CAPÍTULO CINCO

437 24 0
                                    


Esa noche, Manheim se quedó a dormir en casa de Miler, ya que tenía que asegurar que ella comiese algo en todo el día.

- Vamos Milo, sólo pierdes tú tiempo - Decia ___ hacia Milo qué esperaba sentado viendola que comiera el Sándwich que le hizo para ella.

- No me movere de aquí, me iré hasta que comas, si no, aquí la pasaremos toda la noche - dijo recargandose con las manos en su mentón. De verdad estaría aquí hasta que ella provara un bocado, aunque no sería Raro.

Ella no tuvo opción y empezó a comer, después de 1 hora y 30 minutos, Miler termino su Sándwich.

- Muy bien ___, vamos, ve arriba para ir a la cama, - dijo tomando el plató de ___ - yo lavare el plato, en un rato te veo arriba.

Ella asintió y subió las escaleras para hcaer lo que le indicó el Pelinegro.

Ya de haber hecho esto, quiso ir hacía donde estaba Milo, pero escucho una llamada en curso, al parecer hablaba de...¿Una chica?.

- No Noah, deja de insistir -

- Manheim, vamos sólo invitala a salir -

- No, No, no la quiero molestar por favor, sólo, - suspiro profundamente, ¿Es algo que llevaba mucho tiempo? - te llamare después, adiós.

Colgó y se recargo en el lava trastes, mirando hacia la única luz calida que hacía en la cocina.

Tenía tantas dudas en ese momento, ¿Porque Milo estaría tan nervioso por invitar a una chica?, y más, ¿Qué me lo ocultara a mí?.

Miler se fue tan rápido como pudo hacia su habitación y acostarse boca arriba, en unos segundos, entró Manheim.

- Perdón por tardar tanto, me llamó Noah para unos asuntos - dijo dejando su celular en la mesita de noche de Miler, ella solo se acostó y escuchó.

Tan pronto como escucho que dejo su celular en aquél mueble, sintio como la parte izquierda se hundía por el cuerpo de Milo, suspiro y cerró los ojos.

- ¿Pasa algo Peque? - preguntó.

- No, sólo qué, aveces me siento inútil, me siento tan jodidamente débil y patética. - dijo ella sin ningún rodeó.

- No lo eres ___, eres fuerte, eres una chica muy muy fuerte y valiente, increíble, divertida, linda, de todo. - dijo Milo abrazandola.

Ella sintió su tacto, como ese sentido hacia que su pulso se acelerará, que se emocionada al punto de que se ponía nerviosa.

No supo que hacer, así que lo primero que se le cruzo por la mente fue:

- Milo, ¿De qué hablabas con Noah? - pregunto poniendose a la misma altura que se encontraba Manheim en la cama.

De repente se puso nerviosa, las orejas rojas y se escuchaba su pulso a todo dar.

- Pues... Estén, sólo unos asuntos, n-nada importante, ¿Ya vamos a dormir? - dijo esto tan rápido que apenas le entendí.

Asenti y me acomode para poder dormir, me abrazo por detrás y beso mi mejilla.

- Milo -

- Mmm? -

- Porque besas mi mejilla -

- Mmm, muestras de afecto mi niña -

- de verdad soy tu niña?-

El río y dijo

- Siempre lo has sido -

...

Amor de la nada (Milo Manheim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora