Jessica
Ayer Dimitri me había robado un beso que pareció hacerme volver a nacer, y hoy estaba junto a mí, presentándoles a David y al director una propuesta para incorporarme de manera permanente en la CIA.
Dimitri monologaba inspirado sobre algo de que sería de gran ayuda a la causa del estado en la lucha contra las mafias y la corrupción, y yo solo pensaba en que me gustaba cómo le quedaba esa camisa negra.
¡Me había dejado estúpida!
—¿Tú qué opinas, Montero? —me preguntó el director.
David no opinó en nada.
—¿Eh? ¿Qué? —balbuceé.
—¿Quieres unirte a nosotros? —Ofreció con estima—. Demostraste tu lealtad. Ya probaste haberte redimido por fraternizar con un enemigo del estado, lo menos que podemos hacer es ofrecerte un lugar entre nosotros. ¿Qué dices?
—Es interesante su oferta, director—los ojos de Dimitri estaban iluminados con esperanza—. Me gustaría tomarme mi tiempo antes de decidir.
—El que necesites.
Con Dimitri nos retiramos de la oficina con la tajante mirada de recelo de parte del subdirector a nuestras espaldas.
Había pasado de ser una criminal a la salvadora del país simplemente por entregar una cabeza.
Por algo el verdadero Escorpión me había dejado su máscara.
Mi cabeza estaba dividida entre dos al mismo tiempo.
Pensar en Escorpión y en lo que hicimos hacía que me mojara, que mi cuerpo quemara y sintiera mi sangre correr por mis venas. Aventura. Riesgo. Adrenalina.
Cuando pensaba en el beso con Dimitri... no sabía cómo me hacía sentir, era una ensalada de sentimientos que no sabía cómo manejar, porque con Dimitri sentía cosas demasiado fantasiosas.
Me hacía sentir especial.
—Jess—tomó mi mano—. Estás temblando, ¿estás bien?
Le retiré la mano.
Intenté apaciguar los fuegos artificiales en mi pecho.
—Sí.
—¿Quieres ir a entrenar? —propuso—. Puedes irte a tu casa más tarde. Matt también entrenará hoy.
Estaba con el corazón en la boca, Dimitri era un río calmo.
—Bien. Vamos.
Quería probarme a mí misma que podía seguir controlando mis sentimientos como hacía desde hace un año. Llevaba mucho tiempo poniendo en línea mis emociones y debía seguir así.
Ahora todo se sentía diferente, como si mis emociones, anhelos y deseos se maximizaban a causa de estar cerca de Dimitri Algora.
El sol comenzó a ponerse, los agentes fueron abandonando el gimnasio. Esta noche organizarían la pelea en donde Dimitri participaría, estuvimos entrenando para eso, yo en una bolsa y él en el ring con Matt hasta que este se retiró para ducharse.
De mi bolso tomé una botella y la llevé a mis labios. Para cuando quise darme cuenta, volvía a estar a solas con Dimitri.
Levanté la mirada buscándolo y... Oh, mierda.
Se había sacado la camiseta.
Mis manos sudaron y no podía controlar el ritmo de mi corazón. Apreté mis piernas en una búsqueda inútil de autocontrol, parecía que quería tentarme sin hacer nada.
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Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]
AcakJessica sufrió por las mentiras de Aaron que la hicieron pecar. Cuando la verdad sale a la luz es solo cuestión de tiempo para que el ángel sea corrompido. Aliados como enemigos toman posición en la siguiente partida, Jessica pagará las consecuencia...