CAPÍTULO 17: Pedida de matrimonio

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MARATÓN 7/7

Nigel me deja en el suelo y se aleja oculto para darme algo de espacio y no lo suficiente por si tiene que actuar por alguna acción inesperada.

- ¡Elsa! ¿Estás bien? ¿Estás herida? ¿No te ha hecho daño? – Me pregunta papa Aslan, mientras me analiza cada parte de mi cuerpo en busca de alguna herida. Río un poco viendo su exageración.

- Estoy bien, papa. – Le digo sonriendo. Entonces de repente me abraza.

- Me tenías preocupado. – Me dice serio. – Te he estado buscando todo el día, cuando Leo ha venido corriendo diciendo que un salvaje te había secuestrado...

- ¿Leo está bien? – Pregunto preocupada, pues la pelea que tuvo con Nigel fue riesgosa.

- Él...esta con Harry... – Dice papa Aslan, no le dejo terminar de hablar que salgo corriendo hacia la cueva de Harry para ver el estado de Leo.

- ¡HARRY! – Grito cuando llego a la entrada de su cueva. Y me quedo impactada cuando veo a Leo envuelto por su torso vendajes de hojas y el totalmente estirado. - ¡LEO! – Grito llorando sobre tu pecho. - ¡No me dejes! ¿Cómo quieres que empiece a tener compañeros si tu debes ser el primero? – Lloro y lloro, encima de su pecho.

- ¿E-Elsa? – Pregunta Harry con un hilo de voz, entrando por la puerta de la cueva con plantas en sus brazos.

- ¿Por qué Leo está en este estado? – Le pregunto intentando retener las lágrimas para hablar correctamente, absorbiendo los mocos y restregando mis manos por mis ojos. No pensaba que Nigel le hubiera hecho heridas grabes, se estaba conteniendo.

- ¿Qué le ha pasado a Leo? – Me pregunta Harry totalmente desconcertado. – Juraría que lo he dejado descansando.

En ese momento me giro para volver a mirar a Leo, quien abre sus ojos con una gran sonrisa de felicidad en su rostro. Al darme cuenta que he mal entendido las cosas, me sonrojo entera e intento salir corriendo de ahí, sino fuera por el agarre fuerte de Leo en mi muñeca.

- Elsa... - Dice ahora en un tono serio. - ¿Es verdad que me deseas como tu compañero?

- Y-Yo b-bue-eno, la ve-verdad es...siempremehasgustado. – Le digo super nerviosa.

Tengo el corazón batallando a galope en mi pecho, mi mano está sudando, siento mis mofletes a punto de estallar al rojo vivo y mi mirada esquiva vuela algún punto de la cueva al que mirar que no sean sus ojos. De pronto siento un tirón de mi muñeca, el cual provoca que caiga encima suyo.

- ¡Estas herido! – Le grito aún nerviosa, pero preocupada por su estado.

- Elsa, eres la hembra con el corazón más hermoso, inteligente, valiente, veraz, sabia, curiosa y una amabilidad desbordante. – Me dice Leo con su voz de galán mirándome directamente a los ojos, con su mirada de un amor que parece que no le cabe en el pecho. ¿Cómo puede ser? ¿No que me trataba como una niña? – Para mí sería un honor ser tu primer compañero.

Estoy rebosante de alegría. Vuelvo a llorar, pero de felicidad. No me lo puedo creer. Ahora mismo estoy ahorcajadas encima de él y aprovecho esconder mi rostro lloroso en su pecho.

- ¿No que era como tu hermana pequeña? – Le pregunto entre lágrimas, absorbiendo mis mocos, mientras siento como me acaricia la espalda de arriba hacia abajo, intentando tranquilizarme.

- ¿Cómo podría tratarte así, si des de el primer momento que te vi en tu forma bestial me llamaste la atención? – Me dice este, medio riendo. – Todos estos años he ahuyentado a tus supuestos pretendientes. – Menciona con un gruñido. – He intentaba ocultar mis emociones, pero toda la manada ya sabía lo que sentía, menos mi escurridiza gatita. – Me dice él cogiéndome la cabeza y haciendo que le mire.

Soy una gata en un mundo bestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora