante semejante pedido.
La idea de dejarla sola me aterrorizaba pero si no accionaba podía morir. Comencé a rasgar su vestido para improvisar una venda gruesa que contenga la herida y la coloque al rededor de su estómago. La cargue en mis brazos y la apoyé sobre unos árboles que sentía que podrían resguardarla. Con la hoja recogí un poco de agua y se la hice beber como pude.
Dios que difícil era tener que dejarla tan desamparada, una lágrima se deslizó por mi rostro. Me arrodillé frente a ella y la besé.
— Lucy necesito que me hagas un favor, prométeme que estarás viva cuando regrese. — dije en un sollozo silencioso.
Lucy casi inconsciente me tomo la mano para que no me vaya, pero parti. Su herida no se curaría con el tiempo, era muy profunda y necesitaba ser tratada.

                                           🤍

Pov: Lucy

Me sentía en un sueño, había perdido tanta sangre que ya había comenzado a delirar. El roció de la hierba humedecía mi vestido dándome cada vez más frio. Y la oscuridad de la noche me empezaba a engañar haciéndome visualizar formas terroríficas en los árboles. Estaba completamente sola, Coriolanus se había ido en busca de ayuda pero panem probablemente ya estaba repleto de agentes de paz buscándonos por todos los rincones. 
Con mucho dolor comencé a intentar digerir el hecho de que me iba a morir desangrada en el bosque. Los momentos de conciencia iban y venían constantemente. Me era cada vez más difícil mantenerme despierta.

                                            🤍
Pov: Coriolanus

Estaba hace media hora dando vueltas en círculos, estaba desorientado. Necesitaba conseguir un teléfono si o si, era la única posibilidad de salvar a Lucy. Con las pocas fuerzas que tenía decidí treparme a la copa de un árbol.
Desde arriba visualicé a una mediana distancia lo que parecía una pequeña comunidad campestre. Había escuchado de varias en las afueras, en general de artistas nomades que se dedicaban a vagar por los distritos. Aunque se decía que casi todas habían desaparecido con los juegos.
Me baje rápidamente y me abrí paso hacia allá . Había chocado con lo que parecía un pequeño pueblo escondido, constituido por cabañas de madera . El frío árido congelaba mi rostro y secaba mis ojos. Todas las casas estaban con la luz apagada excepto una que parecía una especie de taberna.  Entré con la cabeza gacha para evitar que me reconocieran. Los pocos individuos que estaban adentro me dedicaron una mirada desconcertada. Y allí me di cuenta que no solamente me observaban porque no parecía en lo absoluto uno de ellos, sino que como cereza del postre tenía la camisa llena de sangre y la nariz prácticamente rota. Rápidamente ideé un plan.

— ahhhh — vocifere ante las miradas expectantes, mientras me agarraba del rostro.
El tabernero respondió asistiéndome y ayudándome a sentarme.
— Chico Dios mío que te ha pasado. — dijo el señor alarmado.
— Soy un agente de paz encubierto, vine al distrito 6 para vigilar las operaciones del cuartel, pero antes de llegar a la estación un grupo de delincuentes me noqueó y cuando desperté se habían llevado todas mis pertenencias.
Sabía que los delincuentes tenían una gran rivalidad con los agentes de paz, y que en el distrito los hurtos eran usuales. Anastacia nos había comentado cuando llegamos al 6.
El cantinero se tragó mi historia completamente aunque un tipo desaliñado que se encontraba en la barra me observaba con desconfianza.
— ¿Podría usar su teléfono?, necesito llamar a un compañero del cuartel e informarle de la situación .
— Por supuesto, está allí atrás, pero tiene un valor de 2 monedas. — dijo el hombre con cierta prepotencia.
— Aquí tiene 3, le dijo entregándoselas con rapidez y dirigiéndome al patio trasero.

Esta era mi única oportunidad, nunca fui creyente de nada, pero todas mis plegarias salieron a la luz en esos pocos segundos que espere hasta que escuche la voz de Sejanus del otro lado del teléfono.