Pov: Coriolanus
Unos golpes se oyeron en mi puerta.
— Pase. — Tigris se aparecio con una sonrisa ladeada.
— ¿como te sientes?. — pregunto ubicándose a orillas de la cama.
— Tengo el rostro destrozado pero más allá de eso de maravilla. — dije irónicamente.
— Sabes a lo que me refiero. — mi prima me echo una mirada implicante. — Te has reencontrado con Lucy Gray, eso debe haber sido impactante Coryo.
— Me odia Tigris, es una pesadilla.
— No puedes pretender que esté todo bien después de lo que ha pasado Coriolanus, sería ridiculo. — mi prima parecía algo ofendida.
— La salve de la arena, fui a buscarla. — dije entre dientes. — podría ser más agradecida. — mi prima no respondió.
— Tengo unas cosas para ti. — dijo con entusiasmo abriendo una pequeña bolsita que llevaba en manos.
Cundo reveló el contenido no me gusto nada. La miré con desagrado.
— Vamos Coryo, como pretendes pasar desapercibido si tienes el cabello mas rubio de todo panem. — tenía un buen punto.
La tintura era un castaño oscuro, no me entusiasmaba cambiar mi cabello, ningún cambio me había entusiasmado jamás. Sobre todo en mi estilo personal, me consideraba bastante atractivo con mis facciones naturales. Tigris me guío hasta el baño, ya había puesto una silla frente al lavabo y tenía todo preparado.🤍
Pov: LucySalí de bañarme con el pelo húmedo, me escurrí en la toalla y la dejé a un lado para ponerme una nueva muda. Era una falda color azul marino, era de tela ligera, y arriba una pequeña blusa de lino, me hacía acordar a los atuendos que utilizaba cuando conocí a Coriolanus por primera vez.
Hoy era el día en el que nos llevarían al distrito 12. Me dirigí al salón y me encontré a Tigris leyendo plácidamente. Me senté junto a ella.
— Tigris, enserio quiero agradecerte todo lo que has arriesgado por mi, nunca podré devolvértelo. — la rubia me abrazo con dulzura apoyando su cabeza en mi hombro, su perfume me hacía acordar al de Coriolanus, pero más intenso.
— No hay de que. — dijo con calidez. — Oh dios te vas a desmayar cuando lo veas a Coryo. — dijo riéndose, algo que no termine de entender.
— ¿A que te refieres?
— Ya veras.Unos minutos después nos guiaron hacia una camioneta que tenía un gran baúl con una lona por arriba. Detrás mío escuché una voz familiar.
— Aquí viajaremos?? — era Coriolanus, tenía el cabello mucho más oscuro, definía todas sus facciones afilándolas aún más, y sus ojos celestes resaltaban como si fueran dos faroles en el medio de la oscuridad. Algo se revolvió en mi al verlo tan cambiado y tan guapo. No pude evitar esbozar una pequeña sonrisa. Su indignación por nuestro precario transporte era de lo más gracioso.
— Van a tener que viajar de esta manera porque si los ven no pasarán la frontera. — dijo Plinth apareciendo en escena con dos bolsos enormes uno en cada mano. — Esto es para ustedes, cuiden lo que les estoy dando, será lo único que poseerán en un tiempo, ábranlo cuando lleguen a destino. — Asentimos al mismo tiempo.
— Este es Joseph, será su conductor. — nos señaló a un hombre de baja estatura con apariencia promedio.
— Hola, soy Lucy Gray Baird. — murmuré acercándome a saludar al hombre. Me saludo con una sonrisa pero no me respondió.
— Joseph es mudo, pero puede entender todo lo que le indiquen. — dijo el señor plinth con una expresión que denotaba preocupación.
— Oh vamos. — dijo Coriolanus entre quejas. Le dediqué una mirada de odio y seguí a Joseph hasta el vehículo.
Aún no me había mentalizado para el próximo día y medio de viaje...🤍
Pov: Coriolanus
Incomodo con una pesada tela sobre mi, la cabeza apoyada sobre el borde de la camioneta. Intente cerrar los ojos pero unas rocas en el camino hicieron que me golpease. Era un auténtico infierno. Lucy gray estaba mirando a la nada, no me dirigía la palabra desde hace más de 4 horas. Como se supone que íbamos a compartir una casa de un solo ambiente en el medio de la nada. Me acomode sobre mi bolso y cerré los ojos.
— Coriolanus, tu madre ya no está con nosotros. — la voz de mi padre se manifestó como el helado viento de invierno, arrasando mi rostro, quemando cada partícula de mi cuerpo. — corrí hacia su habitación y encontré a mi madre echada sobre la cama ensangrentada. Parecía sangre de otra persona, nadie podía perder tanta sangre pensé para mis adentros.
— SALTE DE AQUÍ CORIOLANUS. — mi padre cerró la puerta en mi cara y comenzó a sollozar del otro lado de la pared. Nunca lo había escuchado llorar, sentí una punzada en mi corazón.Me sobresalte al sentir que alguien me tocaba.
— Despierta. — Lucy Gray estaba sacudiendome con el brazo. Me incorporé aún semidormido.
— ¿Estás llorando? — pregunto con delicadeza. Algo que no obtenía de ella desde que la volví a ver. Rápidamente limpie las gotas de mis ojos .
— No, es que el polvo de esta mierda de camioneta me da alergia. — me miro con cara seria y respondió:
— Hemos llegado a nuestra parada, mañana por la mañana terminaremos el recorrido.
Juntos desenganchamos la lona de la parte trasera de la camioneta.
Me baje y me acerque al conductor.
— ¿Oye donde pasaremos la noche?— pregunté al hombre olvidándome que era mudo y no podría responderme. El tipo me hizo unas señas dándome a entender que en la camioneta.
— Pero si estamos en el medio del campo a la deriva. — dije indignado.
— Con más razón, acaso quieres ir a una posada y arriesgarte a que te descubran, estás más que invitado a hacerlo. — murmuró irónicamente Lucy Gray. Le dediqué una mirada molesta y me acomode en el auto. Unos minutos después se acomodó junto a mi.🤍
Pov: Lucy
El cielo estaba despejado, las estrellas se veían con claridad. Me sentía una pequeña partícula en un mundo lleno de ellas. La amplitud de la noche me poseyó por completo.
Mire a Coriolanus disimuladamente. Rápidamente se dio cuenta y me devolvió la mirada.
— ¿Como te sientes? — pregunto. Su pregunta me tomo por sorpresa, era la primera vez que me preguntaban eso en mucho tiempo.
— Aún no lo se. — dije con demasiada sinceridad.
— Yo tampoco. — cruzamos mirada por unos segundos. Su pómulo abierto y el labio no le quitaban su buen aspecto, las estrellas me confundían, la inmensidad de la noche me ponía sensible e inestable. Coriolanus se acomodo dejando su mano al lado de la mía. Por un momento nuestros dedos se rozaron y sentí mariposas.
— ¿Porque lo hiciste? ¿Porque me buscaste? — luego de una pausa contestó.
— No lo se, simplemente no pude evitarlo, no podía no hacerlo. — respondió con melancolía. No confiaba en el, pero sus palabras en ese momento parecían sinceras, es más, sabía que lo eran, y eso me desestabilizaba por completo.
Coriolanus rozo mi mano devuelta y acarició mi dedo meñique con el suyo. Lo mire y la intensidad de sus ojos me paralizo, no hice nada, lo dejé tomarme la mano, lo necesitaba, aunque sea unos segundos.Aquí dejo foto del nuevo cabello de coryo, ojalá les guste el pequeño cambio. !!
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Snow and Lucy Gray <3 The Ballad of songbirds and snakes.
RomansaLos planes de Snow para salvar a Lucy Gray en los juegos del hambre no han sido descubiertos, y ahora les toca emprender la gira de los vencedores de los juegos del hambre, en la que convivirán y atravesarán distintos obstáculos. Teniendo todas las...