17.Dos leyendas que partieron

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Jessica

Julio y Agosto pareció una calma antes de la tormenta. Cero noticias de Vladislav, las demás mafias no nos provocaron, ni siquiera tuve señales de Escorpión. Como si el mundo estuviese en calma, aunque yo seguía con la guardia alta.

Dimitri por otro lado, fue uno más en mi lista de desaparecidos, aunque lo viese todos los días. Apenas nos dirigíamos la palabra.

Septiembre fue entrenar, ir a mis clases y seguir descifrando el libro rojo, ahora con la ayuda de Dean. Decidí darle un voto de confianza, eso y que lo necesitaba para entrar a las oficinas de búsqueda. Él aceptó mi condición, quería cualquier oportunidad para conseguir que volviera a confiar.

Incluso con su ayuda mi avance era casi nulo.

Vida crecía y creció más con los meses, estaba enorme y requería más atención con más paseos, de eso nos encargamos Dean y yo.

Aunque el frío invernal no había llegado a la ciudad, en Octubre el abrigo abundaba así como el chocolate caliente por las tardes después de entrenar en la agencia.

Aeon, Dean, Xavier, Melissa y yo estábamos en la cafetería donde trabajó Xavier encubierto bajo mi apartamento, cuando una llamada me tomó por sorpresa. Era el abogado de mi papá.

—¿Hola?

—Señorita Montero, habla el abogado de su padre Joseph.

—¿Sí?

—Lamentamos informarle que su padre fue hallado muerto en la prisión donde se encontraba. Los guardias explicaron que un grupo con el que él tenía conflictos lo emboscó en la noche y lo acribillaron junto con su compañero, Abraham Sky. No se resistieron a los atacantes. Lo siento mucho, sé que los dos eran cercanos a usted. Ya informamos a la familia del otro fallecido lo ocurrido—comunicó.

En ese momento no sentí que me rompía, porque sabía la verdad. Mi papá no iba a dejarse morir tan fácil y tampoco Abraham. Entre los dos habían vencido a un grupo de mafiosos con dos armas simplemente, pelearon mano a mano como uno. Uno como cómplice cercano y otro como ex esposo de la jefa de la mafia rusa... Una muerte tan banal no tenía sentido tratándose de dos leyendas como ellos.

Se habían escapado, pensé. Era lo único que se me ocurría.

El único sentimiento que me invadió fue de lástima, sabía que en esta vida ya no volvería a ver a mi papá. Eso y estar muerto de verdad era casi lo mismo. Más allá del profundo resentimiento que existía entre ambos, seguía siendo mi padre.

Suspiré largando la tristeza.

—Gracias por avisarme, pero no sé por qué se comunicó usted conmigo.

—Llamo porque antes de morir su padre dejó un testamento a usted y a su hermano que pasará a leerse el primero de Noviembre. Le enviaré la dirección junto con la información por este mismo medio—expresó dejándome unos momentos para procesarlo—. Mis más sinceras condolencias, señorita Montero.

Después colgó.

—Ey, chica—Aeon y Melissa se acercaron—. ¿Qué pasó?

Les expliqué la situación, ninguna supo qué decirme. Veía la lástima que intentaban ocultar.

Parecía que todo aquel con mi sangre moría a mí alrededor y yo lo miraba desde lejos.

No podía decirles la verdad, así que fingí sentirme mal y regresé a entrenar a la agencia.

Estuve hasta que cayó el sol entrenando dándole al saco para descargar nervios, poco a poco los agentes fueron abandonando las instalaciones hasta que solo quedé yo.

Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora