Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]

66.Que comience el juego

narrador omnipresente

Vladislav contempló junto a ella la maravillosa vista de la ciudad en un ventanal a las tempranas horas de la mañana. Su mente calculadora esperaba la orden, pero la duda le desbordaba hasta la punta de sus dedos, mezclada con la ansiedad por aquella que consideraba su protegida.

—¿Estás segura de lo que harás?

Ella siguió contemplando el amanecer a su lado, había esperado mucho por esta jugada.

—Paciencia, tío. Esperamos mucho para dar este golpe.

—¿Encontraste a la amiga?

—No todavía. Jessica me guiará hacia ella. Hasta no encontrarla no daremos el golpe final. Los necesito a todos juntos para lo que viene.

—¿Pero y Aaron?

—Logró sacarme de su vida, pero no importa. Jessica es la clave para vengar a nuestra familia. Aquella que inició esta guerra es la que la terminará.

—En mi opinión, deberíamos haberla matado desde un principio, todo este juego que harás es demasiado dramático, y desmedido. Incluso para mí.

—Entonces qué bueno que no pedí tu opinión. Estás para ayudarme, no para dar opiniones.

Sus miradas igual de grises y frías se desafiaron en un prematuro silencio.

—Vengaremos a todos los que mataron, Nadina, pero esto es excesivo.

Vladislav se reconocía en ella, pero seguía sin estar del todo convencido de qué posición ocupaba la niñata, o hasta dónde llegaban sus límites.

—Ve —le ordenó ella —. El juego va a comenzar. Pon en movimiento la jugada divina.