CAPÍTULO TREINTAYOCHO

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Me desperté por la mañana, los rayos de sol pegaban contra mi rostro, así que decidi cerrar la cortina.

Pero tan rápido como sentí un frío en todo mi cuerpo, recordé lo que había hecho anoche con Milo.

Me dio tanta vergüenza, yo jamas había hecho eso, si somos novios ¿y que?

No podía quitarme esos recuerdos de la cabeza, saber que el estuvo dentro de mi, que me toco, no me daba asco, ¡Pero me daba vergüenza!.

Así que rápido me duche y me puse ropa holgada.

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No sentí a ___ en la cama, recordé lo que había hecho anoche con ella, la verdad no me arrepiento, porque es mi novia, y me gusta el hecho de que ella lo allá disfrutado, ya que era su primera vez.

Me levante y me puse unos boxers y un short y baje a la cocina donde vi a __ haciendo el desayuno.

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Ella se encontraba haciendo el desayuno, estaba tranquila escuchando música, hasta que siente unas manos posicionarse en sus caderas.

Ella jadeo por el susto, mientras Manheim posaba su mentón en el hombro de Miler.

- Buenos días hermosa- le dijo con voz ronca, ya que apenas se había levantado, ella nerviosa le dio los buenos días.

A Milo le gustaba pornela nerviosa, así que dejo un beso en su cuello.

Se alejo de ella poniéndose detrás de ella, recargado en la isla, cruzado de brazos y viéndola.

Ella se encontraba con unos short pequeños y una sudadera de Milo.

Giro y le entrego sus Hot Cakes, no lo miro a la cara ya que le daba pena saber lo de anoche, más saber que el la había pasado de maravilla.

- Cariño, porque andas con esa sudadera - le pregunto Milo a ella mientras seguía de espaldas haciendo sus propios Hot cakes.

- ... me dio algo de frío - Así o más obvio que estaba mintiendo?.

El lo noto, aprovecho que había dejado su Hot cake preparado en su plato para poder tomarla de la cintura y girarla para verla de frente.

Ella se encontraba ruborizada, le daba pena mirarlo a la cara.

- ¿Pasa algo? - dijo el intentando que ella lo mirace a los ojos.

- Yo..., es que, me da pena lo de ayer - Dijo ella soltando su agarre y relajando su cuerpo ante el toque de Milo.

- Pero no tiene nada de malo amorcito- Dijo dandole un beso un su cien - cuéntame, que es lo que te inquieta.

Suspiro, le encantaba la conexión y la confianza que tenía con él.

- Bueno, es más de saber que tú... que tú- no podía hablar.

- Que yo... estuve dentro de ti? - halzo una ceja y ella asintió- Ohh, pues tu no te preocupes, que no te de pena, no estábamos haciendo malo.

- Yo lo sé, solo me da vergüenza que me tuvieras así, loca por lo exitada que me tenías- Tapo su boca "que mierda acabas de decir Miler"

El sonrió y la acercó.

- Ahh, con que te tenía exitada eh? - dijo el cerca a su rostro.

- Si ¿y? Para eso eres mi novio - dijo ella, pero se asusto al sentir que Milo la cargo, así sentandola en la isla.

Posisiono aún lado de donde se encontraba ella, recargandose en la isla.

- Como dijiste? - dijo para luego besarla.

Amor de la nada (Milo Manheim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora