25.Caballo de troya

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Jessica

Dimitri y yo regresamos a la central para ver al subdirector. Al informarlo puso en marcha a su equipo en computación a buscar el paradero de Narkissa, cualquier imagen reciente de ella en Nueva York serviría.

Si dábamos con Narkissa, dábamos con Aaron.

—Encontrar a Narkissa les será imposible. Jamás encontrarán a Aaron si él no quiere ser visto.

Ese hombre era excelente para esconderse.

Yo más que nadie quería atraparlo pero hasta no tener oportunidad la idea era solo eso, una idea imposible. Aaron era un digno y odioso adversario.

—¿Y tú qué sugieres? —me prepoteó el subdirector—. Ilumínanos con tu sabiduría, señorita Montero.

Oh, claro que tenía una idea.

Una que me daría ventaja.

—Bueno, visto que a donde quiera que vaya me seguirán, creo que lo más conveniente será que me escondan hasta tener algún indicio. Si ven que desaparezco, eso los obligará a revelarse y así podremos acercarnos un poco más a Aaron.

Dimitri fue el primero en apoyarme.

—No es una mala idea, David.

Su hermano no dio el brazo a torcer, a lo que me adelanté.

—Tanto usted como yo, subdirector, queremos no solo atrapar al príncipe de la mafia, queremos la protección de Dean—abrió los ojos—. Ellos saben del apartamento, saben que Dean vive conmigo. Lo mejor será que me reubiquen temporalmente en algún otro lugar—y ahora mi jugada maestra—. En mi cuerpo tengo todavía un rastreador que me puso mi padre hace años. Está apagado, pero si lo retiran y lo encendemos ellos lo captarán y podremos emboscarlos haciéndoles creer que lograron encontrarme.

Después de considerarlo, el subdirector puso una condición.

—Mi hijo irá contigo. No permitiré que se quede en ese apartamensucho con un francotirador midiéndolo mientras caga.

—Si Dean sale del apartamento también levantará sospechas—expliqué—. Lo mejor para Dean y para el resto será desconocer mi ubicación.

Suspiró, y de mala gana el subdirector aceptó.

—Bien. Extraeremos el rastreador de tu cuerpo—concedió. Pasó a dirigirse a su hermano—. Luego te encargarás tú de activarlo y que el caballo de troya haga su trabajo. La agente Valentine se encargará de esconder a Montero en un lugar que yo considere seguro.

—Aeon será la que activará el rastreador, David. Yo voy a poner a Jessica en un una ubicación que solo yo conoceré.

Esta vez su hermano y yo lo miramos entre sorprendidos y confundidos.

—Inconcebible—exclamó el subdirector—. Dimitri, te di una orden. Te necesito aquí, no de niñera. Si Aaron Sky se hace presente tú eres quien debe arrestarlo, se lo debes a Madeleine.

La mención de esa mujer afectó a Dimitri, sin embargo no dejó que David lo viera y siguió firme con su decisión.

—Ya lo decidí, David. Sky es la cabeza, Narkissa es quien sale de las sombras para hacer su trabajo sucio, como todo un cobarde. A ella podremos atraparla, cosa que confío en que la agente Valentine es capaz de hacer. Yo me encargo de Jessica. Está decidido, y ya conozco un lugar donde no la encontrarán.

Jugada Divina [ Trilogía Préstame tu corazón parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora