15. Celos de tus ojos cuando miras a otro chico

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Al día siguiente no me iba a levantar temprano para ver quienes ponían su nombre porqué era fin de semana y quería dormir más, así que cuando llegué al comedor ya era casi mediodía así que nadie tenía comida en sus mesas, volví en mis pasos para ir hacía las cortinas haciéndose extraño que los chicos no estuvieran ya a mi alrededor hasta que encontré a Harry y Ron pasando por ahí así que los llamé con una sonrisa.

—¿Saben por qué los gemelos no me están siguiendo?

—No sabemos todo lo que hacen mis hermanos —contestó Ron de mala gana

—Están en la enfermería —dijo Harry amablemente

—¿Qué? ¿Pero están bien? ¿Qué pasó? —pregunté preocupada

—Están bien —le restó importancia—, solo tomaron una poción envejecedora y la línea de edad de Dumbledore los sacó expulsados y con unas barbas largas,. Estaban viejos, fue gracioso.

—Oh… bueno, gracias Harry —dije sonriéndole y salí corriendo a las cocinas

No es que no me preocupara por los gemelos sino que… tenía hambre y podía llevarles algo como snack. Cuando llegué a las cocinas pedí algo de comer y unos cuantos snacks para los gemelos. Los elfos son muy divertidos y chismosos, los quiero mucho me agradan bastante, aunque pobre de Winky, la nueva elfina, estaba hecha un desastre, acababan de liberarla y se la pasaba borracha junto a la chimenea, pero pues uno no podía hacer nada por ella si ella no quería salir de ahí. Cuando caminaba hacía la enfermería un grupo de chicos con uniforme de Beauxbatons se me quedó viendo muy extraño, veía de reojo cómo empujaban a un chico pelinegro en una especie de apoyo o yo que sé, no sabía que estaba pasando así que aceleré el paso dejándolos atrás. En eso los pasos comienzan a sonar detrás de mí, volteé a ver porque me daba curiosidad y era el chico pelinegro sosteniendo un girasol en la mano, al principio pensé que era coincidencia y que sólo íbamos en la misma dirección pero cuando se colocó a mi lado, me tocó el hombro y me siguió el paso al dar vuelta en un pasillo supe que si me buscaba a mí.

—Buenas tardes, señorita —dijo muy formal y con un ligero acento, pero no era el acento francés

—Buenas tardes —dije cortés

—Mi nombre es Hugo Rossi, el día de ayer en la cena no pude evitar mirar su belleza —extendió el girasol hacía mí—. Me preguntaba sí es que podría proporcionarme su nombre.

Me detuve un segundo, lo comencé a detallar y analizar. Italiano, pelinegro, piercings en el labio interior y la ceja, corte de cabello elegante y uniforme azul tipo militar de Beauxbatons, atractivo, formal en su hablar, lindo gesto el traer una flor, pero un poco creepy el seguirme.

—Mucho gusto —tomé la flor, pero él tomó mi mano besando mis nudillos haciéndome quedar estática —, soy Alba Snape. Y… gracias por el halago…

—Pero por el momento no está disponible —el grito de Fred desde el otro extremo del pasillos nos hizo voltear a verlo. Estaba rojo de furia, los puños apretados a los costados y una barba que llegaba a mitad del torso no lo hacía ver muy amenazante—. Suelta la mano de mi murciélago

—Oh… yo no sabía que tenía pareja —dijo avergonzado bajando con cuidado mi mano

—Y no tengo —dije mirando mal a Fred que ya llegaba a mi lado haciéndolo rodar los ojos y cruzar los brazos—. No tengo pareja.

No tenía la intención de dejarlo coquetearme pero tampoco podía dejar que Fred se autoproclamó mi pareja cuando yo le había dicho que no me presionara, y el chico no estaba siendo grosero; tampoco me gustaba que mintieran sobre mi vida.

—¿No tienes? — me preguntó y yo negué. Después apuntó a Fred con la mano extendida— ¿Entonces él es tú…?

—El que llegó primero a la fila, mucho gusto. Toma tu turno detrás de mí

𝑼𝒏 𝑨𝒎𝒐𝒓... ¿𝑶 𝒅𝒐𝒔? • 3ra RD Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora