Capítulo 28

1.3K 144 8
                                        

BECKY

Algo esta mal.

Apenas me ha mandado un mensaje desde que la recogí de su clase y ni siquiera me mira. De todos modos, no me está mirando cuando la miro, lo que estoy haciendo mucho. Parece que no puedo alejar mis ojos de ella.

Sé que debe de estar pensando en lo que sucedió más temprano cuando me detuve a hablar con su maestra y en serio quiero decirle, pero no puedo. No tengo mucha experiencia con todo esto y mucho menos con pedir ayuda, así que el hecho de que la haya pedido, dice mucho sobre cuán seria estoy siendo con todo esto.

Cuando dije que quería empezar desde el principio, no estaba mintiendo. Le he sido fiel a mi palabra. Soy una chica, así que es obvio que cuando la atrapo mirándome, como lo hizo esta mañana, no puedo evitar la forma en que mi cuerpo reacciona y la urgencia de besarla que sigue. Aunque estoy tratando con ello, hasta el momento, creo que lo estoy haciendo bien.

Estamos haciendo la misma rutina de siempre y es tan fácil como lo fue desde el primer día, pero puedo decir que para ella no va a ser tan fácil. Se ve perdida y quiero saber por qué. No quiero que piense que, porque no le puedo decir lo que estoy haciendo con la señorita Taylor, le estoy ocultando cosas o haciendo algo que la herirá.

—¿Estás bien? —pregunto, manteniendo mi voz ligera.

El mensaje aparece instantáneamente, mientras comienza a vibrar a través del pasto frente a mí.

Síp. ¿Por qué hoy todos siguen preguntándome eso?

—¿Quién más te preguntó? —la interrogo, preguntándome quién más se dio cuenta de la extraña manera que está actuando.

Dado que Mon no se le acerca ni a medio metro desde que los dos empezamos a pasar tiempo juntas, no tengo idea de quién pudo ser.

La señorita Taylor me preguntó en clase.

Bueno, eso tiene sentido.

—Sam y Charlotte regresaron hoy. Supongo que está preocupada, como lo estoy yo de que vayas a tener un tiempo difícil con ello.

No estoy hecha de cristal Becky.

Síp, ahí está.

No soy la chica más inteligente del mundo, pero incluso yo puedo decir que hay algo mal. Nunca me responde así, incluso cuando la he enojado. Simplemente no tengo ninguna pista de cómo hacer para que se abra sobre ello. Quiero que me dé una cara feliz otra vez para saber que, en algún lugar en su mente, está bien.

—Lo sé, pero es algo importante. Te lastimaron, Freen.

La he estado llamando Freen más seguido últimamente. Me gusta más como suena su nombre en mis labios. Las primeras veces en que lo hice, estaba esa mirada extraña en sus ojos, como si quizás no hubiese debido hacerlo. Después de un tiempo, dejó de darme esa mirada y me di cuenta que todo estaba bien.

—Ya sé eso. ¿Podrías decirme, por favor, que está mal? Estás actuando raro. Al minuto en que la palabra sale de mi boca, sé que escogí mal las palabras.

Hago eso mucho con ella, pero la forma en que su cuerpo se congela, sé que he escogido la peor posible en esta ocasión, más que llamarla retardada, algo que jamás haré.

Freen no se sale exactamente de su forma de ser para hablar de ello, pero tengo el presentimiento de que desea más que nada ser como cualquier persona. De hecho, la forma en que mira a las otras chicas en el pasillo habla por sí solo. Trata de ocultarlo, pero frunce el ceño cuando ve a un grupo de chicas hablando y riendo, algunas incluso hablando de chicos. Quiere ser como ellas y no puede.

Si soy tan rara, ¿Por qué estas aún aquí?

Estoy a punto de decirle por qué estoy aquí, palabras que nunca le he dicho a ningún ser humano en mi vida, sin mencionar a otra chica, pero me detengo. Ahora no es momento correcto para eso y además, no hemos hablando aún del beso que compartimos el otro día, así que no tengo idea si piensa en mí de esa forma.

Dios, esto es tan frustrante. Cada vez que creo que voy hacia adelante con ella, parece que soy empujada hacia atrás. Solo quiero que me deje entrar. Si hiciera eso, entonces quizás podríamos trabajar juntas y arreglar todo lo que cree que está mal con ella, incluso si no veo nada malo.

—¿En serio quieres saber por qué estoy aquí Freen? —pregunto esta vez, asegurándome de que es consciente de lo serio que soy. Necesita saber que no es ninguna broma para mí.

Sí.

―Porque tú eres la única amiga verdadera que tengo.

Es la verdad. A lo mejor no es exactamente lo que quiero decir, pero no por eso es menos cierto. En verdad se ha convertido en una amiga para mí. Tengo muchos amigos y amigas, pero con ella, no es por el puesto que tengo en el equipo, o por la forma en que me veo. Es porque en realidad me ve.

Necesito irme. Lo siento Becky.

Comienzo a levantarme al minuto que el texto llega y ella tiende su mano para detenerme mientras se levanta. Es solo cuando el siguiente mensaje llega que me doy cuenta de por qué me detiene.

Sola. Necesito estar sola.

Por primera vez desde que mi mamá se fue y nunca regresó, lo siento. Mientras la observo darse la vuelta y alejarse de mí, estoy retorcida por dentro y odio cada segundo de ello.


Siento romperse mi corazón.

COUNT ON MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora