Soy una gata en un mundo bestial

CAPÍTULO 21: Slytherin vs Gryffindor

- ¡No se me ocurre nada! - Le grito al bosque frustrada. Suspiro golpeando una piedra que hay en el camino.

Llevo desde la mañana vagando por el bosque observando cada rama, cada hoja, cada flor, cada árbol, pero ninguna de estas cosas me inspira para hacerle un regalo especial a Leo.

La corona de flores ha sido fácil y entretenido de hacer junto a Kiara, ella me ayudó, mientras le hacía compañía y escuchaba su emoción por tener su primera camada de cachorros, aunque aún no se sabe cuántos serán, si uno, dos o incluso cinco. Tomás no para de estar pendiente de ella y está preocupado cada vez que la deja sola en la casa, es por eso que acepta que pase tiempo con ella, él aprovecha entonces para salir a cazar o hacerle algún regalo. ¿Cómo puede ser tan romántico? Vuelvo a suspirar.

- ¿Qué puedo hacer? - Me pregunto en voz alta, mientras sigo caminando tranquilamente por el bosque.

"Es raro que no haya ningún animal salvaje que se pueda cazar". Pienso, mirando atentamente a mis alrededores. Entonces noto una cola medio escondida lejana escondida casi imperceptible de color negro con algún toque en amarillo. "¿Será Nigel?"

- ¡Nigel! - Le grito. El susodicho deshace su enredo en el árbol para hacer acto de presencia en frente mío. - ¿Eres tú quien ha ido espantando a los animales? - Le pregunto achinando los ojos en su dirección.

- Puede. - Me contesta con una sonrisa arrogante y de satisfacción. - ¿Qué haces vagando por el bosque sola? - Me pregunta con un tono recriminatorio.

- Sabes que soy fuerte. - Le contesto.

- Eso no significa que te pongas expuesta al peligro sola. - Me recrimina él acercándose y rodeándome con sus brazos mi cintura para seguidamente acercarme posesivamente hacia su cuerpo bien formado en músculos.

- Buscaba algún regalo especial para Leo. - Le confieso agachando mi cabeza avergonzada.

- ¿Para qué le harás un regalo especial? – Me pregunta Nigel molesto con la idea. "¿Estará celoso?". Me pregunto por su tono de voz.

- Dentro de poco haré la ceremonia con Leo. – Le confieso ruborizada.

- Mmmm... ¿y conmigo que tienes planeado? – Me pregunta Nigel alzándose sobre mí y acercándose peligrosamente. Me retiro hacia atrás intimidada por su exposición ante mí.

- Aún no lo sé. – Le confieso con una voz bajita.

Antes de poder seguir con la conversación, de repente aparece un león que muerde del antebrazo a Nigel y lo tira hacia un árbol. "¿Es un deja vu?" Pienso. ¿Por qué cada vez que se encuentran tienen una dichosa pelea? Me pregunto. Escucho el sonido del golpe impactada por la escena. Observo como Nigel se transforma totalmente en la serpiente hermosa y grandiosa mostrando su poderío ante el león orgulloso y imponente que reconozco, Leo.

- ¡LEO! ¡NIGEL! – Les grito a ambos cuando me doy cuenta de la situación, pero ambos están concentrados en su batalla mutua.

Estoy preocupada Nigel tiene cuatro rayas, mientras que Leo tan solo tiene tres. Pueden salir heridos.

- ¡PARAD! – Les ordeno gritando, preocupada por las consecuencias que pueda tener esta dura batalla, veo como moviéndose se alejan de la zona donde estamos. Grito, frustrada porque se están alejando. Me transformo para seguirlos por los árboles, vigilando de cerca la pelea.

- ¿Cómo ha llegado a esto? – Me pregunto, mientras veo como Nigel clava sus colmillos en una de las patas traseras de Leo.

- ¡LEO! – Grito preocupada por el veneno que seguramente Nigel le haya inyectado.