Narrador omnipresente
La pantalla se puso en blanco, pero en el resto del país podían ver lo que sucedía en ese camión.
—Llamaré a...—Dimitri estuvo a punto de nombrar a Jessica pero Aaron lo evitó.
—¡Cierra la puta boca, idiota! Todavía pueden oirnos.
—Estoy acabado —dramatizó el agente, o ex agente, fastidiando los pensamientos de Aaron—. Todo el mundo sabe que soy un traidor.
—Quéjate luego. Primero debemos salir de aquí.
El pelicastaño con cuidado dejó a Zack adormecido en el suelo y comenzó a buscar una salida.
—Es inútil, Sky. Este camión fue preparado para gente peor que Zack Moore.
—Me halaga que piensen tanto en mí, pero nada es indestructible —trató de comunicarse con Narkissa. La señal era débil pero algo logró conseguir—. Sácanos de aquí.
—Intentaré apagar las cámaras —dijo Irisha.
—Eso da lo mismo, pendeja. Sácanos de aquí.
—Ay, no.
—¿Qué? —le preguntó Narkissa a su sobrina.
—Vladislav decía la verdad, un grupo de agentes de la CIA viene hacia el camión.
Ya estaban a una distancia estrecha de Nueva York, por lo que los autos de la CIA tardaron poco tiempo en llegar.
Si Narkissa los distraía no podría ayudar a Aaron a salir, y si se quedaba los agentes que venían los matarían.
Aaron y Dimitri fueron bombardeados con balas que gracias a que el vehículo era blindado no pudieron penetrar sus muros. Los agentes trataron de parar el camión pero este no frenaba por el piloto automático. Los de adelante que iban de guía se colocaron a ambos lados empujando el camión.
—¡Nos descubrieron!
—Sí, no me digas, genio. Tenemos que desviar el camión. Ve —le ordenó al agente.
Dimitri sacó el piloto automático, trató con todas sus fuerzas pero el volante no cedía, por más que lo direccionara este seguí recto en la ruta.
—Imposible, lo manejan por control remoto.
—Joder, hombre.
De frente le venían una lluvia de balas que trataban de romper el cristal, más autos venían sin conseguir frenarlos. Los hombres de Benicio atacaron a los autos tratando de conseguirles más tiempo.
Necesitaban un milagro.
Y ese milagro iba llegando en uno de los autos más rápidos que había robado de la agencia.
Con el sol detrás de ella, los muchachos divisaron al auto donde su chica venía más rápida que un cohete.
—¡Es ella! —confirmó su novio.
Aaron estaba lo contrario a agradecido. Su seguridad estaba siendo puesta en peligro.
—Qué mierda haces.
Jessica aceleró y con su arma bajó a dos autos disparándoles a las ruedas, pero todavía eran muchos.
—Zack, despierta —su amigo le palpó el rostro para que reaccionara—. Necesito que te levantes, voy a sacarte de aquí.
—¿Qué vas a hacer? —el agente lo siguió con la mirada al ruso que tomaba varias armas que traía y comenzó a dispararle al techo.
—Salir de aquí. Tú sigue tratando de mover el camión.
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Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]
AcakJessica sufrió por las mentiras de Aaron que la hicieron pecar. Cuando la verdad sale a la luz es solo cuestión de tiempo para que el ángel sea corrompido. Aliados como enemigos toman posición en la siguiente partida, Jessica pagará las consecuencia...