Aaron
—Está tardando mucho.
Benicio comenzaba a impacientarse, habían pasado horas desde que Algora se fue.
—Si Vladislav pone ese suero en marcha en el mercado, las mafias estaremos en guerra.
—Confía en mí. Por algo recurriste a mí en lugar de tus matones, ¿eh? —le recordé.
Los dos compartimos un rato con dos vasos de Whisky en lo que esperábamos.
—Confío en ti porque no me queda de otra, como siempre.
Me burlé en su cara sonriéndole, de mi bolsillo saqué un tubo con el suero y la cara de Benicio me divirtió.
—¡Maldito infeliz! —me lo arrebata de la mano y lo aprieta—. ¡¿Lo tuviste todo este tiempo?! ¡¿Entonces para qué necesitas a ese guapote?!
—¿Tus susurradores no te lo dijeron? —guiñé un ojo observando mi suero—. Los murmullos que te llegaron yo los divulgué. Vladislav no puso en venta el suero, yo lo hice.
—Eres un hijo de puta.
—Todo es parte del plan. Robé el poco suero que encontré del laboratorio de Vladislav y lo puse a fabricar.
—Nunca dejas de sorprenderme, amigo.
Para el resto del mundo, Benicio Canaveris y yo éramos enemigos que se soportaban sin opción alguna, cuando la realidad era diferente. Sí éramos aliados por conveniencia, pero Benicio me caía bien, al estar con Zack comprendí que los dos somos unos rechazados por nuestras mafias. Yo por mi descendencia, Benicio por sus gustos personales, ser maricón estaba mal visto en las mafias, más en la Cosa Nostra. Con los años mantuvimos la pantalla de resentimiento, así era más fácil para nosotros intercambiar información. Le tenía respeto a Benicio, después de todo, por algo mi tío confió en él para arreglar ciertos asuntos.
—Todavía no me dices qué harás para sacar al amor de mi vida de esa mierda donde su podrida gente lo tiene—sacudió su vaso.
—De eso también estoy encargándome.
—Ya te dije que está en ADX Florence, ¡sácalo de una vez!
—Todavía no, Jessica tiene que decirme esa información.
Todavía no podía comentarle lo de Jessica, no todavía.
—¿Cómo? Explícate—frunció el ceño—, porque mi bello Zack anda sufriendo las peores torturas y tú solo te dedicas a acosar a tu ex—se bebió lo que quedaba de Whisky al terminar de tirar la piedra. Lo miré de costado, ignorándolo—. Sabes que no te perdonará por más que le hayas dado ese pendrive, ¿no?
—No me interesa que me perdone.
—¿Entonces?
—La necesito.
—Eso ya sé, y no necesito susurros para saberlo.
—Bájale a tu novela, no me refiero a eso—bebí el líquido.
—Vamos, Aaron. No la mataste luego de que ella fingiera asesinar a Escorpión, no la mataste luego de anunciarle al mundo que te mataría, no la matas ahora, no la matas aun cuando Vladislav te degrada anunciándolo a toda la Bratva, ¡No la matas y punto! No solo eso, estás frente al nuevo novio de tu chica, ¡y no lo matas por ella!
—Tú no mataste al pelirrojo cuando Zack lo eligió en lugar de a ti. Pudiste matar a Dean Algora, en cambio, dejaste que Zack volviera con él.
—Dean Algora es un niño, Zack entrará en razón y verá que yo soy el hombre con quien debe estar—se sirvió más Whisky—. Más le vale a tu topo vigilar que no saquen a ese zanahoria del confinamiento.
Rasqué mi mentón, la barba comenzaba a brotarme de nuevo.
—Según me dijo lo tienen recluido, obvio no iban a meter al hijito de papi en un pozo.
—Hasta me da lástima el infeliz. Solo es un niño, pero Zack es mío.
Qué tóxico posesivo de mierda... Pero pienso igual. Benicio y yo somos iguales en muchos sentidos, uno de ellos es lo posesivos que somos con quienes nos pertenecen.
—¿Y para qué el falso rumor? ¿por qué mandaste a ese guapote?
Sonreí para mí mismo.
—El apellido Algora se manchó con la estupidez del hijo pródigo—comencé diciendo—. Dimitri y David Algora deben volver a tener credibilidad y prestigio en la CIA.
Benicio, el amo de los susurros, enarcó una ceja completamente desorientado.
—Todo está yendo como se planeó, Benicio. Dimitri ahora regresará a Nueva York como el héroe que es. Los Algora vuelven a ser la élite de la CIA, y provoco un poco a Vladisav para sacarlo de las sombras.
—¿Y en tu perfecto plan se te ocurrió que eso le sumaría puntos a él con tu chica?
Un mensaje nos llegó simultáneamente, a los dos se nos formó una sonrisa ladina al terminar de leerlo.
Alguien había robado el suero de Vladislav. Un suero extra que dejé para que se lo llevara, el otro me lo quedaría. Llevaba tiempo pensando si había una cura para este, y me propondría fabricarlo de ser así.
Como decía, todo sigue de acuerdo al plan.
ESTÁS LEYENDO
Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]
DiversosJessica sufrió por las mentiras de Aaron que la hicieron pecar. Cuando la verdad sale a la luz es solo cuestión de tiempo para que el ángel sea corrompido. Aliados como enemigos toman posición en la siguiente partida, Jessica pagará las consecuencia...