𝑼𝒏 𝑨𝒎𝒐𝒓... ¿𝑶 𝒅𝒐𝒔? • 3ra RD Harry Potter

44. Planes

El tener a Fred Weasley de novio durante las últimas dos semanas de clases junto a mi cuñado George es un peligro constante. Sobre todo porque eran sus últimas semanas en el colegio, estaban por graduarse y comenzar la tienda, tenían más tiempos libres que yo en mis horarios y técnicamente querían ser leyendas y ser recordados por siempre. Tenían lista la renta del local, lo hicieron a escondidas de mí, lo descubrí en una ocasión que Fred descuido su cajón mientras dormía y encontré las cartas que se mandaban con el dueño del local que estaba rentando; había veces en que Fred se escapaba de mí durante mis prácticas, al parecer usaban ese tiempo para ir a ver el local y hacer el trato. Yo estaba feliz por ellos, de lo que no estaba feliz era que cada vez que Fred sabía que estaba cerca de mí cuando hacía una broma y escapaba o de Filch o de algun profesor era que me terminaba involucrando.

Ya sea para refugiarse en la enfermería o para besarme en medio del pasillo para "despistar" que estaba agitado por estarme besando y no por correr para que no lo castigarán. De igual manera lo castigaban y en ocasiones a mi también lo cuál me molestaba, cómo lo fue en el día que les voy a contar.

Estaba completamente tranquila saliendo de mi clase de pociones, a la cuál Fred llevaba faltando dos días, para caminar hacía el comedor cuando siento unas manos que me toman por detras la cintura, me estampan en la pared de al lado y siento el beso agitado de mi hombre comenzar en mis labios. Su respiración estaba hecha un desastre por lo cuál el beso era desordenado, apenas y me dejo tomar aire para besarlo de vuelta y me cargó de los muslos haciendo caer mi mochila en el proceso. Le seguí el beso desconcertada hasta que la voz de mi queridísimo tío Severus se hizo presente.

—Señor Weasley baje a la señorita Snape ahora. Sabe que ese tipo de demostraciones de afecto están prohibidas. Además de bufón e inútil ¿Ahora también es exhibicionista?

—Lo siento, tío Sev —dijo con burla bajandome con cuidado—. Tenía que saludar a mi hermosa novia

—Veinte puntos menos para Gryffindor y diez menos para Ravenclaw por exhibicionistas. La profesora McGonagall los esperara en su despacho después de la cena para que cumplan con su castigo

Antes de que yo pudiera replicar algo se volvió a adentrar en su aula. Golpeé el brazo de Fred molesta y volví a seguir mi camino dejándolo seguirme.e sobresalte cuando una pequeña explosión junto a unas quejas se escucharon en el pasillo cercano que llevaba a la sala común de Slytherin, típico hacerles bromas a los Slytherin.

—¿Estás enojada? —dijo con burla tratando de tomarme de la mano, toque que rechacé—No me quites la mano, muñeca

—No la mereces en éste momento. No me tienes contenta —me crucé de brazos.

Él se puso detrás de mi abrazándome por los hombros dejando su mentón en mi cabeza. Para él era incómodo caminar y tenía un poco abiertas las piernas, lo podía sentir.

—Vamos, preciosa. Sólo fue una bromita, necesitaba salirme con la mía si no esas Slytherin me maldecían. ¿Tu no quieres un novio llenó de cicatrices por maldiciones o sí?

—Un par no te vendrían mal para que sepas lo que son consecuencias y no las evadas sólo besándome.

—Pero me seguiste el beso, esa es una consecuencia que me gusta más. Dame un besito, anda

Bajo su cara a un lado de la mía mientras con una de sus manos tomaba mi mentón para que lo viera a la cara. Besó castamente mis labios hechos puchero y me sonrió inocente, rode los ojos y tomé su mano para alejarla de mi mentón y evitar que me volviera a besar.

—Lo seguí por que no sabía que lo habías hecho para deshacerte de que estabas involucrado en una broma

—Amor, te vas a casar con un bromista. No puedes esperar a qué deje de hacer mis bromas. Además tu me apoyas.