40.Chernaya kniga

48 3 0
                                    

Jessica

—¿Cómo estás? —le pregunté con voz suave.

Zack se hundió de hombros pensando qué decirme. Miró para todos lados con la mente algo lejana del presente.

—No puedo quejarme.

Asentí comprensiva. Imaginaba que estar encerrado sin poder ver el sol en una celda era terrible, pero peor siempre sería morir. Preferiría tenerlo en una celda que siendo torturado las veinticuatro horas rogando porque lo asesinaran para acabar con la pesadilla.

—Bombón, creo que jamás te agradecí por salvarme la vida. Esta celda es como una cajita, pero por lo menos estoy con vida gracias a ti. Gracias, Jessi.

Apretó mi mano, puse la otra encima de la suya apretándosela con fuerza.

—Desearía poder hacer más.

—Hiciste lo que pudiste. Prefiero esto a que me despedacen parte por parte, bombón—sonrió nervioso.

Mis manos sobre las suyas se tensaron y mis labios hicieron una mueca que Zack ubicó.

—Jessi, ¿qué pasa?

Alejé mis manos poniéndome seria. Este era un tema importante, el cual dejarlo pasar era imposible.

—Zack, tenemos un problema. Uno enorme. Aaron está aquí—y de repente lo vi pálido cual cadáver—. Lo vi, está buscándote y quiere mi ayuda para encontrarte.

—¿Qué? Espera, ¿acaso él...?

—¿Se me apareció de la nada haciéndose el galán amnésico queriendo manipularme? Sí. Y eso no es todo.

Relaté la secuencia de eventos que nos llevaron a Vladislav y cada uno de los acontecimientos que sucedieron después.

El rubio estaba entre sorprendido y preocupado. Muchas cabezas caerían por nuestro pleito de demonios por el poder del inframundo.

—Zack sé que juraste silencio para proteger a Aaron, para protegerme también a mí, pero hay algo que debo saber.

—Jessi, cariño, si te dijera algo mi vida correría riesgo—me recordó en una lucha interna porque no le fallara la voz.

—Necesito saber dónde tiene el libro negro, solo eso.

Mi pregunta no lo sorprendió, más bien lo molestó.

—De nada te servirá saberlo. Ya que tengas el rojo es un verdadero problema, que quieras tener ambos libros te vuelve un blanco más grande y jugoso, tanto para la CIA, como para el resto de las mafias.

—Vladislav dijo que en el libro negro hay un capítulo que habla de mi papá. Necesito encontrarlo y saber de qué se trata, estoy convencida que la muerte de mi madre es más grande que una venganza o tortura hacia mí. Hay algo que mi papá sigue ocultándome y debo saberlo.

—Bombón, es peligroso. Tu papá te ocultaba mucho y era por algo, hay cosas que nunca deberías saber, ya sabes cosas que nunca debiste descubrir.

—¿Qué puede ser peor de lo que ya sé?

¿Alianza con la Bratva? ¿Cómplice? ¿Asesino? El currículum de mi papá estaba bastante completo, ¿qué más podría sorprenderme?

Zack vio en mí valor, determinación, además de una inmensa terquedad y cero preocupaciones por las consecuencias que traerían.

Yo vi en él miedo, y entre todo ese miedo, un brillo efímero de valor.

—Más te vale saber lo que estás haciendo, cariño.

Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora