CAPÍTULO 9: Me vino Andrés de visita

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Ocho años después...

Es increíble que pronto haré diez años que vivo en este nuevo mundo, es decir que haré 11 años de edad dentro de poco. Aún no he llegado a mi etapa de madurez, aunque según Harry no tardaré en hacerlo, él dice que me habré retrasado porqué mi cuerpo necesita mucha energía.

Vivo con mi papa Aslan en la cueva, ahora ya puedo salir y entrar yo sola, pero aun así a veces dejo que me cargue, le gusta a él cargarme porque se siente protector conmigo y a mí me gusta que me cargue. Aunque he de decir que mis dimensiones han crecido, no parezco un gato como los de mi vida anterior, pues haré un metro de alto y casi un metro y medio de largo. Papa Aslan y yo somos una familia. Seguimos viviendo en la cuerva porque no nos han dado una casa en el árbol al yo no ser una leona, dicen que, si en un futuro tengo un compañero hombre bestia león, entonces la patriarca me lo permitirá.

Leodora es la hembra de Aslan, pero su relación actual es parecida a la que tiene con los machos apareados, es decir, no lo rechaza, pero tampoco le permite cruzar límites más íntimos. Mi papa está contento con ello y cuando hablamos de ello, siempre dice que es feliz solo teniéndome a mí, entonces ha desistido en intentar tener una relación más profunda con Leodora. O eso me ha hecho entender, pues no me ha explicado concretamente de qué hablaron él y ella ese día. Aun así, yo soy feliz, si él es feliz. En cambio, Leodora su relación antes conmigo era al menos amistosa, ahora más bien parece molesta, aunque no se mete en mis asuntos. Solo me ignora.

Con los demás miembros de la manada me llevo bien, los machos me quieren mucho, dicen que soy una hembra rara, porque me preocupo por ellos y alguna otra acción o gesto de amabilidad que he tenido con ellos. Al principio papa Aslan no paraba de pelearse, ya que muchos querían ser mi futuro compañero por mi gran fertilidad, pero esté peleo con todos demostrando que nadie merece ser mi pareja, entonces han desistido y me tratan como una más.

Durante este tiempo me he podido dar cuenta que son los machos quienes crían a sus cachorros, las hembras tan solo se preocupan de ellos hasta cierta edad, luego se desocupan de ellos y son el padre biológico quien los educa. La mayoría del tiempo se la pasan encerradas en su árbol o hacen quedadas de vez en cuando entre ellas, dónde la mayoría del tiempo la conversación es sobre presumir. Al contrario, al trato que recibo de los machos, las hembras su buen trato del principio ya no está, la mayoría me ignoran, pero ya no se relacionan conmigo, supongo que imitan al trato que tiene Leodora conmigo. Tan solo está Victoria, la hembra que desde un inicio empezó con comentarios maliciosos, pues aún continua y se ha vuelto más prepotente y orgullosa porque ha tenido a una hembra, llamada Uno. Aslan habló con Leodora por ello, ya que Leodora es patriarca gracias a que su compañero más fuerte es el Rey de la manada, Aslan, y era la única que había tenido a una hembra. Ahora Victoria también ha tenido a una hembra y tiene la ambición de quitarle el título de patriarca a Leodora, sin embargo, no puede hacerlo porque Aslan sigue siendo el más fuerte de la manada. Según el chisme que corre por la manada Victoria, está obligando a sus compañeros a que se vuelvan más fuertes enviándolos a luchar contra colosos.

Lo bueno de estos años es que mi relación con Leo es genial y super cercana. A veces salimos a cazar juntos y otras viene Kiara, es el nombre de cuatro, se lo cambió cuando llego a su etapa de madurez. Con ella a veces le digo que vayamos a pasear juntas o a recolectar bayas y plantas medicinales, estoy contenta que ella aún me siga tratando como a una hermana. Los demás de sus hermanos no nos hablamos des de que salí de esa casa, tengo la teoría de que es por culpa de sus padres.

Un acontecimiento a destacar es que he estado ayudando a Harry en su oficio, aprendiendo de él, así que podríamos decir que ahora soy toda una bruja teórica, ya que al estar en mi forma bestia no he podido poner en práctica lo que tanto empeño ha hecho Harry en enseñarme y solo he podido observar como lo hace. Sin embargo, lo más importante ha sido enseñarle a Aslan a manipular el blaze, ahora todo el mundo sabe hacer una hoguera y en invierno facilita a todos a no pasar tanto frío. También enseñe a cocinar la carne, aunque no a todo el mundo le gusta, aprendimos hacer carne seca para almacenar durante más tiempo. Además, descubrí la sal. Resulta que la cueva es una minería de sal. Así pues, añadimos la sal como condimento para la carne. Finalmente, le fui explicando a Aslan diferentes herramientas para la comodidad de cada día, como es el tema de los muebles o los recipientes de almacenamiento, gracias a Tomas un joven con bastante dote de ingeniería e imaginación se pudieron construir.

Soy una gata en un mundo bestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora