COUNT ON ME

Capítulo 39

BECKY

Taylor Swift - Daylight

Estando sentada aquí con ella de esta manera, me hace empezar a recordar cosas que, por alguna razón, saqué de mi mente. Bueno, sé por qué las saqué, porque venían de antes de que mi mamá se fuera, pero, por qué estoy pensando sobre eso ahora, realmente no tiene ningún sentido.

No siempre he sido una idiota total. Solía ser una buena chica o al menos, eso es cómo lo recuerdo de todas formas. Hacía amigos fácilmente con todos en el barrio, ayudaba a las personas cuando veía que lo necesitaban y generalmente pasaba un muy buen rato. Es solo cuando se fue, que todo parecía cambiar y me convertí en la persona que está sentada con Freen ahora.

Bueno, quizás no la persona que está sentada ahora mismo, porque no estoy segura de cuál versión de mí está sentada aquí justo ahora. Me gusta pensar que es un término medio entre la buena chica que solía ser y el monstruo en que me convertí cuando ella se fue. No soy tan estúpida como para pensar que he sido curada del gen de imbécil, pero ya no lo soy tanto como era antes.

Es la forma en la que me sonríe y cuando se ríe, que trae todos esos viejos recuerdos de regreso a la superficie. Por alguna razón, está aquí y me está dando esta oportunidad de ser alguien digna. No quiero perder eso o decepcionarla. Sin embargo, tengo miedo. Con todo esto que ella está trayendo a la superficie dentro de mí, es cuando me doy cuenta que decepcionarla, es exactamente lo que voy a hacer.

En el fondo, soy exactamente como mi hermano y mi padre. Son las mismas palabras que me dijo mi madre en casa, las que me dan ganas de irme, a pesar de todo por lo que he trabajado tan duro en construir para la hermosa chica que está en mis brazos en este momento.

"Tenía un deseo antes de que nacieran, y era que no se volvieran como su padre y yo.

Quería que fueran mejor que eso, mejor que nosotros".

Realmente no recuerdo mucho sobre mi papá. Sé que era un borracho, bastante malo y más de una vez le pegó a mi mamá y quizás incluso a Richie. La cosa es que, su deseo nunca se hizo realidad, porque ninguno de los dos resultó ser mejor que ellos. Tal vez eso es parte de la razón por la que se fue. No quería vernos a Richie y a mí convirtiéndonos en lo que somos ahora.

Realmente somos los hijos de nuestro padre. Ambos estamos llenos de una rabia, que, incluso pegándole al otro, nunca parece curarse. Estamos enojados y solitarios al mismo tiempo. Perdidos, y cada día se siente como si nos estuviéramos ahogando sin ninguna manera de ser salvados.

Eso es el por qué es tan condenadamente difícil estar con Freen, es como un salvavidas que me puede salvar de ahogarme. Probablemente lo ha sido siempre, pero debido a que elegí el enojo sobre cualquier otra cosa que podría haber estado disponible, es que no lo supe hasta ahora. Me dan ganas de agarrarla y nunca dejarla ir. Puedo ver lo que deseaba mi mamá cada vez que miro a Freen a los ojos, porque me lleva al lugar donde sé que soy mejor que la manera en que me he criado.

Es más que solo las viejas cosas lo que estoy recordando. También recuerdo que me hablaba de Freen.

"Freen no es como las otras chicas, Becky. No puedo apostar por ello, pero esa niña es especial. Necesitará una buena persona como tú a su lado, cuando sea mayor".

Realmente no es como otras chicas. Es diferente. Algo mejor. Mirando la forma en que luce ahora, bajo la penumbra de la luz de la calle, nunca he visto a otra persona que se vea más hermosa.

He pasado tanto tiempo mirando sus problemas y no a ella, que, en algún lugar a lo largo del camino, me olvidé de todo lo que mamá me dijo. No había estado allí cuando me necesitaba. Yo era de lo que necesitó ser protegida.

Eso se acabó ahora. Nunca voy a ser alguien de quien tenga que temer de nuevo. Si tengo que pasar el resto de mi vida probándoselo, entonces eso es lo que haré, porque si no lo vi en ese entonces, lo veo ahora.

Realmente es especial, pero mi mamá estaba equivocada sobre una parte. No me necesita.

Soy yo quien la necesita.

Casi diciéndole lo que siento, dejando que esas dos palabras se deslicen porque me sentí tan fuerte, fue un movimiento estúpido. Después de escuchar su risa y ver su cara iluminarse cuando finalmente me sonrió, lo único que podía pensar era cuánto la amo. Me detuve a mí mismo no porque no quiero que lo sepa, lo hice porque cuando le diga las palabras, no voy a querer tomarlas de regreso y quiero que sea perfecto.

Tan magnífico como es este momento, teniéndola así de cerca y siendo capaz de respirar su aroma, experimentar lo que se siente el tener mis manos sobre su cuerpo; no es perfecto. No sé cuándo lo será, pero estoy dispuesto a esperar.

Puedo decir que la he asustado el no querer usar más los teléfonos. Estoy cansada de hablar y no es porque soy la única que habla. En todo caso, creo que la comunicación de la forma en que ha sido me hace ver y experimentar lo que normalmente no hago cuando la gente me habla. Soy capaz de escuchar su voz alta y clara, y no tiene que decir una palabra.

No querer hablar, es algo egoísta. Quiero besarla de nuevo. No he estado pensando en nada más que besarla desde el día en el parque. Eso solo ha empeorado desde que la vi antes de la práctica de hoy. Me he tenido que parar a mí misma de besarla en el momento que vino fuera para encontrarme. Eso es lo poderoso que es el impulso y estoy perdiendo la lucha.

—¿Puedo besarte?

Nunca antes he tenido que preguntarle a una chica si puedo besarla. Al quitarle su teléfono, sabía que iba a molestarle que no pueda contestarme, pero esto no es una pregunta, estoy buscando una respuesta real, al menos no una que sea verbal. La respuesta estará en sus ojos y por la forma en que me mira ahora mismo, veo que no está decepcionada.

Me da toda la respuesta que necesito.

Trazo con mi dedo su labio y como si fuera magia, se separan para mí, su aliento se libera, calentándome. Manteniendo mis ojos centrados en los suyos, decidido a no mirar hacia otro lado y perder la forma en que se ve en este momento, me inclino más cerca hasta que mis labios están descansando peligrosamente cerca de los suyos.

—Voy a besarte ahora...

Al segundo que las palabras caen, presiono mis labios contra los suyos, y es como si todo en mí finalmente se encontrara bien. La suavidad que sentí antes, me da la bienvenida de nuevo, y con cada movimiento que nuestros labios hacen en este momento, ella está conmigo en cada paso del camino. Siento mis ojos cerrarse, ya no enfocándome en verla, sino en solo experimentar este momento en el que estoy completamente perdido.

Es mi dueña.