BECKY
Mientras voy a vestirme para las prácticas, siento como si estuviera en las nubes. No hay nada que pueda molestarme ahora, ni siquiera la mirada que obtengo de Kath en el minuto en que abro la puerta del vestuario. Estoy tan malditamente feliz que puedo asegurar que tengo la maldita sonrisa más grande del mundo, pero honestamente, no podría importarme menos.
Dijo que sí.
Con todo lo que aprendí hoy y lo que ya sabía, pero no estaba dispuesto a admitir, sabía lo que tenía que hacer después. Me preocupaba por ella y ahora sabía que ella se sentía igual. Claro, la Srta. T. me advirtió que podría no entender qué estaba sintiendo porque es una de sus debilidades, pero ella sin embargo lo sintió, y eso es todo lo que necesitaba saber.
Puedo llegar ahí con todo lo demás. Tengo todo el tiempo del mundo, sobre todo con ella.
Es un poco loco, porque con cualquier otra, no habría actuado así. La comprensión es algo que simplemente no hago. Por supuesto que todos lo demás, exponen su mierda fácilmente por lo que no hay confusiones sobre cómo se sienten respecto a mí. Con Freen sin embargo, quiero tomarlo todo lentamente y hacerlo bien porque se lo merece.
—Alguien está feliz.
—Sí, lo estoy —replico. Aunque no aguanto el sonido de su voz, no me voy a sentar aquí y fingir que no lo escucho—. ¿Qué pasa contigo?
—Relájate mujer, no lo quise decir de mala manera. Es agradable.
¿Es en serio? ¿Desde cuándo que yo sea feliz es agradable para ella?
—Sí, es muy condenadamente agradable.
—¿Eso es causa de Freen?
No tiene derecho a preguntarme eso, o incluso decir su nombre, especialmente en la forma en que lo dijo. Estoy tratando de permanecer relajada, sobre todo, pero la manera en que lo dice, consigue meterse bajo mi piel. Me tomó semanas decir su nombre de esa manera y a ella para que esté de acuerdo, no hay forma de que ella lo vaya a decir tan fácilmente.
—En realidad sí, es por ella. No es que sea de tu incumbencia.
—¿Así que eso significa que no habló contigo entonces?
—Ella habló conmigo.
Es verdad. Me dijo antes lo que ella pensaba, pero no le creo y unas palabras en el vestuario, no van a cambiarlo. Ella podría hacer creer que es diferente y que puede ser una buena persona, pero nunca va a cambiar. Ella es condenadamente buena siendo quién es.
Debería saberlo. Yo lo entrené para que fuese de esa manera.
—Entonces, te dijo que lo siento, ¿verdad? ¿Qué echo de menos salir contigo?
—Sí, algo así.
—Entonces, ¿podemos superar esto? Es realmente una tontería, Bec.
Tal vez sean tonterías para ella, pero nunca lo sería para mí. La forma en que las cosas solían ser no funciona para mí ahora, lo que significa que no creo que pueda volver a ser amiga suya otra vez.
—Lo que hiciste fue una mierda. La manera en que pusiste a Sam y las otras putas detrás de Freen lo es, pero la forma en que estoy reaccionando, no.
—¿Qué más puedo decirte? Me acerqué a ella, le dije que lo sentía y exactamente por qué lo sentía. ¿Qué más quieres?
—Que esta conversación termine.
Sé que estoy siendo una idiota total con ella, pero es lo mínimo que se ha ganado. Estoy aquí para jugar fútbol, eso es todo. No quiero sentarme aquí con Kath y discutir sobre todo lo que ha ocurrido o por qué no estaba bien con todo eso. Solo quiero que cierre la maldita boca para así poder terminar de prepararme y salir al campo.
—Si la chica a la que hice daño puede perdonarme por lo que pasó, ¿por qué tú no?
No dice una palabra más después de eso y con el sonido de la puerta cerrada de golpe, sé que ni siquiera se está quedando para escuchar la respuesta. Por mucho que no quiera que llegue a mí, no puedo evitarlo. Sé la respuesta a la pregunta, pero no estoy exactamente con ánimo como para admitirlo en voz alta.
No puedo perdonar a Kath de la forma en que ella clama que Freen ha hecho por una par de razones. Uno, se quién es Kath realmente y sé que no está intentado ser una mejor chica. Solamente está tratando de desempeñar un papel. Es uno de los mejores actores que conozco. La segunda razón, sin embargo, es con la que es difícil vivir.
La verdadera razón por la que no puedo perdonar a Kath, es que si la perdono, entonces, en algún momento tengo que perdonarme a mí misma por poner todo esto en marcha y empezarlo, pero no hice ni una maldita cosa para detenerlo una vez que esto comenzó.
Freen podría habernos perdonado por todas las horribles cosas que hemos hecho y eso es genial, pero no lo merecemos y en el fondo, yo menos.

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COUNT ON ME
RomanceHay personas que te dicen que la escuela secundaria es el mejor momento de tu vida. Mintieron. La escuela secundaria es horrible cuando eres una persona como yo, una autista.