40. Desiciones

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El día de navidad me desperté muy emocionada, la señora Weasley nos había dejado dormir a Fred y a mi juntos siempre y cuando George no nos dejará solos, cosa que cumplió muy bien porqué parecía garrapata y cada que veía un “deslizamiento inapropiado” de la mano de Fred se ponía en medio de los dos. Eso lo divertía porque al parecer se había cansado de qué cada vez que nos dejaba solos era “un manoseo interminable”; cosa que no, porque nosotros podíamos ser normales y no sólo estar “cómo conejos”. Charlie había llegado y Fred se negaba a dejarme sola hablando con él, ya qué cómo sabemos le dan celos, pero yo trataba de ignorarlo bufar en mi cuello o apretarme más contra él para seguir hablando con Charlie y la verdad es que no eran conversaciones malas o qué se podía malinterpretar, simplemente le preguntaba cosas sobre su trabajo para llenar mi cerebro de más información por si algún día llegaba alguien con heridas provocadas por un dragón de ese tipo, pero bueno eso ya es algo que Fred debía arreglar por sí mismo y qué claramente noe decía o no admitía en voz alta más que esa vez que estábamos solos.

Bueno, les decía que me había levantado muy emocionada por ver los regalos así que me desperté temprano y los regalos ya estaban en el pie de la cama de Fred, así que lo desperté muy emocionada sacudiendo sus hombros suavemente haciéndolo despertar, abrir un ojo y tomarme por la cintura para enterrarme entre sus brazos y piernas para que volviera a dormir, hasta que lo convencí con unos cuantos besitos en los brazos para que me dejará ir. Se sentó mientras me veía tomar mis regalos, no eran nada fuera de lo común, la señora Weasley no me dió nada como de costumbre, George me había dado un pequeño paquete con mis paletas favoritas, Charlie un libro/diario sobre dragones y sus características, Ginny un labial rojo muy lindo, Lee un Walkman qué no supe de dónde consiguió, Hermione me dió una enciclopedia de hechizos y muy sorpresivamente Bill me dió dos galeone, millonario el cuñado. Cuando estaba por abrir el de Fred levanté la mirada y él ya me estaba viendo con ternura, le sonreí y subí a la cama subiendo sus regalos también.

—Abrelos primero antes de yo abrir el tuyo. Quiero ver que te regalaron.

Fred sólo sonrió y comenzó a abrirlos. Cosas de zonko y condones cortesía de George, lo último muy seguramente un broma; de Charlie una chaqueta negra de cuero; de la señora Weasley un suéter con su inicial qué muy seguramente terminaría robando; Ron le dió una caja mediana de ranas de chocolates; Harry un montón de cerca de 100 galeones con una nota que decía ‘para la tienda’, Fred quería devolverlos pero me dije que sería de mala educación devolver un regalo, y que simplemente lo tomará cómo una inversión; Bill también le dió un par de galeones; Hermione y Ginny le regalaron un par de libros de pociones y encantamientos. Cuando estaba por abrir el mío me miró con sospecha moviendo la caja. ¿De verdad creían que le daría a mi marido lencería que me quitará después? Por supuesto, pero no era ese tipo de ocasión así que cuando lo ví abrir la caja su cara de emoción no tenía precio.

—Es una… y una… y también…—me miró cargando sus regalos en ambas manos con suavidad cómo si no quisiera romperla

—Lo es amor, supe que querías una guitarra y qué querías cambiar la lente de tu cámara y una video cámara nueva. También vienen cartuchos nuevos… y bueno usé mis sueldos de los últimos meses… espero te gusten—dije sonrojada escondiendo mis manos entre mis muslos tímidamente. Solo llevaba unos shorts y su camisa puesta, estaba sentada de rodillas así que a parte de estar nerviosa por que le gustará tenía un poco de frío

—¡Eres la mejor esposa del mundo! —dijo Fred dejando de lado su regalo para abrazarme por la cintura llevándome a caer sobre él entre risas por sus besos en toda mi cara— Te amo, te amo, te amo

—¡Y yo te amo a ti Freddie! —dije entre risas antes de que una almohada me cayera en la cara

—Calmen el alboroto, alguien aquí quiere dormir —dijo George tapando sus oídos con su almohada

𝑼𝒏 𝑨𝒎𝒐𝒓... ¿𝑶 𝒅𝒐𝒔? • 3ra RD Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora