╭DESCENDIENTES - BEN FANFIC╮
[🌹]❝La hermosa Agatha era la viva imagen de su madre, su cabello era de un hermoso pelirrojo, algo ondulado aunque tenía sus días rizados, pálida, con ojos azules y con un carácter igual al de Mérida.❞
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—¿Tengo que preocuparme o algo así? —pregunta Agatha en voz alta con algo de diversión hacia Evie que se encontraba maquillándola con dedicación.
—¿Por qué tendrías que preocuparte? —pregunta Evie en respuesta, teniendo una radiante sonrisa en su rostro.
—Porque estás sonriendo como una psicópata y porque por alguna razón quisite venir a maquillarme —termina por responder la princesa confundida—. ¿Es un día importante y no lo sé?
—¿Qué tiene de malo que venga a maquillar a mi mejor amiga? —pregunta Evie divertida, dándole ligeros golpecitos en la nariz a Agatha para el rubor.
Ambas chicas se rieron al mismo tiempo antes de que Evie se alejara de la princesa para poder comenzar a peinar su largo cabello.
—Evie —habla Agatha con advertencia—. Dime qué es lo que está ocurriendo.
—Bien, tú ganas —se rinde Evie, consiguiendo que su mejor amiga sonriera triunfante—. Estuve investigando un poco y encontré un tipo de maquillaje que me encantó y quise probarlo en ti.
La sonrisa de Agatha desaparece al momento en que escuchó las palabras de Evie que se mantuvo sonriendo de todas maneras.
—¿Tendrás alguna tiara? —pregunta Evie tras terminar de peinar el cabello de Agatha.
—¿Para qué quieres un tiara? —pregunta Agatha confundida, fijando su mirada en el reflejo de su mejor amiga través del espejo.
—Es para realzar un poco más todo el conjunto —se excusa Evie con inocencia.
—Ya sabes en donde están y ya sabes la contraseña —termina por rendirse Agatha, consiguiendo que su mejor amiga soltara un bajo chillido de emoción.
Evie desaparece en el gran armario de Agatha para buscar la variedad de tiaras que tiene, la pelirroja analiza su maquillaje con velocidad y no evita sonreír emocionada al fijar su mirada en el hermoso ramo de flores que Ben le había hecho llegar esa mañana.
—¡Que difícil decisión! —se queja Evie dentro del armario de su mejor amiga que regresó a la realidad.
—¡No quiero nada llamativo y muy grande! —advierte Agatha, consiguiendo que la peliazul se quejara—. ¡Te conozco Evie!
Minutos después, la peliazul salió del armario con una delicada tiara en manos, pero eso no evitó que Agatha se quejara al reconocer la hermosa pieza que llevaba su mejor amiga en manos.
—Te dije que no quería nada llamativo y grande —se queja Agatha.
—No es muy llamativo y no es muy grande —se defiende Evie—. El que quería ponerte era mucho más grande que este y tenía más esmeraldas.
