꒰ ᵗʷᵉᵉ ᵉⁿ ᵛᵉᵉʳᵗⁱᵍ ꒱

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— Necesito tu ayuda

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Necesito tu ayuda... —oí la voz de Miya en el otro extremo de la línea.

Mis ojos se encontraron con los de Joshua, quien silenciosamente me dijo que sí a la petición de Miya.

¿Con qué necesitas ayuda? ¿Y dónde estás ahora, Miya? Cuéntame todo desde el principio.

Miya no me dio una respuesta por el minuto más largo y comencé a preguntarme si había colgado la llamada como la última vez.

¿Miya?

Mira, no sé dónde estoy y no puedo darte más detalles. Lo único que sé es que puedo o no tener mucho tiempo. Necesito que hagas algo por mí.

¿Qué?

Recibirás un mensaje de texto ahora mismo que tiene una dirección. Joshua debe estar allí, sin la policía ni el
FBI.

¿Por qué Joshua?

Ese es el trato del asesino. Un intercambio: Joshua por mí. —Miya dijo, y luego con voz suave, agregó —. Sé lo que Joshua significa para ti, Jeonghan. Si decides no dejarle saber a Joshua sobre la dirección, no te culparé. Mereces la felicidad, y si él puede dártela, entonces valdría la pena...

¿Qué valdría la pena? —le pregunté aunque sabía cuál iba a ser su respuesta.

Mi muerte.

(...)

Según lo informado por Miya, recibí un mensaje de texto diez minutos más tarde con una dirección.

Joshua alcanzó su camiseta y se la colocó.

Lo observé mientras se abrochaba el pantalón y se pasaba una mano por el grueso cabello.

¿A dónde vas? —yo pregunté.

A la ubicación de Miya. —Él respondió.

La fatiga era tan clara en sus ojos.

Joshua parecía que necesitaba una manta, una taza de chocolate caliente y un buen descanso nocturno, ninguno de los cuales iba a conseguir pronto con la forma en que habían ocurrido las cosas.

Voy contigo.

Ya me había puesto unos vaqueros y una camiseta.

No, no irás. —Joshua lo dijo en un tono tal que no había lugar para la discusión.

Esto concierne a mi hermana. Ella debe estar en peligro. —razoné.

Esto podría ser una trampa y no puedo tenerte caminando hacia esta, además Miya dijo que debía ir solo.

Joshua sacó una pistola del cajón inferior de la cómoda.

No la había visto hasta este momento.

Rápidamente la escondió en su cintura.

𝐌𝐞𝐧𝐭𝐚𝐥 𝐀𝐬𝐲𝐥𝐮𝐦 ⇢ 𝒥𝒾𝒽𝒶𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora