CAPÍTULO TRECE

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Milo manejaba en su auto, llevando a ___ y el a su hogar, mientras que ella no sabía que hacer.

- ¿Y esas flores? - preguntó Miler.

- Pues - ¿Qué mierda haces Manheim? - pues son para ti.

Dijo sin rodeos, al parecer le daba tanta pena a Milo admitir que fue a comprarle unas flores a ___.

Sonrió y sostuvo el ramo de Tulipanes en sus manos, los amaba, no había cosa qué le alegrara más que oler y ver los Tulipanes.

Le traían calma y paz cuando la pasaba mal, y eran especiales para ella, aún más que vinieran de parte de Milo.

...

- Ya llegamos peque - dijo Milo apagando el auto y bajandose de él, Miler abrió la puerta y se bajo, al pasar por un arbusto, rozando su brazo, descubrió que tenia ligeras cortadas en el.

Se quejó y Milo fue a ver.

- Uy... ¿Te duele mucho? - pregunto preocupado y sosteniendo su brazo con delicadeza, miro a los ojos a Miler.

Ella estaba sorprendida, por alguna extraña razón sentía la mirada de Milo diferente, no de preocupación, si no de suavidad y tranquilidad, era suave y cálida, sus pupilas dilatadas y serca de ella.

Salió de su trance en los ojos de Milo y le contesto.

- Algo, pero, voy a estar bien - contestó intentando no sonar tan nerviosa que la había puesto la mirada de Manheim.

Entraron y subieron a la habitación de ___, mientras que ella se sentaba, Manheim salió de la habitación en dirección al baño donde se encontraba el botiquín de emergencia.

...

Iba directo al baño para curar a ___, al parecer no habia notado el brazo de ella hasta hace un momento.

Regrese y ella se revisaba las cortadas, al parecer se las hizo con piedras puntiagudas y filosas.

Empecé limpiando la cortada con gel antibacterial, al sacar este ella apartó su brazo.

- Se que dolerá, pero sólo un poco - dijo Milo, tomó de su mano y se quedaron viéndose hacia los ojos, sabía aue aguantaría, asi que puso un poco el una gasa y lo aplicó a la herida.

Ella apretó su mano con fuerza, fuera tan mínima la cortada pero le dolía, el siguió hasta que ella tomo si mano para que parara.

- Me está doliendo Milo

- Lo siento

Pasó a lo siguiente, que era lavar la herida con agua y jabón, se paró y se lavó el brazo en el baño, regreso y volvió a tomar asiento en su cama.

Manheim tomo unas gasas y las puso sobre la heruda y la sujeto con cinta oara gasas, así terminando.

- Vas a tener que dormir de lado para que no te lastime más, ya te sostendre para que no te muevas en la noche.

Ella asintió, se quedó callado y se levantó llendo hacia la habitación que al parecer, ya era de el.

___ queda en su habitación pensando en lo que había dicho Emma, "¿De verdad tanto odio me tiene?" pensó ella.

Apenas la conocía y ya le quería hacer la vida imposible.

Milo regreso de su habitación con su pijama puesta, vio que ___ se encontraba ida en la nada, estaba pensando en algo.

- ¿Porqué no te haz puesto tu Pijama? - pregunto sacandola de su trance.

- Estén, es que estaba pensando - dijo ella.

Milo tomó de su mano para levantarla de ahí y sostenerla de su hombro.

- Ya no pienses en lo que te dijo, si se atreve a ponerte otra mano encima, le ira mal a ella, tu sientete bien bonita - dijo para abrazarla.

Yo... ¿Bonita?

Milo se separó y fue a buscar la pijama de Miler, sacó su pijama y se fue a la esquina de su cuarto.

- Tu cambiate... No vere nada, lo juro.

Ella asintió y se cambió, se sentía nerviosa ya que se encontraba el chico que le gusta, desnudandose en su presencia y cambiando sus prendas.

Lo hizo lo más rápido que pudo cuidando de su gasa.

Al terminar sólo se acostó y le dijo a Milo.

- Buenas noches Milo

- Buenas noches bonita - dijo abrazandola con cuidado, tomando de su cintura para apoyarse.

...

Ya no sabía lo que sentia por ella, me encantaba estar con ella, su sonrisa, su compañía, si ser, su humor, sus abrazos, todo de ella, pero al parecer no se le nota interesada por mi, por las cosas que hago.

Por eso salgo con más chicas pero siempre me pasa lo mismo y termino de nuevo ante ___, simplemente me vuelve loco esa chica, me encanta todo de ella.

Me atrevo a decir que... La amo.

Amor de la nada (Milo Manheim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora