CAPÍTULO TREINTAYSEIS

48 2 0
                                    

Tú, ___ Miler.... ¿Puedo ser tu novio?

Pregunto Milo con un tono de nerviosismo en su voz, no sabría que decir.

Por lo tanto ___ no lo podría creer, jamás había pensado que fuese real, claro, estaba más que obvio la última vez que se besaron.

Pero jamás imagino en que pasarían de ser mejores amigos a novios.

Después de tanto tiempo.

- Yo... si quiero Milo, ¡Siiii!

Ambos se abrazaron, felices de por fin, después de tantos obstáculos estar por fin juntos.

Cerraron su abrazo con un cálido beso.

...

Pero venia lo peor, de nuevo.

::

Al día siguiente Milo y yo fuimos por un café por la mañana, Ryan todavía no sabia sobre nosotros, así que iríamos más tarde.

Era tan bonito estar con Milo.

Ahora podría abrazarlo, tomarlo de la mano, besarlo, todo lo que alguna vez oculte y reprimir la sensación de no poder hacerlo, por fin salían a flote.

Se me hacia tan tierno estar con él.

- ¿Vamos a casa amor? - pregunto Milo, sonriéndome tiernamente.

- Si amor - dijo para tomarse de las manos.

...

Ryan había ido de emergencia a unos asuntos de trabajo hacia Nueva York, así que les había dejado el auto.

Ambos subieron y tomaron camino a casa.

Escuchaban música muy cómodos, ambos cantando al ritmo de la canción.

Les hacia tan feliz por fin saber lo que sentían uno del otro, por fin estar felices, después de tantas cosas... cosa que no terminaba ahí.

Después de unos 10 minutos llegaron a su casa, Ambos bajaron del auto y se fueron directo a la habitación de Miler.

Estaban algo cansados, a pesar de ser las 12:00 del medio día, habían madrugado, sentían los cuerpos cansados y lo que necesitaban, era un siesta de 4 horas uno junto al otro.

Así que tomaron ropa cómoda y se acostaron en la cama.

Miler se volteó y dejó de espaldas a Milo, este la tomó de la cintura y la atrajo hacia el para abrazarla.

Sentía un cosquilleo en su barriga, ante eso, Milo empezó a dar pequeños besos en el cuello de Miler.

Ella sentía algo raro esta acción, pero no incomodidad, si no de experimentar algo nuevo.

- Te amo - susurro Milo en su oído, ella tuvo con pequeño escalofrío y se volteó al verlo.

- Milo, ya hay que dormir, ¿si?

El la Miró y asintió, así tomándola otra vez y dando un cálido beso en su frente.

- Te adoro ___ - dijo para dormir.

Ella solo suspiró y se dejó llevar por el sueño.

...

Las acciones de ayer, sobre Milo, me incomodaban, ya que no estaba acostumbrada a esto, si, nos habíamos besado una par de veces, pero ya saben a lo que me refiero, no quería llegar a esto tan rápido con él. 

...

Al día siguiente, Milo y Miler despiertan uno aún lado del otro felices por estar juntos.

Se quedaron un rato viéndose con un brillo en los ojos que poseían hacia el cariño que se tenían.

Amor de la nada (Milo Manheim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora