CAPÍTULO 3: La manada de leones

2.5K 281 28
                                    

Montada encima del cachorro observo el camino que tomamos, creo que aproximadamente hemos estado a trote unos 10 – 15 minutos hasta que se ve una especie de entrada, pues son dos árboles muy grandes que sus ramas se entrecruzan creando de tal manera como un círculo con una única entrada. El león adulto que me acompaña deja la presa en el suelo y rugue, llamando la atención de dos leones que estaban sobre las ramas altas del árbol. Estos al escucharlo saltan y ambos agachan su cabeza como señal de respeto.

- "¿Por qué hacen eso?" – Pregunto maullando hacia el león adulto.

Este se des transforma y carga el jabalí a su espalda, mientras yo sigo encima del cachorro quién sigue el caminar de su padre. El hombre mira extrañado hacia su alrededor y a su hijo.

- Leo, ¿tú no la entiendes? – Le pregunta al cachorro el cual ahora sé que su nombre es Leo. Este le contesta negando con la cabeza. Su padre solo asiente, como asimilando la información nueva obtenida sobre mí.

- "¿Qué pasa?" – Le pregunto.

- Elsa, yo soy Aslan, el rey león de esta manada. – Ante su mención a mí me da por reír porque me recuerda a la película Disney que tantas veces he visto cuando era pequeña. El hombre me mira extrañado por mi risa, la cual se escucha como una vibración hacía los demás. Noto como el cachorro aún callado, se mueve incomodo.

- "¿Eres el líder?" – Le pregunto para confirmar su cargo.

- Sí, digamos que soy el rey de está manada de leones y mi hembra es la patriarca de está. – Me explica. Así caminamos por la manada, la cual está rodeada de grandes árboles, pero lo extraño es que solo veo leones, ¿no hay leonas?

- "¿No hay hembras?" – Le pregunto extrañada.

- Las hembras, da igual de que especie, son muy valiosas, pues hay una gran diferencia en la proporción entre machos y hembras, además cuesta mucho que nazca una hembra. Poniendo a mi manada como ejemplo, tan solo hay 8 hembras y la resta son machos o cachorros, actualmente somos 378 machos, de los cuales 28 son cachorros y la pequeña Cuatro es la mimada de toda la manada. – Me explica Aslan.

- "¿Estoy en peligro?" – Pregunto asustada, ignorando el nombre de la pequeña como si fuera un número.

- No, estarás bajo mi protección hasta que tengas a tu primer compañero. – Me dice.

- "¿Compañero?" – Le pregunto extrañada por la palabra utilizada.

- Sí, cada hembra normalmente tiene un mínimo de cuatro compañeros. – Explica. Y yo le miro asombrada.

¿Una relación poliandria? En mi vida anterior tuve una vida sexual activa, pero no significa que hubiera hecho antes un trío con más de un hombre. Veo que ambos se detienen delante de un agujero en el árbol. Miro a mi alrededor dándome cuenta que algunos árboles tienen un agujero en estos.

- Aquí es donde vivo. – Me dice para posteriormente Aslan entrar dentro de la casa, seguidamente del cachorro.

Pensaba que dentro del árbol seria pequeño, pero que equivocada estoy. Dentro hay como una explanada amplia hará unos 12 metros cuadrados, por lo que veo es el espacio que utilizan para almacenar, aunque en una esquina puedo ver a diversos cachorros jugar sobre pieles de animal es como una sala comuna. Luego aprovechando la disposición de las ramas hay otro espacio arriba, ¿seguirá más arriba? Escucho como Aslan hace un rugido y al poco tiempo los cachorros que antes estaban jugando se aproximan, son 5, y varios hombres bestias aparecen junto a una leona, una hembra, me la quedo observando y veo como tiene a una bola de pelos aproxima a su pecho.

- Familia. – Dice Aslan refiriéndose a todos. – Hoy en la caza me he encontrado con una cachorra. – Les informa a todos.

- ¿Cachorra? – Pregunta extrañado uno de los hombres bestia, este tiene una melena larga de color castaño oscuro, tiene una cicatriz que recorre su pecho, es alto, pero no tanto como Aslan, aun así sigue siendo atractivo y veo como este tiene dos rayas en su cuello. ¿Las rayas significará algo?

Observo como las miradas de todos caen sobre mí, esto me pone nerviosa. ¿Me echarán? ¿Tendré que irme de la manada? Sin querer vuelvo a clavar las uñas en el lomo de Leo, pero esta vez no suelta ningún gruñido, creo que lo está intentando soportar.

- Sí, la encontré debajo de un árbol, no creo que tenga más de 3 años, pues no puede des transformarse aún, no recuerda nada, ni sabe nada de este mundo, pero creo que algo debería haber pasado porque ya tiene su nombre. – Informa Aslan.

- ¿Cómo que ya tiene su nombre? – Le pregunta extrañada la mujer y esta se intenta aproximar hacia mí.

- Cuidado Leodora, no te acerques, no sabemos que especie es. – Le advierte otro de los machos. En total son 6 machos adultos y todos son leones bestias. Observándoles veo que todos están entre una y dos rayas, solo Aslan tiene tres rayas.

- Daniel, no pasa nada, es una cachorra. – Le dice está molesta porque se pusiera en medio de su camino. Aslan me coge en brazos del lomo de su cachorro y se aproxima conmigo hacia Leodora y me la quedo mirando. – Es preciosa. ¿Cómo se llama? – Dice la hembra, yo ni siquiera sé cómo me veo, solo sé que mi pelaje es blanco, pero no sé el color de mis ojos.

- Elsa. – Le responde Aslan por mí, pues ambas estamos hipnotizadas una a la otra, Leodora es de cabello castaño oscuro, su piel es morena, tiene una cejas largas y delgadas y sus ojos son de un color pardo extraño. Luego desvío la mirada hacia la bola de pelo que Leodora tiene en brazos. Es de color marrón clarito, está se revuelve incomoda en los brazos.

- Oh la pequeña cuatro se ha despertado. – Dice Leodora y de golpe todos los machos adultos se aproximan para ver como la pequeña abre los ojos.

- "Qué hermoso color de ojos" – Maullo, pues la pequeña tiene los mismos ojos pardos que su madre, una mezcla muy rara, exótica y atractiva. Veo como todos se me quedan mirando.

- Ha dicho que la pequeña tiene un color de ojos hermoso. – Dice Aslan por mí.

- ¿Puede comunicarse contigo? – Pregunta extrañada y sorprendida la mujer.

- "¿Es raro? ¿Soy rara?" – Pregunto a Aslan preocupada porque solo él pueda entenderme.

Veo como la pequeña vuelve a cerrar sus ojos en brazos de su madre, tendrá cerca de 6 años. Leo se une a los otros cachorros, supongo que estará poniendo al día también a sus hermanos. Dos adultos se van a preparar la carne de jabalí para comer, mientras que Leodora, Aslan, Daniel y los demás se sientan sobre el suelo para hablar de la situación conmigo.

- La cuidaremos, es una hembra, no la podemos abandonar. – Dice Leodora al grupo.

- Yo estoy de acuerdo, además ha hecho conexión conmigo, no la puedo abandonar hasta que tenga su primer compañero. – Informa Aslan.

- Haré lo que mi amada quiera. – Dice Daniel con cara de idiota mirando a Leodora.

- Si la abandonamos, no durará nada en el bosque y las hembras son valiosas, así pues, estoy de acuerdo en quedárnosla y criarla como una más de nuestra familia. – Añade uno de los hombres.

- Estoy contigo Lev. – Añade el último.

- Pues decidido, Elsa bienvenida a la familia de leones. - Me dice Leodora. En respuesta yo maullo alto diciéndole "Gracias".

Hola mis reinas. Debo pediros un favor... Soy horrible poniendo título a los capítulos >.<

Si después de leer el capítulo, tenéis pensado un mejor título agradecería que lo escribierais en comentarios.

Si me gusta pondré el título escogido y dedicaré el capítulo a aquella reina que se le haya ocurrido ^-^

Espero hayáis disfrutado de la lectura :)

Muchas gracias por vuestro apoyo :D

Nos vemos la semana que viene ;)

Soy una gata en un mundo bestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora