Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.

Martir

Pov: Coriolanus

Estaba en mi habitación entrando en pánico cuando mi teléfono comenzó a sonar. Era la doctora Gaul.
— Ve al laboratorio ahora mismo. — parecía molesta
— No es el mejor momento doctora.
— No me interesa Snow, te quiero aquí en 20 minutos. — su agresividad me generó cierto temor. Cogi mi abrigo y tome un auto hacia allá.
Me presente en recepción y la secretaria dio la indicación de que había llegado. Camine por el largo pasillo blanco hasta llegar al observatorio. La vi de espaldas, llevaba el pelo recogido en un turbante.
— ¿Usted se acuerda lo que me respondió en este mismo laboratorio hace 2 años, cuando volvió al Capitolio? — pregunto sin darse vuelta a mirarme a los ojos.
— Si.
— Usted detalló cómo los juegos revelaban la verdadera naturaleza de nosotros los humanos, y se proclamó ganador del circo.  — su voz era profunda y rebotaba en la oscuridad haciendo eco. La mujer se dio vuelta  y la vi de frente. Su mirada era cada vez más escalofriante con el pasar del tiempo.
— ¿A que punto quiere llegar doctora Gaul?
— Ha estado corriendo cierto rumor entre la administración de seguridad. A lo mejor me lo puede clarificar Snow.
— No se de que me está hablando.
— Un guardia del turno noche reportó una falla en las cámaras a las 3 am del día de ayer.
— Perdón no se que está insinuando, ni que tengo que ver con el asunto. — dije agobiado por su divague.  La mujer se acercó con una mirada rabiosa. Podía sentir su asqueroso aliento en mi rostro.
—  Se que ha ido a ver a Lucy Gray Baird. — por un momento me quede duro.
— No se de donde saco esa información, pero es errónea, no seré acusado de algo así y menos sin pruebas. — dije fríamente.
— Quédese tranquilo, no es mi intención sancionarlo. Usted es mi mejor empleado hasta el momento. Los beneficios que obtengo son más valiosos.
— ¿Y porque el interrogatorio?
— Esa muchacha no le traerá nada bueno, no lo hizo en el pasado y no lo hará ahora.  De todas formas no podrá hacer mucho ya que morirá mañana... — pausó su discurso y una siniestra risa salió de su boca helándome por completo. — yo le recomiendo que se abstenga a hacer su labor, pero si desea terminar ayudando a Lucy Gray Baird, caerá con ella, no lo dude.— me miro divertida y se marcho en silencio.

                                           🤍
Pov: Lucy

Unas horripilantes alarmas sonaron y desperté de un sobresalto. Hoy era el día, eran los juegos del hambre. Un grupo de agentes irrumpió en mi habitación tomándome por los dos brazos cual prisionera. En el pasillo de las celdas se oían gritos de los distintos tributos.
Me llevaron a un pabellón donde me bañaron escarbando cada célula de mi piel. No le veía el sentido, estaba por entrar a una arena mortífera y ellos se preocupaban por dejarme limpia?, ridiculo.
A cada tributo se le había designado un color, a nosotros el blanco. Me pusieron el pelo en un moño arreglado , unos pantalones anchos y una musculosa. También a Gregory. Me sentía un animal de circo, mucho más que cuando estuve en el zoológico.
Me escoltaron fuera del edificio. Gritos y aullidos se escuchaban a lo lejos. Cuando levante la mirada para observar vi una horda de personas atrás de unas vallas. Llevaban distintos carteles y cuando me vieron sus gritos se intensificaron aún mas.

— "LIBEREN A LUCY GRAY!!!"
— "DEJEN VIVIR A NUESTRO ÁNGEL CANTOR!!!"
— "NO AL ASESINATO DE LUCY GRAY BAIRD!!!"

Se me pusieron los pelos de punta al ver la cantidad de personas gritando mi nombre. La gente no quería esto, no querían verme morir. Me veían como una persona y se sentían culpables por mi muerte.
Algunos de los tributos que iban delante nuestro comenzaron a escupir hacia el lado de la multitud, se sentían despreciados.
Nunca pensé que iba a poder tener tanto impacto, Tigris realmente había logrado hacer de mi una imagen. El apoyo de la gente se lo debía a ella.

Minutos más tarde estaba devuelta en el mismo lugar que hace 2 años atrás. Pero a diferencia de antes estaba completamente reformado a nuevo. Pensar que yo había cantado en un recital para reformar este sitio, una cruel y extraña coincidencia.
Ya había ideado a medias un plan, intentaría esconderme y proteger a Gregory lo máximo posible, a lo mejor el tenis chances de sobrevivir.
La horrible tonada se escucho por el parlante y fuimos ubicados en las plataformas. Los del distrito 1 se encontraban frente a nosotros y mostraban los dientes como perros rabiosos, Greg estaba asustado.