Historias Cruzadas [GoYuu] [One-Shot's]

• HONOR •

Para un Alpha no hay honor más grande que el marcar a un Omega puro para reclamarlo como suyo, recibiendo el respeto y reconocimiento de los miembros más longevos de su clan por su gran trabajo.

Sin embargo, Gojo Satoru, el próximo líder de su familia y el único Alpha dominante en ella se había convertido en el hombre más repulsivo y desagradable de todos, trayendo deshonra y mal prestigio.

Todo por haber recibido la marca de un Omega vulgar y mucho más joven que él, quien ni siquiera era puro.

— ¿Te arrepientes.?— cuestionó con algo de duda Yuuji, abrazando por la espalda al peli blanco... quien se encontraba sentado en el suelo de la sala de estar.

— Por supuesto que no, lo haría de nuevo sin dudar.— respondió frío.

No mentía, aceptaría, por amor... pero eso no evitaba que su pecho sintiera un extraño vacío, acompañado por una sensación de soledad.

— Eso me alegra... — el Omega rosado parecía no darse cuenta de lo que realmente sucedía.

Gojo estaba entrando en una estaba depresiva, incluso si no era consciente de ello, no sólo por la indiferencia de sus padres y el rechazo del resto de su familia, sino también por que a Yuuji parecía no importarle en lo más mínimo.

Desde aquel día no habían tocado el tema, casi no salían de casa y solo buscaban distraerse con algo mejor.

— Si... a mi también.— soltó sin más.

Sintiendo como el Omega besaba su cuello sobre las vendas que cubrían si herida, aunque habían pasado ya varios días, seguía abierta.

Ninguno parecía darse cuenta que algo estaba mal con la mente del Alpha albino.

— Deberíamos salir a cenar, hace tiempo que no tenemos una cita.— el menor parecía muy entusiasmado.

— Creo que sería mejor en otra ocasión, hoy no me siento muy bien.— sin importar que Yuuji lo estuviera sujetando, se puso de pie y camino hasta si habitación.

Dejando atrás al chico, quie estaba algo confundido.

No espero mucho, fue a buscarlo.

— ¿Sucede algo.? ¿Qué es lo que tienes.?— al estar lo suficientemente cerca de la cama, tomó asiento en el borde.

Observando como el peli blanco se envolvía en las sabanas, dándole la espalda.

— Estoy cansado, solo quiero dormir un poco.— hasta ese punto, el dolor en su cuello era insoportable, pero no le diría nada.

— ¿No has estado durmiendo mucho últimamente.? ¿Estás enfermo.?— intento poner su mano en la frente del contrario, pero éste rápidamente cubrió su cabeza.

— No es eso, estaré bien.— minimizaba mucho sus síntomas.

Itadori suspiro, tenía una vaga idea de lo que sucedía.

— Vamos, no te pongas así, en unos días más tu familia ni siquiera recordará lo que hiciste y volverán a buscarte, estoy seguro.— dio unas cuantas palmadas sobre su espalda.— Anímate, si te deprimes harás que yo también me sienta mal.— se puso de pie.

— Estoy bien.— repitió.

— Si es así, entonces yo saldré un rato, volveré por la tarde.— camino hasta su armario y sacó un abrigo, las noches se ponían frías en esas fechas.

No hubo respuesta.

Yuuji solo suspiro, cansado de verlo así, prefería irse antes que escucharlo llorar.