Agente encubierto

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Pov: Lucy

Luego del baño nos pusimos los pijamas que nos había dejado Tigris. A mi un pequeño camisón de tirantes y a Coryo unos pantalones.  Una vez cambiados Coriolanus me cargo en sus brazos y me acomodo en la cama, nunca imagine que un hombre como el podía ser tan romántico.
Quiero agradecerte lo que hiciste por mi, me hiciste sentir como en casa. Las rosas blancas me recuerdan a los tiempos en los que vivía con mi madre.
—  Me recuerdan a mi madre también. Ella solía usar un perfume intenso de rosas blancas. Además de decorar cualquier espacio con ellas, aún me queda pendiente llevarte al invernadero— dijo esbozando una sonrisa.
Me encantaba verlo sonreír, era algo que no se daba tan seguido. A lo mejor no se daba cuenta pero no es un hombre de expresiones suaves. 
— Supongo que estamos destinados. — dije seductiva.
— ¿Unidos por las flores?. — murmuró mientras acariciaba mi rostro pasando su pulgar por mi labio inferior.
— Así parece. — dije antes de que depositara un beso tierno en mis labios el cual llevaba un leve sabor a hierro por sus pequeños cortes.
Separó su boca de la mía y respiró profundamente.
— ¿Que sucede? — pregunté tomando su rostro entre mis manos.
— Nunca había sentido esto por nadie Lucy. — dijo  serio y tensionado, como si le diera miedo.
— ¿Que sientes? — el cosquilleo en mi estómago era insoportable.
— Tantas cosas que ni se como ponerlas en palabras cariño. — suspiró con fuerza pegado a mi rostro.
Entrelace mis dedos en su cabello y pegue mis labios a los suyos. Intensificó el beso mordiendo suavemente mi labio inferior provocándome un leve gemido.  Baje mi mano por su pecho dibujando surcos con mis dedos, la línea vertical de su abdomen se marcaba a la perfección, su piel era tan suave, y el olor a rosas que desprendía era embriagador. Deslice el dedo índice entre su piel y la cintura de su pantalón. Aparentemente lo provoqué demasiado, se levanto y se ubico sobre mi frotando su pelvis con la mía mientras nos fundíamos en un beso violento.
Me incorporé para pegar mi cuerpo aún más pero un tirón en el estómago me detuvo y me retorcí del dolor.
— Lucy no deberíamos hacer esto, el médico te índico reposar. — me estaba mirando con arrepentimiento por su inesperado impulso.
— Dijo que no debía hacer movimientos bruscos, nada más... y no estamos haciéndolos. — dije tranquilizándolo.
— No haría eso contigo, no te pondría en riesgo.— dijo con cierta ternura, aunque haciéndome sentir un poco avergonzada lo que me hizo bajar la mirada.

                                            🤍

Pov: Coriolanus.

Al verla desviar los ojos me di cuenta lo que estaba pasando.
—  No quise decir eso. Me refería a que no haría nada que ponga en riesgo tu salud. No te das una idea de lo mucho que te deseo. —le dije haciendola sonrojarse demasiado.
— Coryo yo no tengo experiencia. — dijo tímidamente.
— Oye yo tampoco. — conteste con ánimos de bajarle los nervios.  Me miro sorprendida sin poder terminar de creer lo que le estaba diciéndo.
— Nunca podría haberlo adivinado. — dijo con una sonrisa.
— Espera eso no significa que nos tenga mis trucos. — dije mientras acariciaba la línea de su escote.
— Mmm no se si creer en tu palabra Snow. — dijo divertida.
—  Créeme cuando te digo que ninguna chica me produjo lo que me produces tu. Nunca pensé que se podía desear tanto a alguien. No sabía que estas sensaciones existían. — Una lágrima corrió por la mejilla de Lucy.
— Perdona es que, por las noches me pongo melancólica, durante el día es más fácil disimularlo.
— No te preocupes. — dije limpiando sus lágrimas con suavidad.
— No quiero perderte Coryo. No se como he llegado a sentirme así por ti. No se siquiera porque me lo he permitido. Pero es verdad cuando dicen que el amor no elige. Siento que todo este tiempo he estado ignorando el hecho de que este amor me hará sufrir. — su explicación tenía todo el sentido, pero ya no me imaginaba una vida sin Lucy Gray, no podía dejarla ir. Aunque fuera irracional imaginarme una vida con ella.
— Oye no tiene porque ser así.  Quien sabe a lo mejor podríamos fugarnos juntos a algún sitio en las afueras. Vivir de la tierra. Tú podrías cantarme todos los días. Solo tu y yo.
— Por más de que me atrae tu idea no puedo abandonar al covey, y no te imagino mucho como un trabajador de la tierra. — dijo riendose entre lágrimas. Tenía razón, la idea de vivir en el campo me desagradaba completamente.
— Lo resolveremos, encontraremos la forma. Como la hemos estado encontrando este último tiempo, juntos. — bese su frente con ternura. Ella se acurrucó en mi pecho y finalmente pudimos descansar en los brazos del otro.

                                          🤍
Pov: Lucy.

Despertar por la mañana con Coriolanus a mi lado se sentía irreal. Dormir con un hombre de esta manera era completamente nuevo para mi, pero en sus brazos me sentía como en casa. Lo observe sereno echado en el colchón, estaba completamente destapado, al parecer yo le había robado las sábanas.
Me dirigí hacia la cocina para hacerme el desayuno, el sol estaba radiante y brillaba con fuerza llenando de luz el lugar. Hace mucho tiempo no me despertaba con tanta tranquilidad. Los días que hayamos tenido fueron de locos.
Tigris hacia traído un poco de todo avena, huevos, fruta, café, y pan. Decidí hacer el desayuno para los dos me puse a mezclar la avena con una banana y un huevo para hacer tortillas.
Las tortillas estában listas, cuando me dispuse preparar el café un golpe rotundo en la entrada de la mansión activo todos mis sentidos. Eran un grupo de agentes de paz, al parecer nos habian descubierto. Derribaron la puerta, hice contacto visual con uno de ellos,  empecé a correr por las escaleras.
— CORYOOO!!! — grité desesperada.

🤍

Pov: Coriolanus.

El grito desgarrador de Lucy me despertó sobresaltándome completamente. Exaltado corri a su encuentro y la vi forcejando con dos agentes de paz. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, ¿como nos habían descubierto?, ¿quien nos había delatado? .
— Sueltenla en este mismo instante, ella no tiene nada que ver, soy yo el que buscan. — vociferé avanzando contra los agentes para luego ser detenido por dos más de ellos.
— ¡No hagas eso Coryo porfavor! — dijo Lucy al escucharme echarme toda la culpa.
— eso lo evaluarán luego Snow. — dijo uno de los agentes. — Hasta que se pruebe lo contrario ambos son responsables. Ahora tienes derecho a mantener silencio. Y respecto a tu pájaro cantor, pff, quién sabe. — dijo con una sonrisa mezquina en su rostro. Forcejeé y luche no hubo forma, los agentes se llevaron la Lucy.

Los agentes me llevaron a la comisaría sin responder ninguna de mis preguntas sobre el destino de Lucy Gray. 
Lucy estaba lastimada y esos inadaptados la habían agarrado sin cuidado, probablemente lastimándola. Me retorcía de solo pensar lo que estaba pasándole en este momento.
Cuando llegamos me sentaron en un pequeño recinto esposado con un dispositivo extraño. Podía escuchar a los agentes reírse y murmurar sobre Lucy y yo, al parecer les entretenía el asunto. La furia quemaba mis venas, pero tenía que mantenerme calmado.
Un hombre vestido de negro entró al establecimiento y todos los que estaban hablando hicieron silencio automáticamente sin ninguna indicación. Cuando el hombre misterioso pasó por la puerta del recinto donde me encontraba pude ver una parte de su rostro. Quede completamente en shock.  El era la razón por la cual nos habían descubierto. El tipo que acababa de entrar era el extraño del bar. Aparentemente el si era un verdadero agente encubierto. Mi suerte no podía ser peor.

Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora